Travis

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Evan

Pasé tarde tras tarde visitando a Nathaniel, pero él ya no era el amigo que conocí. La pérdida de su madre lo sumió en un estado de depresión del que no saldría sin ayuda.

La tercera tarde, cuando llegué a casa, hablé con mis padres.
Estaba preocupado por mi amigo y no sabía que hacer para ayudarle.

-Audrey, la madre de Valeria es psicóloga. Creo que está pensando en retirarse, pero quizá sea exactamente lo que necesita Nathaniel.

Sopese las palabras de papá. Era una buena idea. No perdíamos nada por intentarlo supongo.

Mamá se levanta de la mesa y va hacia la cocina.
Todos la miramos preocupados.
Yo era muy pequeño cuando sus abuelos murieron, pero he oído muchas historias sobre ellos.

Sé que la abuela Hannah era psicóloga también, y muy buena.
Lo cierto es que Audrey Harrison-Shepard trabajó con ella.

Mamá se entristece mucho cuando la recuerda. Ella siempre dice que la ayudó mucho cuando descubrió su don.

-Acabaos toda la cena, chicos y luego a la cama. Iré a ver como está vuestra madre.

Los tres asentimos y le vemos alejarse hacia la cocina, pero mi preocupación no queda ahí.

Por lo visto mi hermanita tiene una vena sádica y le gusta verme sufrir porque el nombre de Hope sale de su boca con la misma frecuencia con la que suele decir Totalmente divino.
Y dice eso muy seguido. Realmente.

-Y Hope salió anoche con su amigo Nacho por ahí. Dice que la ciudad es preciosa de noche y que me mandará fotos para que las veamos.

Cerré los ojos con fuerza porque imágenes de ella disfrutando, riendo, estando con ese amigo del que hablaba Lia, estaban destrozando mi mente.

*****

Un año. Un año desde que ella se marchó.
Un año en el que me he forzado a crecer, a olvidar, a perdonar...
Y no todo ha sido fácil. Nada, para ser sincero.

Durante este tiempo, cumplí los dieciséis y ni me enteré.
No quise celebrarlo y me obligué a poner buena cara para no borrar la sonrisa de la de mi familia.

Mis diecisiete se acercaban y algo dentro de mi quería llegar hasta ese momento cuanto antes.

No había vuelto a saber de Hope, al menos no personalmente.
Oía de ella a través de otros y sabía que volvería pronto, solo que no estaba listo para verla.

Solía ir al lago a menudo. A veces llevaba a Nathaniel conmigo.
Nos quedábamos en silencio durante otras simplemente ver como transcurría el tiempo.

Poco a poco fue encauzando su vida, gracias también a las visitas de Audrey Harrison.

Nathaniel solía bromear acerca de que si ella no fuese tan mayor, se habría enamorado de ella.

-Nunca teme decir lo que piensa. Admiro eso, Evan.

Y yo lo admiraba también.
Estaba agradecido por la ayuda que supuso para mi amigo.

Un sonido lejano que hacia un año que no oía rompió mi concentración.

Mi cuerpo se tensó.
No le quería allí. Verle removería todo lo que trataba de olvidar.

Bajé del lomo de Storm cuando el coche se detuvo.

Un año después, el iluso prepotente volvía a ponerse frente a mi.
Apreté los puños con fuerza conteniendo las ganas que tenía de volver a estrellar mi puño contra su rostro.

-¿Donde está?
-¿Donde está quien?
-¡Hope! Volvió hace una semana y he esperado, pero me cansé. No responde a mis mensajes, no atiende a mis llamadas y su padre no me deja pasar de su puerta. Este es el último sitio que me queda por buscar. ¿Donde está?

Mi primera contestación hubiese sido que si ella no quería hablar con él la dejase en paz, pero entonces recordé lo que dijo antes.

Hope volvió hace una semana.
¿Donde está entonces?

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Perdón que tardase tanto en actualizar pero desde el jueves que han sido días muy duros.
Ya está todo bien así que seguiré actualizando cada dos días más o menos.
Un beso.


Hope (Serie Love 17)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora