Hope (Serie Love 17)

Quédate conmigo

Evan

Corrí fuera del coche a la que sentí a Gabriel tensarse a mi lado.
Llámalo palpito, corazonada, o lo que se te ocurra, pero sentí que ella estaba en peligro.

Hice oídos sordos a los gritos de Gabriel y no fue lo que me detuvo, sino las sirenas y los frenazos de un par de coches de policía.

-Joder, si que han tardado.
Me volví hacia Gabriel, quien estaba encorvado con las manos sobre las rodillas.
-¿Te haces viejo, tío Gab?
-Vete a la mierda, chico.
Seguí con la mirada a los policías cuando ellos abrieron la puerta de un fuerte golpe y entraron como una avalancha.

-¿Tu llamaste a la policia? -le pregunto mientras avanzamos hacia el interior.
-Siempre tengo un plan B, chico. No iba a arriesgar la seguridad de Hope ni la tuya. Todavía tengo algunos contactos. Amigos que trabajan con los buenos.

Los gritos de una mujer silencian las palabras de Gabriel.
Nos adentramos hacia el lugar de donde vienen las voces y la escena es bastante cómica a pesar de lo que podría haber ocurrido.

Desde donde estamos puedo ver algunos rasguños en el rostro de Hope, y eso me cabrea muchísimo.

-Hope.
Ella se tensa y luego se vuelve hacia nosotros.
Su cuerpo se estrella contra el mio y se aferra con fuerza a mi.
Mis brazos la rodean automáticamente y entierro mi nariz contra su cuello para aspirar su olor y tranquilizar mi corazón.

-Se acabó Evan. Yo no quiero ni necesito nada de esto.
-Ya lo sé, cariño.
Acaricio su pelo mientras ella estrecha aun más su cuerpo contra el mio, como si quisiera fundirse conmigo.

-Señorita, ¿quiere presentar denuncia por agresión?
Uno de los policías se ha acercado y señala la cara de mi chica en cuanto esta le mira.
Las manos de Hope van a su rostro y asiente.
-También quiero presentar denuncia por amenazas. Tengo un mensaje de texto y además está todo grabado.
Saca el móvil de su bolsillo y se lo entregó al policía.

Escucho a Gabriel reír antes de rodear a Hope con un brazo y besarla en la frente.
-Chica lista. Estoy orgulloso.

Yo también lo estaba.
Con suerte, esta sería la última vez que sabríamos algo de este trío.

*****

Hope

Tres horas pasamos en comisaria prestando declaración.
Dave Williams acudió en cuanto le llamé y tras hablar con él, algunas dudas que tenía acabaron resueltas.

Mi madre no fue una buena mujer.
Sedujo a un hombre casado y desapareció ocultándole a su hija.
Solo cuando se vio desesperada, decidió contar la verdad, aunque ahora ya sé que en realidad mi padre supo de mi mucho antes de que mi madre muriese.

Todavía no he decidido que hacer con todo lo que se supone que he heredado, aunque el señor Williams se ofreció a agilizar todos los papeles para que una vez tomase una decisión, estuviese todo en orden.

Volvimos al rancho y nos llevó bastante tiempo también poner al día a todos.
Las reacciones no se hicieron esperar tampoco.

Así que estoy mortalmente agotada.
Quiero echarme sobre la cama y dormir durante los próximos diez o quince meses.

Evan desapareció casi desde el mismo momento en que todos se marcharon, y antes de marcharme yo a la casa que comparto con Nacho, subí hasta su dormitorio para despedirme.
La imagen que encontré no era la que esperaba.

Sabía que tenía un buen cuerpo.
He recorrido con mis dedos cada músculo, cada centímetro de ese espectacular cuerpo que tiene y dudo que alguna vez me canse de mirarle o tocarle.

Me pongo frente a él mientras hace flexiones de brazos colgado del marco de la puerta que da al cuarto de baño que tiene en su dormitorio.

No hablamos.
Nuestros ojos se encuentran cada vez que él baja.
Mi respiración se acelera.
El sudor recorre su torso hasta la cintura de sus vaqueros y se pierde en su interior.

De un salto aterriza en el suelo y avanza lentamente hacia mi, y cogiendo y tirando de mi pelo, mi cabeza cae hacia atrás y su boca cae sobre la mía.

-Mañana por la mañana anularás tu matrimonio con Nacho y te convertirás en mi chica. Mía.

Su boca me busca de nuevo y yo le permito el acceso, porque siempre haré eso. Siempre le permitiré acceder a mi del modo que sea.

*****

Evan

Despierto de madrugada aun con la sensación de mi chica en mis brazos, aunque hace horas que se marchó.

Salgo de mi habitación camino hacia la cocina a por un vaso de agua, cuando escucho susurros que vienen de la habitación de Lía.

Curioso y algo sobre protector, pego el oído a la puerta y escucho.

-Necesito saber que le dijiste cuando hablaste con él el otro día... Sé que no fue la verdad, porque de ser así, estaría castigada y tu muerto... No puede saberlo aún. Todavía es pronto... También es difícil para mi... Hablamos mañana... Te amo también, Nathaniel.

------------

Y solo queda el epílogo!!!!