Evan
Estoy nervioso, casi llegando al punto de sentir que el corazón se me va a detener en cualquier momento.
Hoy cumplo dieciocho años y esta noche voy a pedirle oficialmente a Hope que sea mi mujer.
Por segunda vez en mi vida, guardo una cajita de terciopelo en el bolsillo. Esta vez, contiene un anillo.
Estoy esperando a Hope en un bar cercano a la Universidad.
Miro mi reloj por quinta vez en los últimos dos minutos.
Llega tarde.Estos dos últimos años han sido increíbles a su lado.
Ella simplemente no deja de asombrarme.Siguiendo el consejo del señor Williams, vendió todas sus propiedades, dejando únicamente la casa de los Michaels para que Travis y sus padres vivieran en ella, en cuanto salieran de la cárcel en dos años.
Ellos recibirían una parte con la condición de no volver jamás a la vida de Hope y los suyos.
Aceptaron.El piso en el que vivió con su madre sigue cerrado, por el momento.
Veremos que pasa más adelante.Estoy por llamarla, cuando aparece frente a mi toda sonrojada por la carrera que se debe haber pegado para llegar.
Es inevitable sonreír.-Lo siento. Lo siento. No encontraba aparcamiento.
-Tranquila. Vamos.
-Pero si acabo de llegar...
-Venga perezosa. Tengo planes para nosotros.
Una enorme sonrisa cruza su rostro y asiente antes de coger mi mano y ponerse de puntillas para darme un beso.
Saboreo este momento con calma, porque la noche acaba de empezar.Cruzamos el local hasta la salida y luego la calle hasta un pequeño restaurante que hay enfrente.
-Esto está cerrado, Evan. -dice al ver que no hay luz.
-Nos esperan. Mamá pidió un favor.
Su mirada va hacia el letrero.
Britt's.Llamo a la puerta y nos abre uno de los camareros y se aparta para dejarnos pasar.
-Por aquí, por favor.
Le seguimos hacia el centro del restaurante, donde han preparado una mesa especialmente para nosotros.Sobre el plato de Hope hay un paquete perfectamente envuelto.
Ella me mira, intrigada, y asiento para darle permiso para abrirlo.Veo como lo desenvuelve con cuidado y abre los ojos cuando se da cuenta de lo que es.
Primera edición de Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Ilustrada.
La veo limpiarse las lágrimas mientras acaricia con ternura las páginas, buscando entre ellas su rima y sus leyendas favoritas.
Es la hora. Me pongo en pie despacio y me dejo caer sobre una rodilla al mismo tiempo que saco la cajita de mi bolsillo y la abro.
-¿Hope?
Cojo su mano y ella se vuelve hacia mi y se pone en pie de golpe.
No se aparta, lo que agradezco, porque estoy nervioso de cojones.
Estoy casi seguro que voy a atragantarme con las palabras.-Te vi un punto y, flotando ante mis ojos, la imagen de tus ojos se quedó, como la mancha oscura orlada en fuego que flota y ciega si se mira al sol.
>>Adondequiera que la vista clavo,torno a ver las pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti, que es tu mirada,
unos ojos, los tuyos, nada más.
De mi alcoba en el ángulo los miro
desasidos fantásticos lucir;
cuando duermo los siento que se ciernen, de par en par abiertos sobre mí.
Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer;
yo me siento arrastrado por tus ojos, pero adónde me arrastran, no lo sé.La mano que tiene libre va hacia su boca y la cubre para contener un sollozo.
-Cariño, yo te regalé ese libro hace muchos años, y entonces no te amaba tanto como lo hago ahora. Hoy te regalé este, mismas rimas y mismas leyendas porque quiero más. Quiero un futuro a tu lado, como mi mujer.
Inhalo despacio y sigo.
-Princesa Hope, ¿quieres casarte conmigo?
Asiente repetidamente y luego se lanza a mis brazos para abrazarme y besarme.Joder, que estresante es esto. Menos mal que aceptó.
El sonido de varios corchos de botella saltando nos hace volvernos.
Las luces se ha encendido y todos nuestros amigos y familia se encuentran aquí.Las felicitaciones no tardan en llegar. Ni los besos y abrazos.
Creo que puedo decir, con sinceridad, que la esperanza es lo último que se pierde.*****
Cinco años después
Parado junto a mi mejor amigo, veo a mi hermana pequeña recorrer el pasillo hacia el altar.
Está tan hermosa como solo ella podría parecer.Se detiene un momento para abrazar y besar a mamá antes de que papá la lleve los últimos pasos hacia mi mejor amigo, quien la observa con una enorme sonrisa en la cara.
Nos ha llevado tiempo llegar hasta aquí, pero Nathaniel demostró una y otra vez lo mucho que Lía significaba para él y sé que ella no podría encontrar a nadie mejor.
Cuando papá coloca la mano de Amelia sobre la de Nathaniel, un poco a regañadientes, miro a mi hermana y me sorprende ver que no está sola.
Tras ella, una mujer que en su día fue pelirroja, pero que puedo verla tan cual era entonces me guiña un ojo y me hace un gesto de silencio antes de desaparecer.Parpadeo rápidamente porque debo estar alucinando, y entonces escucho su voz.
Parece que las mujeres de la familia ya no son las únicas en heredar un don.
Usa bien este regalo, Evan. Y felicidades.Mis ojos buscan los de Hope, quien espera tras Amelía como su dama de honor.
Las manos de mi mujer cubren su vientre apenas visible aun.
Pensábamos dar la noticia mañana, cuando el gran día de Lía hubiese pasado y antes de que se marchase de luna de miel.Miro hacia la entrada de la iglesia y allí está ella de nuevo junto a un hombre apuesto y con la abuela Alex.
Observo como se despiden y se marchan de la mano justo en el momento en el que el sacerdote declara marido y mujer a Lía y Nathaniel.
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¡¡¡¡¡Necesito kleenex!!!!!
Que pena me da terminarla, pero creo que es justo hacerlo así.Tengo algunas cosillas pendientes para hacer estos días, pero como dije también, quiero acabar de pasar la de Hannah versión blog.
Nos leemos pronto.
Un beso😘😘😘Si quieres saber más sobre mis historias y sus personajes, te invito a unirte a mi grupo en Facebook.
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Hope (Serie Love 17)
RomanceDicen que el amor llega cuando menos te lo esperas. Mi madre dice que hay que tener esperanza. Bueno, yo crecí con ella. Crecí con Hope. Portada @SoniaLopezSouto Registrado en Safe-Creative Número de registro 1801125369534