Domingo, 21 de Diciembre del 2014
Cada día era más largo que el anterior, dentro del jet privado de Bastille se podían ver claramente los colores que dibujaban al cielo, mezclas de lila con rosa anunciaban la salida del sol. Era muy temprano en la fría mañana cuando tomamos el rumbo hacia mi ciudad natal en Texas. Dan había decidido que lo mejor para mi estado emocional era tener apoyo de mi familia.
Lo único que me haría sentir mejor seria el y su calor.
Su mano algo rígida por la resequedad del ambiente se encontraba entrelazada con la mía, mis ojos se mantenían cerrados mientras la melodía de "Go Slow" de mis amigas retumbaba por mis audífonos, no podía evitar el sentirme identificada con cada estrofa de dicha canción, quería regresar a la persona que era antes por que en ese momento odiaba en lo que me había convertido.
Eran cinco largas horas de vuelo para llegar a nuestro destino, al aterrizar ya había una camioneta esperándonos. Los fans gritaban desesperados fuera del aeropuerto, rogando por una foto o autógrafo, por el tiempo limitado que teníamos ambos solo ciertas personas fueron acreedoras de sus requerimientos.
Al llegar a casa mi madre junto con mi familia se encontraban ansiosos por nuestra visita, las grandes sonrisas podían ser vistas en los rostros de mis tías y mis primos. A pesar de que en los últimos días mis sonrisas habían sido gestos falsos esta vez eran reales, sentía mi corazón un poco más cálido en cuanto mi mamá me recibió entre sus brazos.
En cuanto salude a mi tía, que era como una segunda madre para mi, las ganas de llorar volvieron, tal como cuando era una adolescente con el alma rota.
Dan se notaba muy contento de estar en mi ciudad, a pesar de la barrera del lenguaje mi novio adquirió la habilidad, con el paso de los años, de poder comunicarse con mi familia. Sabía que estaba ansioso por contarles a todos sobre nuestro compromiso.
-Pasen, llegaron justo a la hora de comer- mi mamá tomó nuestros hombros para llevarnos dentro de la casa, que aun seguía igual que cuando tenía tan solo cinco años. En nuestra cultura no mucho cambiaba, era extraño que una familia incluso se mudara de sus hogares de toda la vida, eran compartidos por generaciones, por esa razón mi mamá había declinado mi ofrecimiento de vivir conmigo en Nueva York.
Sin tomar mucho tiempo dejamos nuestras pertenencias en una habitación lo suficientemente grande para ambos.
Como mi mamá había anunciado era hora de la comida familiar, hablábamos de muchas cosas ya que tenía tiempo sin verlos en persona, mis primos se burlaban de que solo sabían de mi por medio de las cuentas de fans en instagram.
Un silencio absoluto se hizo presente en la mesa en cuanto Dan se aclaraba la garganta para hablar.
-Familia- llamó la atención con su español, no tan bueno, que había aprendido. No me molestaba en lo absoluto que considerara a mi familia como la suya, al contrario, yo quería mucho a la suya que me sentía emocionada de formar parte de personas tan buenas como lo eran ellos- Lily y yo queremos anunciarles nuestro compromiso- volvió a su típico ingles británico por el que era conocido. La mesa estallaba en gritos de emoción y risas de nerviosismo por parte de mis tías. Mientras mi madre me observaba detenidamente, supongo que había notado el poco entusiasmo que causaba en mi dicho tema.
Después de pasar un tiempo conviviendo en el patio de nuestro hogar, mis primos decidieron llevar a Dan a una noche de chicos en celebración de que no seria soltero por más tiempo. Mientras yo aprovechaba que Alberto, el más pequeño de la familia, había dejado descuidado su iPad. Sin pensarlo dos veces revisé la cuenta de twitter de Garrett, no había actividad en ella desde el día del concierto de 1975, mencionaba lo grandiosa que sería la noche. Una lagrima escapó de mi al recordar todos los sentimientos de ese día, rápidamente la quite de mi rostro al notar que mi mamá, a lado de mi tía, entraban a la habitación sin tocar la puerta. En mi casa no existían esas reglas americanas de puertas cerradas o algo de privacidad, la confianza lo era todo.
-¿Qué está pasando Lil?- cuestionó mi madre mientras tomaba asiento conmigo en la cama, sin poder contenerlo un segundo más me solté a llorar como niña pequeña en sus brazos, sabía que le preocupaba por la expresión en sus rostros.
-Vamos corazón, tienes que contarnos. Podemos notar que no has hablado de lo que te pasa con nadie- aun me sorprendía el sexto sentido que las mujeres podían desarrollar al paso de los años, el hecho de saber cuando algo no anda bien sin tener que decir alguna palabra. Mi tía masajeaba mi espalda con la punta de sus uñas, como solía hacerlo cuando era pequeña.
-Es solo que- me resultaba muy difícil encontrar las palabras adecuadas para lo que estaba apunto de confesar, sentía vergüenza de mi misma por la situación en la que estaba, por mérito propio- Engañé a Dan – solté sin pensarlo mucho, ambas fruncieron el ceño sin entender muy bien a que me refería.
-¿Cómo fue qué paso? Ustedes parecían muy felices- mi tía se encontraba incrédula ante mi confesión, no podía sostener su mirada por la pena que sentía en ese momento.
-Fue cuando llegué a Nueva York, esa ciudad me ha cambiado, me he convertido en una persona que no quiero ser- una vez más el llanto no me permitía continuar.
-No cariño, la ciudad te ha abierto los ojos a quien eres realmente, te ha enseñado qué es lo que quieres en realidad- sabía que mi mamá solo intentaba que me sintiera mejor, pero el dolor no se iba. - No te sientas mal amor, tienes que hablarlo con Dan, decirle que fue solo una vez y que estas arrepentida- algo de cordura entró en mi en cuanto salieron esas palabras de la boca de la mujer que me había traído al mundo.
-Ese es el problema, que no me arrepiento y que fue más de una vez. Mucho más que una sola vez- lloraba a cantaros mientras ellas solo abrieran sus ojos de la impresión por lo que acababa de decir.
-Tienes que decírselo, Lily- el semblante de la hermana de mi madre era serio, se habían dado cuenta de la gravedad de la situación, pero la idea de decírselo a mi novio era inconcebible.
-No puedo. Ya lo deje y estoy dispuesta a querer a Dan como antes, seguir como si nada hubiera ocurrido- ambas negaban sus cabezas al escuchar mi plan.
-¿Quién es él?- por fin les importaba conocer un poco sobre el chico que me traía de cabeza.
-Su nombre es Garrett Borns, lo conocí en la primera fiesta que fui en Nueva York- jugaba nerviosa con mis dedos, mi ansiedad se encontraba a tope. No quería que lo juzgaran sin conocerlo, mucho menos que creyeran que él me había orillado a empezar el amorío.
-¿Estas enamorada de él?- estaba segura que la respuesta era positiva, pero decírselo a alguien más en voz alta era difícil.
-No lo sé- me limité a contestar, queria mantenerlo como algo privado. Algo exclusivo de él.
-¿Desde cuándo dejaste las cosas con él?- ahora mi madre cuestionaba, tratando de conectar los puntos.
-Desde el viernes, él me dejo. Estaba ahí cuando Dan me pidió matrimonio- trataba de hablar lo más bajo posible, como si eso fuera a hacer menos graves mis pecados.
-¡Lily!- me regañó mi mamá- ¿Acaso es amigo de Dan?- algo de horror se hacía notar en su voz, la entendía perfectamente, era muy malo el pensar que tu hija hiciera una jugada tan chueca.
-No, claro que no. Al contrario ellos no se soportan- contesté algo sarcástica.
-Por supuesto que no se soportan Lily, están con la misma mujer- más como apuntar a lo obvio fue un regaño por tomarme con humor lo que era muy serio- ¿Entonces? ¿Cómo fue qué estaba ahí?
-Estábamos en el concierto que dió The 1975, Garrett me regaló los boletos porque sabía cuánto quería ir, ese día llego Dan a la ciudad y resulto que él también iría, en algún momento subió al escenario y me pidió matrimonio frente a todos y pues Garrett también estaba ahí- justo al terminar de contar la historia Dan entró a la habitación con varias bolsas en sus manos, con su peculiar sonrisa mientras acomodaba sus gafas. Temía que hubiera escuchado nuestra conversación pero a juzgar por su humor lo dudaba.
-¡Dan! ¿Llegaste tú solo o todos regresaron ya?- le preguntó mi tía
-Todos estamos de regreso, fuimos a comprar algunas cosas para la navidad- dijo con su cara de niño bueno que ha tenido desde el día en que nos conocimos.
Pasaron las horas y me sentía un poco mejor de habérselo contado a mi mamá y a mi tía pero aun así lo extrañaba como jamás había extrañado a alguien.
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Hidden Love | BØRNS (EN EDICION)
Fanfiction*I'll dive in deeper, deeper for u* Puede una mudanza cambiar tu futuro? (Historia basada en el album de Taylor Swift "1989")