Capítulo siete.

3.2K 238 42
                                    

Llegamos al consultorio y nos sentamos en la sala de espera, habíamos llegado un poco tarde y no nos quedo de otra. Paso una hora y por fin Jared nos recibió.

-¡Hola, Frankie! -me da un abrazo- ¿cómo pasaste tus vacaciones?
-¡Muy bien! ¿Y tú?
-Prácticamente no tuve vacaciones. Pero en esta profesión nunca te aburres -rie-. ¿Y? ¿Quien es el chico que te acompaña? -acerca su rostro al de Gerard y acaricia su nariz amistosamente.
-Él es Gerard. El chico que te conté por teléfono.
-Hola, Gerard -le sonríe y ofrece un saludo-, ¿cómo estas?

Gerard se encontraba algo apenado, se abrazo a mi brazo y sus mejillas tomaron tinte rojizo, no se atrevía a contestarle y tuve que intervenir.

-Vamos, Gee... Dile como estas. Él es mi amigo y no te hará daño... Su  nombre es Jared.
-¡Estoy bien, Jared! Gracias por preguntar -le tiende la mano a su futuro psicólogo-.
-¿Y? ¿Cómo empezamos entonces, Jared? -estaba impaciente porque empezara la terapia.
-Por el momento solo me limitare a observarlo. Ese es el primer paso en cualquier psicoanálisis... Ver cada comportamiento y deducir el porque de ello. Tu saldrás de esta habitación y me dejaras con él.
-Oh -no me pareció la idea-, ¿entonces así será siempre? ¿No podré estar con el mientras esta en su terapia?
-¡Claro que si! Pero por el momento no. Ya te dije que debo observarlo como primer paso. No te preocupes, Frankie. A ver, ¿quien es el experto aquí, ah? -pasa sus manos por encima de mis hombros.
-Pues tú, Jared. Te obedeceré entonces...
-Claro. Cuando terminemos te llamo, ¿ok?
-¡Ok! -tuve que salirme de la habitación.

Espere impaciente y preocupado de lo que pudiera pasar, saque mi celular y coloque los audífonos en mis oídos para así disfrutar de mis melodías favoritas, esperando así que el tiempo pasase más rápido. Fue inútil, la espera era larga, o al menos eso pensaba mientras veía pasar, comer, teclear a la secretaria de Jared.
Hora y media paso, hasta que al fin Jared me llamo, entre y me hizo sentar en el sofá.

-¡Frank! Ahora es tu turno de contarme lo que sabes de tu amigo.
-Bueno… en realidad no se mucho...
-¿Cómo? ¿No sabes mucho?
-Hace poco lo conozco.
-¡Ok, ok! ¿Crees que sus padres puedan venir a verme? Es que necesito hacer una historia clínica de él. Debo saber todo.
-Ellos viven en New Jersey. No creo que puedan venir.
-Mmmm... entonces, ¿tienes algún número de teléfono para comunicarme con ellos? Es que esto es importante.
-Sí, claro -apunte el número en una hoja de papel-, aquí tienes.
-Gracias -lo toma-. Mira, Frank, lo más recomendable en este caso es que vengan a terapia tres veces por semana. Como te dije antes, un caso de esquizofrenia puede llevar años tratándose. Por el momento lo seguiré observando y después comenzaremos con el método más recomendable para él.
-¿Cómo se porto en este rato que estuviste con el, Jared?
-Estuvo tranquilo. Pero… en ocasiones cubría sus oídos con ambas manos y caminaba de un lugar a otro. Es algo común de esta enfermedad. Entonces los espero el viernes para la próxima sesión.
-Jared... de una vez dime cuanto me cobraras por sesión.

Se queda mirándome un momento algo intrigado, me dio la espalda y rió sarcásticamente mientras posaba la mirada en mí.

-Nada, Frankie. Estoy empezando una campaña de “consultas gratuitas” y tú estarás dentro de ella. ¿Te parece?
-¿Es... en serio? -digo sin poder creerlo.
-Muy enserio. Somos amigos, ¿no? -acaricia mi cara y me guiñe un ojo.
-No quisiera abusar...
-Quien hablo de abusar, Frankie. Te ofrezco mi ayuda, así como tú se la estas dando a tu amigo.
-¡Gracias, Jared! A propósito, ¿donde esta Gerard? -no lo había visto desde que entre a su consultorio.
-Entro al baño.
-¿Hace cuanto? -temía por Gee.
-En cuanto fui a llamarte para que entraras. Y eso fue hace cinco minutos.
-Iré a ver si esta bien.

Me pare fuera de la puerta y toque varias veces, esperando una respuesta, al no recibirla me preocupe aún más.

-Jared... ¿Tienes llave de esta puerta?
-Claro -saca su llavero y busca rápidamente la llave-, aquí tienes.

Esquizofrenia // «Frerard».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora