Da igual. Por más que llore, que odie, que recuerde y que eche de menos, nada va a cambiar. Él me ha engañado y punto. Que me ponga a llorar como una loca no va a cambiar el hecho de que era una mierda de persona y un farsante.
Quizá llorar anoche me ha servido como una especie de punto de inflexión. Tenía que echar aquello que no me permitía expulsar desde hacía tiempo. Tenía que ver la realidad, algo debía señalármela, y ese algo son mis propios sentimientos. Además, debía saber que no puedo empezar algo nuevo con nadie hasta que resuelva mi caos interior y arregle el desastre que soy.
Necesito una renovación en mi vida. Necesito cambiar cosas. No puedo ir por ahí contándole a desconocidos que supuestamente quieren acostarse conmigo mis problemas, hablarles de él mientras me pongo a llorar como una loca. Que es justamente lo que hice ayer, le conté un popurrí de problemas a un desconocido, aunque no entré en detalles. De todas maneras, o no lo entendería (es portugués) o le daría lo mismo. Voto por una mezcla de las dos cosas, aunque llegó a darme algún consejo coherente, pero que no llevaré a la práctica. Me dijo que hiciera algo muy valiente y yo soy demasiado cobarde como para llevarlo a cabo, tal vez porque conozco de sobra las consecuencias, ya que, siendo realista, se trata de mí. Y si se trata de mí, no puede salir bien. Es así, mi suerte es una mierda.
Pero, de todas maneras, sentó bien contarlo. Sentó bien echar la mierda, decírselo a alguien que no está harto de escucharlo, a alguien objetivo al que le da igual. Sirvió para demostrarme lo mal que estoy y lo mucho que necesito un cambio. Incluso mientras escribo esto tengo unas ganas enormes de llorar. Es triste que tarde tantísimo tiempo en superar las cosas, pero es lo que pasa cuando le das tantas vueltas a la cabeza, preguntándote por qué, enfadándote, odiando, buscando respuestas en vano.
Sé que esto no es normal. Sé que mi comportamiento no es normal, que no es normal que no lo haya superado, que no es normal sentir tanto miedo de volver a sentir. Nada en mí es normal ahora mismo. Quizá lo normal esté sobrevalorado, pero yo quiero sentir que todo va como debe en mi interior. No quiero sentir las heridas al rojo vivo, no quiero sentir que el corazón duele a cada latido ni quiero que cada comienzo me haga recordar "ese comienzo".
Debo hacer también una criba de personas en mi vida. Debo distinguir entre las personas que merecen quedarse en ella y en las que merecen irse por los motivos que sea: que me infravaloren, que pasen de mí, que sean unos convenidos, etc. Tengo que aprender a saber en quien puedo confiar y con quien puedo contar. Tengo casi veintidós años, sigo siendo un libro abierto y continúo sin tener filtro.
Y en el terreno amoroso (y llamarlo así es una exageración, puesto que tengo cero vida amorosa porque solo conozco a chicos que quieren sexo y yo solo sé decir que no) me tengo que dar tiempo. No puedo tener prisa por conocer a alguien, ya he comprobado que las cosas no se pueden forzar. Las redes sociales no me han dado precisamente alegrías, por tanto intentar buscar a alguien en alguna no es una opción para mí. Así que solamente me queda esperar pacientemente, aunque pasen años. Quizá necesito años para tener una buena autoestima, para dejar de machacarme con el pasado y aprender a ser feliz sin que mi felicidad dependa de que el idiota de turno me hable o no. Poner la felicidad en manos de una persona es algo peligroso, porque puede fallarnos. Es mejor compartir la felicidad que dejar que alguien que viene de fuera sea prácticamente la única fuente de felicidad, es decir, debe haber un equilibrio sano.
Ahora todo depende de mí. Solo de mí. No puedo poner mi felicidad en las manos de nadie, solo en las mías. De mí depende que todo cambie a mejor y que pueda ser feliz. Voy a intentarlo. Voy a hacerlo.
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El rincón de mis desastres
CasualeEste es mi espacio personal, como un blog. No es una novela ni tiene solamente una clase de contenido. Aquí podréis encontrar relatos, poemas, reseñas, etc. Como bien dice el nombre, es el rincón de mis desastres, mi sitio donde expresarme librement...