El rincón de mis desastres

Para mi amigo

Nunca creí que encontraría a alguien tan bueno y especial en una red social como Tinder. Me has demostrado ser diferente, alguien poco convencional. Eres educado, dices muchas veces gracias y te disculpas mucho, a veces demasiado y sin que yo entienda por qué. Marcas la diferencia en un mundo donde todos quieren ser iguales. 

Cada vez que suena la canción en portugués de Maluma me acuerdo de ti. Y cuando me pasaste la canción que bailabas en el colegio me sacaste una sonrisa, porque te imaginaba bailando eso y me hacía reír. Siempre me haces reír, sobre todo cuando pones "fofinha" o dices mal alguna palabra en español. 

En esta carta quiero decirte que no estás solo. Que no eres poca cosa, ni eres menos que nadie. Sé lo que es pensar eso de uno mismo y lo doloroso que es. No quiero que te sientas de esa manera, ni quiero esa voz en tu cabeza diciendo que no vales para nada, porque no es cierto. Vales mucho, y me lo has demostrado en el poco tiempo que hace que te conozco. Por eso, no persigas fantasmas del pasado, no intentes retener a tu lado a quien te hace daño y quien te dice que no quiere estarlo. Estoy segura de que muchas cosas buenas llegarán para ti, porque eres un buen niño. Y, sobre todo, sé que algún día, cuando estés preparado, llegará alguien que te va a hacer feliz y te va a complementar. Y cuando llegue, espero seguir siendo tu amiga para decir "¿Ves? Te dije que había alguien para ti". 

No estás pasándolo bien, lo sé. Sobre todo ahora que tu padre acaba de fallecer. Pero quiero decirte que él te cuidará allí desde donde esté. Tiene que haber algo después de todo esto, ¿no? Yo intentaré estar pendiente de ti y voy a estar cuando me necesites. Si necesitas hablar, aquí me tienes. Si necesitas silencio, también (por mucho que me encante hablar). Como ya he dicho, ojalá no vivieras tan lejos, porque así podría darte un abrazo en estos momentos tan difíciles para ti. Pero, de verdad, sigue mi consejo. No te hagas el fuerte, Rafael. Llora lo que necesites, grita si quieres. Por ahí dicen que llorar nos limpia por dentro. Eso sí, después lávate bien la cara ¿eh? Y a seguir para adelante. 

También quiero decirte que luches por lo que quieres y, si no lo sabes, busca algo que te apasione de verdad y ve a por ello. No dejes que tu negatividad te impida ir a por ello diciendo que eso es imposible, porque no lo es. Quizá sea difícil, pero imposible no es. Lucha por una vida en la que no tengas que convivir con personas con las que no te llevas bien. Lucha por ti, por ser feliz. Te lo mereces, eres estupendo, y la gente como tú se merece lo mejor.

Cuídate.