De repente, se dio cuenta de que algo le faltaba. Vio que la silla vacía junto a ella le dolía demasiado, que el aire le sobraba y a la vez le faltaba, que todo perdía por momentos su sentido. Entonces, no pudo evitar pensar en él, no pudo evitar imaginárselo a su lado, sonriendo y diciendo que las cosas iban a estar bien.
Y así, entre el gentío, en medio de una multitud alegre y embriagada por la felicidad, una lágrima bajó lentamente por su mejilla. Le echaba de menos. Sabía que siempre lo haría, y que su amor superaba las barreras del tiempo, la distancia e incluso de ellos mismos.
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El rincón de mis desastres
De TodoEste es mi espacio personal, como un blog. No es una novela ni tiene solamente una clase de contenido. Aquí podréis encontrar relatos, poemas, reseñas, etc. Como bien dice el nombre, es el rincón de mis desastres, mi sitio donde expresarme librement...