No puedo confiar

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He perdido cosas que hace tiempo tenía. He perdido mi capacidad para querer y decir "te quiero", la capacidad de soñar y de esperar lo mejor de las personas. 

Ahora, cada vez que creo que podría querer a alguien, me decepcionan. Descubro que no son lo bastante buenos, que otra vez estaba confundiendo la paja con el trigo. Descubro que en el mundo la gente no busca amor, ni nada serio, sino que buscan relaciones frívolas que ni siquiera desean denominar relaciones, que buscan utilizar a quien sea para divertirse sin importar las consecuencias. Yo estoy harta de la gente así, pero estoy llegando a la conclusión de que no hay otra salida. No hay puerta B o C, solo existe la A, porque las demás puertas parecen haber sido tapiadas con escombros. Así que ¿por qué no dejarse arrastrar por la corriente? 

Esperar lo mejor, el simple hecho de querer o intentar cerrar los ojos para confiar, es suficiente para recibir puñaladas traperas, algo que ya me ha pasado de una manera u otra. Solo necesito eso para estar siempre alerta, paranoica, esperando un movimiento en falso, esperando ver algo que no cuadre. Y lo encuentro. Lo peor es que siempre lo encuentro. La experiencia me ha demostrado que siempre tengo la razón cuando pienso algo malo de alguien. Y, de verdad, estoy muy harta. 

No quiero besar a más sapos, pero sé que tampoco hay príncipes. Eso no existe. Pero yo solo buscaba a una persona sincera, con la que poder hablar de todo y con la que poder ser yo misma y que además no me agobiase, porque ahora me agobio fácilmente. Pero no he encontrado a nadie así, porque cada chico que conozco me demuestra que está vacío por dentro, que solo le apetece jugar con los sentimientos de las personas o que solo busca una cosa en concreto.

Por todo esto, cada vez que conozco a alguien me asusto. Entro en pánico y me da ansiedad. Me dan ganas de salir corriendo, pillar un avión e irme a Suiza con mis padres, donde nadie pueda hacerme daño. Me dan ganas de desconectar el móvil o arrojarlo a la basura. En definitiva, me dan ganas de huir, porque en el fondo, gracias a mis experiencias pasadas, sé que todo acabará mal y que tendré que recoger de nuevo los pedazos. Y estoy cansada de eso. 



El rincón de mis desastresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora