He vendido mi alma a precio de saldo,
Le he vendido mi alma al peor postor.
He vendido lo que soy a cambio de nada,
porque eso es lo que creí que era yo.
Quería ser una más de toda la manada,
y ahora soy solo un mito que se cayó.
Vendí mi alma y no sentí pena ni rabia,
pero eso ya cambió.
Me abruma una enorme impotencia,
mi dignidad sucumbió.
La piel me quema y la boca me arde,
mientras lentamente me consumo por dentro,
buscando la redención siendo tarde,
intentando encontrar a un ser que se murió.
ESTÁS LEYENDO
El rincón de mis desastres
RandomEste es mi espacio personal, como un blog. No es una novela ni tiene solamente una clase de contenido. Aquí podréis encontrar relatos, poemas, reseñas, etc. Como bien dice el nombre, es el rincón de mis desastres, mi sitio donde expresarme librement...
