Reseña - Donde termina el arcoiris

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Autora: Cecelia Ahern.

Género: Romance

Sinopsis: Rosie Dunne y Alex Stewart, amigos inseparables desde la infancia, necesitan seguir compartiendo los momentos importantes y los cotidianos. Pero sus vidas han tomado rumbos muy distintos (Alex estudia medicina en Boston mientras Rosie, en Dublín, se esfuerza por sacar adelante a su bebé, fruto de una loca noche de pasión) y sólo pueden hacerlo mediante correos electrónicos, chats, cartas o postales. Rosie y Alex se cuentan en profundidad, sus vidas, sus sueños... y la realidad de unos sentimientos que nunca se han atrevido a revelar.

Opinión (sin spoilers)

Terminé de leer este libro en solo unos días, mientras leía también La chica del tren (seguramente haga una reseña de esa novela más adelante). 

No me esperaba lo que encontré. Ni siquiera leí la sinopsis con detenimiento porque había visto la película, que está basada en este título y que se titula Love, Rosie y, en España, Los imprevistos del amor, protagonizada por Lily Collins y Sam Claflin. Dejo el tráiler aquí abajo y os la recomiendo encarecidamente, ya que es una de mis películas favoritas (soy una cursi sin remedio).

A lo que iba, como no presté atención a la sinopsis me sorprendí al encontrarme con un montón de cartas, conversaciones de chat, sms y muchos emails. Hay hasta notitas de esas que se pasan con cierto disimulo en el colegio, mientras estás en una clase aburrida. Es como fisgonear en el correo ajeno y, la verdad, me gustó. Soy una cotilla.

Esperaba encontrarme con una novela lacrimógena con ciertos tintes de cinismo y mucho, mucho sarcasmo. Pues bien, cinismo había, pero no era una novela pensada para echarse a llorar, aunque sí para echarse unas risas y maldecir los malos giros de la vida, esos obstáculos que te impiden llegar a una meta y que son como muros enormes aparentemente imposibles de escalar. 

Rosie ve cómo sus planes de seguir estudiando y llegar a ser directora de hoteles se truncan al quedarse embarazada a los dieciocho años de un pringado de su clase con el que fue al baile, que no era más que un segundo plato, ya que su mejor amigo no pudo acompañarla. Mientras el resto de gente de su edad (incluyendo a su inseparable Alex) se marcha a estudiar y a vivir la vida loca, ella está a cargo de un bebé, siendo madre soltera. 

Esta chica tendrá que arreglárselas y reinventarse con la ayuda de Alex, con quien mantiene contacto mediante emails, mensajes y cartas, mientras está cada vez más confusa acerca de sus sentimientos hacia él y desconoce si su mejor amigo siente algo por ella. Y así pasan los años, apoyándose entre sí, incluso cuando ambos son más adultos y forman sus respectivas familias. 

Es un libro que te enseña que, por más obstáculos que te ponga la vida, por más oscuro y negro te parezca todo, siempre hay un poco de luz y siempre se puede encontrar el camino hacia los sueños y hacia el amor verdadero (me ha quedado profundo, sí).  

La protagonista de esta historia mira por los demás en vez de por ella misma y su felicidad, y se lamenta de no poder realizar sus sueños o no ser del todo feliz a lo largo de la novela. Es decir, se queja mucho. Me he sentido algo identificada porque yo también suelo quejarme bastante, ¿qué le vamos a hacer? A veces las cartas que le tocan a una no son las más buenas, aunque seguro que las mías en algún que otro sentido son mejores que las de esta chica. No tengo más palabras para ella que estas: pobrecilla, ¿qué hizo en su anterior vida para merecer todo lo que le pasó?

El protagonista es un chico bastante calzonazos. Iba a decir pagafantas, pero no, el tío tiene éxito entre la población femenina, aunque no siempre le salgan bien las jugadas. No hay mucho que decir de él, excepto que es un poco (muy, muy, pero que muy) pavo y me sacó de mis casillas durante casi toda la novela. 

La hija de ella (¡sí, es niña!) me caía bien, aunque a veces me pareció egoísta. Pero bueno, todos los niños pequeños son así. O eso creo yo. De todas formas mejora a medida que va creciendo y hace reír. 

Pero tengo que destacar al mejor personaje de la novela, y no es otro que la mejor amiga de Rosie: Ruby. Si lo leéis o incluso veis la película, sabréis por qué. 

Si nos ponemos a comparar libro con película, en esencia la trama es la misma, pero en la película Rosie es pelirroja y la hija es rubia, cuando en el libro las dos son morenas. En la película omiten a un personaje, bueno, en verdad, fusionan a dos personajes del libro en uno: Greg. Y, por supuesto, no llegan a los cincuenta años igual que en el libro, cosa que comprendo al ser Lily Collins y Sam Claflin demasiado jóvenes. Y bueno, esas son algunas de las diferencias y no diré más por no hacer spoilers. 

Si le tengo que poner una nota a Donde termina el arcoiris, le pongo un 8 sobre 10. Son bastante recomendables tanto el libro como la peli. 




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