13/03/18
Desde hace algún tiempo, por diversos problemas, empecé a ir a ver a una psicóloga. Pero, con el tema de las prácticas del hospital y porque estaba muy atareada, dejé de ir. Ayer he vuelto y tuve que hacer un esquema un rato antes de entrar a la consulta de los temas que quería tratar para no olvidarme de nada, ya que mi memoria no es que sea precisamente excelente y necesitaba soltarlo todo.
Mientras que algunos problemas continúan presentes en mi vida, otros son del pasado y me siguen pasando factura, en forma de sentimientos negativos que están acabando conmigo por insistir en ellos, pensar en ellos (machacándome) y negarme a olvidar e incluso a perdonar. Nunca en la vida había acumulado tanto rencor, tanta rabia y tanta frustración. Nunca en la vida me había sentido tan insegura como me siento ahora.
Sí, me han hecho daño. Me han hecho daño personas de las que no me lo vi venir, y personas de las que sí. Pero no puedo estar todo el tiempo guardando rencor, ni queriendo que esas personas sufran consecuencias y frustrándome porque no sé cómo hacer que algo así pase. Es una locura. Hay cosas que simplemente escapan a mi control, no puedo dármelas de justiciera, no puedo acumular tanto dentro de mí. Me estoy haciendo daño yo misma más aún que las personas que me han dañado, y me sorprende que lo mío no haya acabado en depresión o en problemas de ansiedad más serios que un ataque de llanto ocasional o en una explosión de ira en la que digo cosas sin pensar.
Estos sentimientos tan nocivos me han perjudicado tanto que tengo pesadillas regularmente. Son pesadillas en las que a veces huyo de personas. He llegado a tal punto de sentir temor de encontrarme a una de las personas que me ha hecho daño por la calle y, el otro día, al creer verle (que seguramente no era ni él, no lo vi bien), el corazón se me aceleró y por poco no echo a correr. Es un poco fuerte. De todas formas, aunque sí se tratase de él, ¿qué me iba a hacer en mitad de la calle por la mañana?
Mi psicóloga me ha incluido en una especie de taller que se hace en grupo donde se trabajan, por ejemplo, las trampas mentales como la negatividad, el catastrofismo y la anticipación. En resumen, en todas las que caigo yo, porque soy bastante negativa y pesimista (conmigo misma, luego con las cosas de los demás soy la más positiva de las personas), me anticipo a cosas que no han pasado, por ejemplo, pensando en cómo reaccionaré o qué haré cuando pase determinada situación y de ahí paso al catastrofismo, porque siempre pienso que pasará algo malísimo.
También me ha dicho que me obceco en machacarme, algo que ya sabía, y me ha aconsejado que cuando piense en las personas que me han perjudicado, intente pensar inmediatamente en otra cosa y le ponga una etiqueta a ese pensamiento. Me ha recomendado el mindfulness, aunque no me queda muy claro cómo funciona eso.
En fin, tengo que hacer lo posible para al menos despojarme de los sentimientos negativos que estoy acumulando, porque siento que, cuando lo haga, estaré más cerca para ser feliz y me habré quitado un buen peso de encima. Y, lo más importante, pasaré página y puede que recupere algo de confianza en mí misma y en los demás, ya que dejaré de pensar que "todo el mundo" es malo.
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El rincón de mis desastres
De TodoEste es mi espacio personal, como un blog. No es una novela ni tiene solamente una clase de contenido. Aquí podréis encontrar relatos, poemas, reseñas, etc. Como bien dice el nombre, es el rincón de mis desastres, mi sitio donde expresarme librement...