XXIV

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Chloe se inclinó y le dio a ______ un beso en la mejilla.

—Vamos, anímate. Puede que no esté tan mal.

______ se cubrió el rostro con ambas manos.

—¿Cómo puedes decir eso, Chloe? Ahora que Justin sabe lo que siento, hará todo lo posible para encontrar mi punto débil y volver a llevarme a la cama. No tendría que habérselo contado.

—Pero lo has hecho, y ahora, ¿qué?

______ entornó los ojos.

—Ahora nada. Sé lo que busca y no lo va a conseguir. Y pensar que sabía que yo fui quien se acostó con él aquella noche cuando yo juraba que no tenía ni idea… Y ahora quiere añadirme a su lista.

Chloe alzó las cejas.

—¿Te lo ha dicho?

—No hizo falta. Su arrogancia lo decía todo.

______ dudaba de que pudiera llegar a olvidar su salida y cómo había asegurado que hablarían más tarde. Estaba muy enfadada con él. Lo único bueno de su forma de salir fue la hipnotizadora visión de su trasero antes de que ella cerrara de un portazo.

—Conozco a Justin desde hace más tiempo que tú, Chloe. Y no conoce el significado de la palabra compromiso hacia una mujer —aseguró.

Su amiga se encogió de hombros.

—Tal vez esté preparado para cambiar.

______ puso los ojos en blanco.

—No creo.

—Quién sabe —Chloe apoyó un dedo en la barbilla—. De los tres solteros empedernidos Bieber, Jason, Zane y Justin, creo que Jason será el primero en casarse. Después Justin, y por último Zane —se rió entre dientes—. Me imagino a Zane gritando, dando patadas y protestando camino del altar.

______ no pudo evitar sonreír porque ella también se lo podía imaginar. Zane era más mujeriego todavía que Justin. Jason no tenía tanta mala fama como los otros dos, pero también estaba considerado como un conquistador porque no se comprometía con ninguna mujer.

—Justin está convencido de que va a volver a llevarme a la cama, pero voy a demostrarle lo equivocado que está.

Chloe le dio un largo sorbo a su té helado. Había salido de compras y decidió pasarse por casa de ______. Por desgracia, había encontrado a su mejor amiga de mal humor y no había tardado mucho en conseguir que le contara todo.

—Dime una vez más por qué no quieres volver a acostarte con Justin.

______ puso los ojos en blanco y se reclinó en el sofá.

—Sé cómo tratan los Bieber a las mujeres. No quiero convertirme en una de esas chicas que se pasan la vida sentadas al lado del teléfono con la esperanza de recibir una llamada suya.

—Pero has estado esperando a Justin durante años.

—No le he estado esperando. Sí, le amaba, pero sabía que él no me amaba a mí y lo aceptaba. Así estaba bien. Tenía una vida. No esperaba que me llamara ni que apareciera en la puerta sólo para darse un revolcón.

Chloe se rió.

—No fue en busca de un revolcón exactamente. Salió contigo.

—Pero eso no es relevante.

Chloe se inclinó hacia delante con una sonrisa.

—¿Y qué es lo relevante? Te advertí que cuando probaras a un Bieber te volverías adicta. Ya has estado con Justin más de una vez, así que ten cuidado. Mantenerte alejada de él te va a costar trabajo.

______ sacudió la cabeza.

—Tú no lo entiendes, Chloe.

Su amiga sonrió con tristeza.

—Tienes razón, no lo entiendo. No entiendo que una mujer enamorada no intente atrapar por todos los medios al hombre que ama. ¿De qué tienes miedo?

______ miró Chloe.

—De fracasar. Eso me rompería el corazón —aspiró con fuerza el aire—. Tengo una prima que sufrió un ataque de ansiedad por un hombre. Tenía veinte años, y sus padres la enviaron desde Nashville a pasar una temporada con nosotros. Era sencillamente patética. Se iba a la cama llorando y se levantaba igual. Resultaba deprimente. Odio decir esto, pero estaba deseando que se recuperara lo suficiente para marcharse.

—Qué triste.

—Así son las cosas cuando te enfrentas a un hombre como Justin.

Chloe alzó una ceja.

—Sigo pensando que te equivocas respecto a él.

______ sabía que no podría cambiar el modo de pensar de su mejor amiga; pero pensaba tomar todas las precauciones posibles en lo que a Justin se refería. Ahora la veía como un reto porque era una mujer que no estaba dispuesta a seguirle el juego. Algunos hombres no se tomaban bien el rechazo, y le daba la sensación de que Justin Bieber era uno de ellos.

La noche de su vida | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora