XXXIV

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Chloe dejó escapar un suspiro.

—Creo que no deberías irte, ______.

______ se secó las lágrimas de los ojos.

—No tengo ningún motivo para quedarme —aseguró recogiendo sus cosas—. Lo has visto con tus propios ojos. Aparece Ashira y él se marcha. Quería demostrarme que lo que me dijo el otro día era cierto, y lo ha hecho.

Chloe sacudió la cabeza.

—Pero yo no creo que haya sido así. Según Zane y Jason, Justin dijo que se trataba de un asunto de negocios, y seguramente tuviera que hablar con ella sobre el caballo que está intentando venderle a su padre.

—¿Y no podía esperar? Por favor, no pongas excusas a lo que he visto con mis propios ojos, Chloe. Ashira chasquea los dedos y él va tras ella. No quiero estar aquí cuando vuelvan —______ abrazó a Chloe—. Te llamaré más tarde.

Sabía que le costaría trabajo despedirse de los demás.

Verían el dolor en sus ojos y sentirían lástima por ella. Pero logró hacerlo, sólo estuvo a punto de venirse abajo cuando Zane la estrechó entre sus brazos y le pidió que se quedara un poco más. ______ forzó una sonrisa y le dijo que no podía antes de meterse en el coche a toda prisa y salir de allí.

Justin regresó más de una hora después. No era su intención estar tanto tiempo fuera, pero cuando llegó a casa de los Lattimore se había encontrado con otro drama. Ashira le había hecho creer a su padre que las cosas entre ellos iban en serio, y lo primero que tuvo que hacer fue decirle a Phillip Lattimore que no era así. Y luego tuvo que hacerle saber a Ashira que no la consideraba como candidata a esposa, porque nunca se uniría a alguien tan mimado y egoísta como ella. Aquellas palabras no le habían sentado demasiado bien, y Justin se había quedado varado en casa de los Lattimore. Tuvo que llamar a Pete para que fuera a buscarle.

En cuanto se bajó del coche patrulla de Pete supo que algo no iba bien. Entendía por qué todo el mundo le estaba mirando, seguramente preguntándose por qué Pete le había llevado en lugar de Ashira. Pero no sólo le estaban mirando, le miraban enfadados.

—Parece que tu familia está molesta contigo —dijo Pete.

—Sí, eso parece —reconoció Justin —. Gracias por traerme.

Cuando el coche patrulla se hubo marchado, Justin deslizó la mirada hacia el grupo que estaba en el jardín. Buscaba a una persona en particular, pero no la vio.

—¿Dónde está ______?

Fue Canyon quien respondió en tono beligerante.

—Oh, ¿ahora te acuerdas de que existe?

Justin frunció el ceño.

—¿De qué estás hablando?

Dillon cruzó los brazos sobre el pecho.

—Invitaste a ______ a venir y te largas con otra mujer sin dirigirle siquiera una mirada. Esperaba algo más de ti, Justin .

Justin frunció todavía más el ceño.

—Las cosas no han sido así.

Ahora le tocó a Ramsey el turno de hablar.

—Así las hemos visto nosotros.

—Y también ______ —le espetó Bailey—.

No puedo creer que te marcharas de aquí con una de esas chicas tontas, con la más tonta de todas, y dejaras colgada a ______. Y encima apareces una hora después y crees que va a estar aquí esperándote. Eres un engreído.

—Ya os he dicho que las cosas no son así —dijo mirando a su alrededor a toda la familia.

—Vas a tener que convencer a ______ de eso —aseguró Chloe con frialdad—. Sobre todo porque hace un par de semanas, Ashira fue a ver a ______ a la revista y le aseguró que podría tenerte cuando quisiera, y que tenéis un acuerdo por el cual ella se convertirá en un futuro en tu mujer —añadió Chloe disgustada.

—Y una porra —gruñó Justin .

—Da lo mismo. Ashira ha venido hoy aquí a demostrar que tenía razón y a ojos de ______ lo ha conseguido.

—No permitiré que un malentendido como éste se interponga entre nosotros —aseguró él dirigiéndose hacia su camioneta—. Tengo que ir a verla.

La noche de su vida | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora