Epílogo.

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______ trató de no mirar a su alrededor porque sabía que todos los ojos estaban puestos en ellos. Estaban en medio del salón de baile, y todo el mundo se había acercado para ver qué pasaba.

Una sonrisa se dibujó en labios de Justin , pero cuando se dio la vuelta y la miró a los ojos estaba muy serio. Entonces dijo con voz alta y clara:

—No sabía que tenía corazón hasta que ______ se apoderó de él —hizo una pausa y añadió—: Y eso es algo que ninguna otra mujer ha sido capaz de conseguir.

Ella apartó la vista y se negó a creer lo que le parecía haber escuchado. No quería equivocarse respecto a lo que estaba diciendo. No podía ser verdad de ninguna manera.

Como si le hubiera leído el pensamiento, Justin tiró de su mano para obligarla a mirarle.

—Es la verdad, ______. Estoy tan locamente enamorado de ti que no puedo pensar con claridad. Estás tan llena de bondad y de amor que no puedo imaginar no amarte. Y esto no es algo que haya descubierto esta mañana al despertarme. Hace tiempo que sé que te amo, pero no quería reconocerlo. Tengo miedo de amar a alguien y después perder a esa persona. Creo que muchos de los Bieber de Denver no podemos evitar sentirnos así debido a las tremendas pérdidas que tuvimos que soportar en el pasado. Pero quiero estar unido a ti. Tú me haces completo. Sin ti no soy nada.

______ no pudo evitar que las lágrimas le resbalaran por las mejillas. No podía creer lo que Justin estaba diciendo. Le estaba declarando su amor delante de todo el mundo. De su familia. De los padres de ella. De sus vecinos y amigos. De Ashira. De las amigas y los padres de Ashira. Delante de todo el que quisiera oírle.

Estaba claro que Ashira y sus amigas no querían. ______ las vio salir de allí. A ella no le importó. El hombre que llevaba toda la vida amando le estaba haciendo saber delante de todo el mundo que él la amaba también.

—Y cuando un hombre siente un amor así por una mujer —estaba diciendo Justin —, escoge a esa mujer como compañera de vida. La mujer que quiere convertir en su esposa.

______ observó asombrada cómo se hincaba sobre una rodilla, le sujetaba la mano más fuerte y la miraba a los ojos.

—______, ¿quieres casarte conmigo? ¿Quieres llevar mi apellido y ser la madre de mis hijos? A cambio yo seré el mejor marido del mundo para ti. Te amaré, te honraré y te cuidaré mientras viva. ¿Quieres casarte conmigo?

Mientras trataba de recuperarse de aquella proposición pública, sintió cómo le deslizaba un anillo en el dedo. Bajó la vista. El diamante brillaba tanto que casi la cegó. Lo único que pudo hacer fue quedarse mirándolo maravillada.

—Tienes una proposición sobre la mesa, ______. Por favor, respóndele a este hombre —gritó alguien entre la gente.

Ella no pudo evitar sonreír mientras se secaba las lágrimas. Era la voz de su padre. Miró a Justin a los ojos. Seguía de rodillas, esperando.

—Oh, Justin —dijo a través de las lágrimas—. Sí. Sí, me casaré contigo.

Sonriendo, él se puso de pie y la estrechó entre sus brazos para besarla apasionadamente. ______ no supo cuánto tiempo duró el beso. Lo único que supo fue que la orquesta estaba tocando otra vez y que la gente bailaba a su alrededor. A ellos no les importaba. Aquélla era su noche e iban a disfrutarla.

Horas más tarde, Justin y ______ estaban tumbados desnudos en la cama en la que todo había comenzado, en La mazmorra de Justin .

—Te amo —susurró él con dulzura—. Lamento todos los años en los que no fuiste la única mujer para mí.

______ le sonrió.

—No estabas preparado para una relación seria entonces, y en cierto modo me alegro —se rió—. Además, tenías que impresionar a mi padre.

—¿Y crees que lo he conseguido?

—Sí. Acercarte a él y pedirle permiso para casarte conmigo te ha granjeado sin duda muchos puntos. Vas a ser su yerno para toda la vida.

—Cariño, tengo intención también de ser tu marido toda la vida.

Justin se inclinó para capturar su boca con un beso. ______ era suya, y su amor no había hecho más que empezar.

Un mes y medio más tarde

—De acuerdo, Justin , puedes besar a la novia.

Una amplia sonrisa iluminó las facciones de Justin cuando estrechó a ______ entre sus brazos. Era la mujer a la que amaba, a la que deseaba, y cuando capturó su boca con la suya supo que compartirían una maravillosa y larga vida juntos.

Finalmente la soltó y se giró hacia sus invitados mientras el sacerdote les presentaba como el señor y la señora de Justin Bieber. Le gustaba cómo sonaba aquello, y se preguntó por qué había permitido que el miedo le mantuviera tanto tiempo alejado del altar. Pero como ______ había dicho, hasta ahora no estaba preparado.

Un poco más tarde, con la mano de su mujer en la suya, se dirigieron hacia casa de Justin, que las mujeres de la familia habían convertido en El Castillo de Justin y ______ para la boda.

—¿Eres feliz? —le preguntó él mirándola y apretándole la mano.

—Inmensamente —______ sonrió.

Justin pensó que estaba preciosa, y dudaba mucho que pudiera olvidar nunca lo que sintió cuando la vio avanzar por el pasillo del brazo de su padre. Era la más hermosa visión en blanco que había visto jamás. Habían decidido viajar de luna de miel a Dubai, y de camino pensaban visitar a Callum y a Gemma en Australia antes de volver a casa.

—Es hora de que lances el ramo a las damas solteras, ______ —dijo Gemma acercándose a ellos.

______ se giró hacia Justin y le depositó un beso en los labios.

—Vuelvo enseguida —susurró.

—Y yo estaré aquí esperándote —fue su respuesta.

La vio dirigirse hacia la zona en la que había más de treinta mujeres, incluidas sus hermanas.

—Nunca te había visto tan feliz, Justin —dijo Jason sonriendo mientras se acercaba—. Felicidades.

—Gracias, voy a darte el mismo consejo que les he dado a Zane, a Riley, a Canyon y a Stern esta mañana en el desayuno. Estar soltero está bien, pero casarse es mucho mejor. Hazme caso.

Justin pensó que, si alguno de sus primos solteros escucharía su consejo, ése sería Jason. Estaba a su lado en el baile benéfico cuando la nieta del viejo Bostwick hizo su entrada. Resultaba obvio que Jason se había quedado impresionado con su belleza.

—Entonces, ¿has conocido ya oficialmente a la nieta de Bostwick? —le preguntó Justin .

Jason sonrió.

—Sí, me presenté a ella en el baile. Se llama Elizabeth, pero prefiere que le llamen Bella.

Justin asintió.

—¿Le hiciste saber que estás interesado en sus tierras y en Hercules?

—Sí, hablamos un poco antes de que Kenneth Bostwick nos interrumpiera. He oído que todavía no ha tomado una decisión sobre lo que quiere hacer. No creo que esté interesada en quedarse por aquí. Éste no es lugar para una bella damisela del sur, y además, no sabe nada de ranchos.

—Pero tú sí. Podrías echarle una mano.

Jason pareció sorprenderse.

—¿Por qué iba a hacer algo así? Ella tiene las dos cosas que yo quiero, las tierras y el semental. Cuanto antes decida venderlos y volver a Savannah, mejor para mí. Haría cualquier cosa para conseguirlos.

Justin miró a Jason y vio que su primo hablaba en serio.

—Recuerda lo que te he dicho Jason. Las posesiones materiales no significan nada. Pero el amor de una buena mujer lo es todo.

Entonces vio que ______ se acercaba a él. Era una buena mujer. Era su vida, y ahora también era su esposa.

Fin

La noche de su vida | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora