XXXII

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______ sintió un escalofrío ante la emoción de volver a verle. Era viernes e iban a ir a patinar otra vez.
El intercomunicador de su mesa sonó, sobresaltándola.
—¿Sí?
—Señorita Conyers, la señorita Ashira Lattimore ha venido a verla.
______ sintió un nudo en la garganta. ¿Por qué querría verla Ashira Lattimore? Sólo había una manera de averiguarlo.
—Gracias, Wanda. Dile que pase.
No transcurrió mucho tiempo antes de que la otra mujer llamara a la puerta con los nudillos.
—Adelante.
Ashira entró, y estaba tan guapa como las otras veces en las que ______ la había visto. Pero sabía que su belleza sólo era fachada. Había escuchado incontables historias sobre aquella mujer caprichosa y egoísta que se creía la dueña de Justin . En cierto modo, le sorprendía que Ashira no se hubiera enfrentado a ella hasta ahora.
—Ashira, qué sorpresa. ¿Qué puede hacer Sencillamente Irresistiblepor ti? —______ empastó una sonrisa falsa.
La otra mujer no se molestó en devolverle la sonrisa.
—He estado fuera visitando a una pariente enferma en Dakota, ______, y quería que supieras que ya he vuelto.
______ se cruzó de brazos.
—¿Y se supone que eso tiene que significar algo para mí?
La mujer miró el ramo de flores, hizo una pausa y luego dijo:
—Creo que sí, en lo que a Justin se refiere. No sé si te lo ha contado, pero nosotros tenemos un acuerdo.
—¿Ah, sí?
—Sí. No importa con quién coquetee, siempre vuelve conmigo. Le conoces desde hace tiempo y seguro que estás al tanto de nuestra historia.
—Por desgracia no, y el hecho de que vengas a verme para reclamar un supuesto derecho que crees tener dice mucho. Me hace pensar que no estás tan segura de ti misma como parece —dijo con más fuerza de la que sentía.
—Piensa lo que quieras. Sólo recuerda que cuando haya terminado contigo volverá a mí. Tenemos planes de casarnos algún día.
A ______ se le cayó el alma a los pies al escuchar aquello.
—Felicidades para los dos. Y ahora, si has terminado, creo que deberías marcharte.
Fue entonces cuando Ashira sonrió, pero la sonrisa no le llegó a los ojos.
—Muy bien, pero recuerda mi advertencia. Estoy intentando ahorrarte el dolor.
La mujer salió entonces de su despacho.
Justin clavó la mirada en el rostro de ______.
—¿Te encuentras bien? Estás muy callada esta noche.
Habían regresado a casa de ______ después de patinar, pero ella casi no había abierto la boca desde que la recogió aquella noche.
______ sonrió.
—Sí, estoy bien. Ha sido una semana dura de trabajo y me alegro de que sea fin de semana. Lo necesitaba.
Justin la estrechó entre sus brazos.
—Yo también. Esta semana van a llegar más caballos, y la semana siguiente empezarán a aparecer todos mis parientes para el baile benéfico de los Bieber. Vas a venir conmigo, ¿verdad?
______ parecía sorprendida de que se lo hubiera pedido.
—¿De verdad quieres llevarme?
—Por supuesto, ¿por qué lo preguntas?
—No sé. No estaba muy segura de qué planes tenías.
Justin tenía en la punta de la lengua decirle que tuviera los planes que tuviera siempre la incluirían a ella, pero no lo hizo. Últimamente estaba sintiendo cosas por ______ que no comprendía y en las que prefería no indagar.
—He oído que Gemma viene a pasar unos días a casa —dijo ella atajando sus pensamientos.
Justin sonrió.
—Sí, tengo muchas ganas de verla. Me entristeció que se fuera a Australia, pero Callum la ama y sabemos que está cuidando bien de ella.
—Sí, él la ama.
Había algo en su tono de voz que sonaba reflexivo, como si se estuviera preguntando qué se sentiría al ser amada así por un hombre. Durante un instante Justin no supo qué decir, así que decidió no decir nada. Lo que hizo fue inclinar la cabeza para besarla. Y cuando ella le echó los brazos al cuello y le devolvió apasionadamente el beso, la tomó en brazos y subió con ella las escaleras hasta el dormitorio.
Increíble.
Justin aspiró con fuerza el aire. Había sido maravilloso, como siempre que hacía el amor con ______. Era una mujer increíble. La miró y vio que se había quedado dormida con el cuerpo pegado al suyo. La habitación estaba en silencio, y su mente recordó todas las cosas que habían hecho juntos durante las últimas semanas, y no sólo las del dormitorio.
Le gustaba llevarla a sitios, que le vieran con ella y pasar tiempo a su lado. La exclusividad estaba funcionando, pero sabía que se debía a ______. No pensaba en ninguna otra mujer. No deseaba a ninguna otra. Y su temor interno a que algo le sucediera se iba calmando con el paso de los días. Cuando sopesaba todas las posibilidades y pensaba en lo que podía llegar a ocurrir, nada le parecía más importante que pasar tiempo con ella, estar con ella. El resto de su vida. La amaba.
Justin aspiró con fuerza el aire porque en aquel momento no podía imaginarse estar sin ella. Quería vivir cada día intensamente a su lado, amarla completamente.
Era la única mujer que deseaba, era su alma gemela y algún día sería su mujer.
Su mujer.
Una sonrisa se le asomó a los labios. Ninguna otra mujer merecía aquel título. Y estaba decidido a que ______ y sólo ella lo llevara. Sabía que no debía precipitarse. Tenía que tomarse las cosas con calma y creer que algún día se daría cuenta de que era la única mujer que podía convertirse en su esposa.

La noche de su vida | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora