• El arte de tus ojos • || [ Jungkook y tú ] (+14) Lemon

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Sonrió por sus palabras, y colocando mis brazos enrollados en su cuello, lo beso profundamente, mientrás él toca todo lo qué tenga al alcance.

Hasta qué, se detiene por unos instantes y rasgando con los dientes el pequeño sobresito donde está el condón, se lo colocá y vuelve a mirarme a los ojos.

-Okey baby, te preguntaré, ¿cuando fue la última vez que tuviste relaciones?

-Hace 1 año Jungkook ¿Qué tiene que ver eso?

-Porqué te dolerá un poco, tengo el miembro muy estrecho y si no tienes relaciones hace bastante puede dolerte ¿si? -Respondió -si no puedes soportarlo, solo me dices y me detendré ¿okey?

Asentí algo nerviosa, notando como Jungkook abría mis piernas lentamente y se colocá entre ellas.

De un momento a otro, la punta de su miembro está en la entrada de mi vagina.
Poco a poco va entrando. Tenía razón, iba a doler.

La tiene muy grande, más encima que mi cuerpo estaba acostumbrado a otra cosa (cosita), era evidente que algo iba a molestarme.

Siento como si pellizcaran lugares que ni siquiera sabía que podía sentir. Astor no sabía llegar a esto, con él jamás había llegado a un orgasmo, jamás me había hecho sentir como lo esta haciendo Jungkook ahora.

Cierro los ojos, abriendo mi boca para dejar salir un gemido agudo y fuerte. Era de dolor y placer a la vez.

-Joder amor, ¿estas bien? -Preguntó Jungkook al escuchar mi raro gémido.

Asentí levemente y él gimió bajo, acomodandose.

-¿Puedo moverme amor? -Volvió a preguntar.

Con la poca respiración que me quedaba respondí que sí.

Jungkook jadea y besando cada parte de mi rostro, comienza a moverse lentamente dentro mio.

Cada vez que su miembro entra el dolor se vuelve sordo y mi vagina comienza a ajustarse a él.

-Mierdaaa, esto es el cielo -Decía Kookie, entre jadeos y gémidos cortos..

Gimó y colocó mis manos en su espalda sudada, pasando mis uñas cuando él incrementa la velocidad.

Es un momento muy díficil de explicar. Es estar conectada en cuerpo y alma con la persona que realmente amas. Mierda qué el sexo es bueno cuando se hace con amor.

Al pasar los minutos, Jungkook se mueve cada vez más rápido, dandomé unas embestidas maravillosas y placenteras.

Observo como su cuerpo se perla por él sudor, como la vena que tiene en su frente se hincha, como cierra sus ojos y muerde sus labios.

-Te amo tanto mi amor -Decía mientrás me embestía cada vez con más velocidad.

Me quedé unos segundos sin exclamar nada, para dejar salir posteriormente un grito de placer extremo.

-¡Aaaah!

Siento nuevamente esta corriente eléctrica pasar por todo mi cuerpo, Jungkook esconde su rostro en mi cuello mientrás se derrama dentro de mi, podía sentir ese calor, pese a estar usando condón.

Lo abrace con todas mis fuerzas, y así nos quedamos por unos segundos, hasta qué con una sonrísa de par en par, salé lentamente de mi, y se acuesta a mi lado, llevandome con él.

-¿Como te sientes amor? -Preguntá el más hermoso.

-Perfectamente mi rey, eres el mejor -Respondí llevando mis manos a sus mejillas.

-Esté es uno de los mejores momentos de mi vida mi amor. Te amo tanto, no te imaginas cuanto -Exclamabá Kookie.

-Él mio también mi amor, es un momento qué estabamos esperando ansiamente los dos -Le dijé.

Coloqué mis brazos cruzados encima de su pecho y puse mi rostro allí, mirandolo fijamente.

-Ha sido mejor de lo qué soñaba, no puedo esperar a la próxima vez -Exclamé con una risa pícara.

Jungkook rié y me toma de las mejillas.

-Pequeña pervertida -Decía con una sonrisa.

Al cabo de unos minutos nos gano el sueño y el cansansio y decidimos dormir.

Jungkook besa mi frente y, tomando las sabanas blancas manchadas con sudor de los dos, me arropa y tapa.

Me colocó una camiseta de él y me acerco mis bragas. Tenían que verlo vistiendome, no puede ser tan tierno.

Ahora sí, me recuesto en la cama y comienzo a recordar todo otra vez. Sonrió inconcientemente, mientrás observo el techo, cada detalle, cada caricia, cada mirada, cada palabra y cada movimiento.

Puse mis manos en el pecho de Jungkook, mientrás él me abrazaba con uno de sus brazos, y me quedé plenamente dormida.