Las vacaciones pasaron rápido y el primer día de Universidad había llegado.
Colin estaba listo y para no perder la costumbre, Mickey ya estaba esperándolo afuera de su casa.
—Estaba por llamarte —habló Mickey en cuanto vio a Colin salir de su casa.
Colin solo sonrió, desde aquel día en el que fueron a acampar la relación entre ellos se había tornado un poco extraña y cada que estaban solos era incómodo. Parecía que Mickey ni siquiera recordaba lo que había pasado, pero en caso contrario todo lo sucedido era lo único que pasaba por la mente de Colin.
—¿Dónde esta Louie? —preguntó Colin después de que Mickey pusiera en marcha el auto.
—Ya sabes como es su tía —soltó una risa— quiso llevarlo solo por hoy.
—Ya veo...
—Como sea, les tenía una sorpresa preparada, pero como Lou no esta supongo que habrá que esperar —suspiró.
—Sabes que soy muy curioso, tendrás que decirme —se quejó, tomandolo del brazo.
—Lo siento, no puedo —sonrió— Louie tiene que estar también.
—Entonces no hubieras dicho nada —soltó su brazo.
—Te diré... si me besas —Colin abrió grande los ojos y se puso rojo— solo bromeó, aunque uno en la mejilla no estaría mal —rió, mientras acercaba su mejilla a Colin.
—No seas idiota —lo alejó.
—¿Qué? ¿Ya no soportas ni ese tipo de bromas?
Tenía razón, si seguía evadiendolo de esa forma se daría cuenta de que algo ocurría. Antes de lo que sucedió aquel día los tres hacían bromas de ese tipo y ninguno actuaba de la manera en que Colin lo había estado haciendo.
—Estoy... nervioso, supongo —tragó saliva— lo siento.
—¿Te pongo nervioso? —se acercó, recién habían parado en un semáforo.
—No es lo que trataba de decir —rió.
—Te dejaré por ahora —arrancó nuevamente.
Los dos siguieron platicando el resto del camino, seguía siendo un poco incómodo pero ya no como al principio.
Después de varios minutos Mickey estaciono en el estacionamiento de la Universidad.
—¿Estas listo? —preguntó Mickey.
—Eso creo —respondió para después bajar del auto.
En la entrada estaba Louie, sonriente como siempre.
—¿Cuánto más me iban a hacer esperar? —se acercó para abrazarlos y darles un beso en la mejilla a cada uno.
—Es culpa de Colin —contestó Mickey, divertido.
—Claro que no —lo empujó.
—Ya que importa, dejen de pelear.
Tras una mañana aburrida, en la que les dieron la bienvenida y les dieron toda la información que necesitaban para su primer día de clases los tres chicos estaban en la sala de estudio, tomando el pequeño descanso de diez minutos que les habían otorgado.
—¿Qué más podría pedir? —empezo Louie— por fin en la Universidad, junto a mis dos mejores amigos.
—Eso me recuerda... —habló ahora Mickey— le había dicho a Colin que les tenía una sorpresa.
—Cierto, lo había olvidado —se unió Colin, sentándose apropiadamente en la silla.
—Durante el verano estuve buscando departamentos en renta cerca de aquí —sonrió— y he dado la cantidad inicial para rentarlo para los tres.
—¿Hablas en serio? —preguntó Louie emocionado.
—Si —contestó igual de emocionado— solo si están de acuerdo en dividirnos la renta y algunos otros gastos.
—Eso no es problema, hombre, eres asombroso —se acercó a abrazarlo.
—¿Qué dices Colin? —como pudo extendió los brazos, invitandolo al abrazo.
—Obviamente —sonrió y se acercó.
Faltaban poco menos de cinco minutos para que el descanso terminará, los tres estaban hablando de las cosas que harían cuando vivieran juntos y demás.
—¿Colin? —preguntó un chico alto, de cabello castaño-rubio.
—¿Wesley? —dijo en respuesta, claramente nervioso.
—Jamás pensé encontrarte aquí —sonrió y se sentó junto a él sin ser invitado.
—Yo tampoco —se alejo un poco, su cercanía lo ponía aún más nervioso.
Louie y Mickey miraban muy confundidos, el chico de nombre Wesley se veía al menos un año mayor que ellos, ¿cómo es que conocía a Colin?
—Espera, Colin, espera —interrumpió Mickey— ¿de dónde se conocen?
Colin volteó a ver a Wesley, en busca de una buena respuesta pero este solo levantó un poco los hombros... solo esperaba que si decía lo que tenía en mente Wesley le siguiera el juego.
—Nos conocimos por Internet —tragó saliva— y nos reunimos en vacaciones, eso es todo —no se veía muy convencido de ello, pero Mickey decidió creerle.
La siguiente clase estaba por empezar, así que los cuatro chicos se levantaron de donde estaban sentados, tomaron sus cosas y comenzaron a caminar.
—¿Podrían adelantarse? Quiero platicar con Wesley —habló Colin después de que salieran de la sala de estudio.
—No te tardes —contestó Louie, Mickey estaba callado.
Una vez que Louie y Mickey estuvieron lo suficientemente lejos, Colin suspiró.
—¿Qué es lo que quieres hablar? —sonrió con ternura, Colin era realmente pequeño a su lado.
—Por favor, no vayas a decir nada de como nos conocimos —sus ojos suplicaban por ello.
—No lo haré, parece que tus amigos no saben nada —hizo una pausa— pero tendrás que decirles en algún momento.
—No creo poder —se puso nervioso, Wesley soltó una pequeña risa— ¿de qué te ríes?
—Eres muy lindo Colin —pasó su mano por el cabello del mencionado.
—Es raro que digas algo así —empezo a caminar, Wesley lo siguió.
—Te gusta, ¿no? O al menos aquella vez parecía que te gustaba.
—Para, es vergonzoso —dijo sin siquiera mirarlo.
Wesley no contestó, tomó a Colin del brazo y lo atrajo hacía sí para darle un beso en los labios sin permiso alguno.
—Estamos en mitad del pasillo —se separó alarmado, al tiempo que volteaba a todos lados.
—Todos ya entraron a clases, no te preocupes —lo abrazó.
—Bueno... solo no vuelvas a hacerlo —dejó que lo abrazara.
—Lo siento —rió.
—Nadie puede saber lo que sucedió —lo separó— te lo pido, no se lo cuentes a nadie.
—Ya te he dicho que no lo haré, lindo —retomaron la caminata— pero dime que no intentarás alejarte de mi.
—Te lo dije aquella vez.
—Quería estar seguro —se detuvo— mi salón queda por allá, te mandaré un mensaje luego.
—Nos vemos —saludó con la mano.
Dio un suspiro antes de entrar al salón, jamás pensó que Wesley iría en la misma universidad que él y su presencia no le incomodaba pero era un poco extraño convivir con él en el mismo ambiente que sus amigos después de lo que había pasado en el verano.
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Qué Tan Lejos Hemos Llegado
Storie d'amoreMickey nunca supo como decirle a Colin todo lo que sentía por él, su amistad era algo mucho más importante. Hasta que un par de cervezas una noche de verano lo hacen cometer un pequeño error. Pequeño error que deja a Colin lleno de preguntas y duda...