Qué Tan Lejos Hemos Llegado

27

—Para —empezó Mickey, con una sonrisa— Colin, para... —repitió, antes de abrir los ojos y darse cuenta de que era Ita quien estaba lamiendo su mejilla— Ita —soltó una risa, mientras volteaba a donde se supone que Colin estaba, para llevarse la sorpresa de que no había nadie.

Mickey tomó a Ita en brazos y la bajó de la cama, para después levantarse y caminar hasta el baño. Después de haber terminado con lo que tenía que hacer, salió del baño y se paró un rato en la ventana de su habitación para llevarse la sorpresa de que Colin estaba en el patio trasero de la casa.

Si había algo que Mickey temía, era que después de lo de ayer las cosas cambiaran entre ellos... algo como un beso realmente no significaba mucho, incluso podría besar a Louie y sabía que las cosas seguirían igual. Pero después de lo que pasó la noche anterior no sabía como es que las cosas podían terminar.

—¿Colin? —llamó una vez que había llegado hasta donde estaba, el mencionado volteó.

—Hola —sonrió un poco... había algo diferente en sus ojos.

—¿Estás bien? —preguntó, sentándose junto a él.

—Estoy bien —contestó, volviendo su vista al frente— dijiste que me explicarías...

—Cierto —interrumpió, nervioso— por dónde empiezo... —se dijo a sí mismo para después dar un suspiro tras previamente hacer una pausa— hace algunos años, aparte de Louie tenía un mejor amigo en la escuela en la que estaba —dio un suspiro más— las cosas entre nosotros comenzaban a ser incómodas cada vez que nos quedábamos solos, hasta que un día me besó —Colin volteó a verlo— tuvimos... algo, a la fecha no sé exactamente lo que fue pero cada vez que nos veíamos nos besábamos y todo ese tipo de cosas... pensé que estábamos saliendo pero no era así —tragó saliva— tarde fue cuando me di cuenta de que era solamente un juego para él... todo el tiempo él había estado saliendo con una chica y cuando le pregunté que por qué había hecho algo tan cruel su respuesta fue simple —sonrió mientras negaba con la cabeza, no era algo que le siguiera afectando pero seguía siendo un poco difícil de contar— "aposté con ella a que eras gay" —suspiró— fue ahí cuando decidí hablar con Louie, no le conté nada acerca de lo que había sucedido, lo único que le dije fue que estaba confundido —ahí fue cuando Colin recordó que eso era parte de lo que Louie le había contado hace un buen tiempo— aclaré mis sospechas desde el momento en que te vi por primera vez.

—¿Quieres decir que eres gay? —preguntó Colin, estirando su brazo y acariciando el cabello de Mickey— aún no contestas mi duda —espetó antes de que Mickey pudiera hablar nuevamente.

—Si —contestó— como pensaba que jamás me verías de manera distinta traté de conocer más personas... empecé buscando chicas pero ninguna de ellas era atractiva para mí, cuando empecé a buscar por algún chico encontré a alguien que creí que realmente me gustaba, por lo que las cosas simplemente se dieron... la primera vez fue un desastre —soltó una pequeña risa al recordar— pero sin embargo no fue la última. Pensé que con el tiempo podría olvidarme de ti pero cada que pasaba el tiempo con Alex solo pensaba en ti —hizo una pausa de repente al darse cuenta de que había mencionado el nombre del chico— no estábamos saliendo, por lo que simplemente dejamos de hablar... se perdió el interés —suspiró.

—¿Por qué nunca supe de ese chico?, ¿Louie sabía?

—Si, él sabía... no quise decirte porque creía que después de  hacerlo notarías lo que siento por ti —tomó la mano de Colin— ¿feliz? —preguntó al notar que Colin no iba a responder.

—No me molesta que no me hayas dicho... pero no entiendo como es que no lo noté antes —quitó su mano del agarre de Mickey y juntó sus rodillas contra su pecho.

—¿Qué es lo que sucede? —cuestionó tratando de encontrar su mirada— ¿te sientes mal? —Colin se quedó callado por un buen rato.

—No fue un error... —empezó con la voz temblorosa, estaba a punto de llorar— estaba consciente de lo que hacía, pero no quiero que vuelva a suceder —las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas— lo extraño, Mickey... esto se siente como engaño.

—Odio ser yo quien tenga que decírtelo, pero él no va a volver —dio un suspiro, al tiempo que trataba de acariciar su mejilla, Colin se apartó de inmediato.

—Debe haber una buena razón —ahora más que triste, estaba enojado— ¿cómo sabes que no va a volver? Tú no lo conoces, nunca quisiste hacerlo —estaba a la defensiva.

—¿Cuánto tiempo llevas sin saber nada de él? —Colin no contestó— casi un mes... Colin, casi un mes.

—Sé que volverá, sé que tiene una buena razón para no llamar o para no contestar los mensajes —dijo muy apenas entre llantos— lo conozco, maldita sea, lo conozco... —escondió la cabeza entre el hueco de sus piernas y pecho.

—Tranquilo —se acercó un poco más, lento, tratando de encontrar su mirada una vez más— todo va a estar bien —pasó uno de sus brazos por los hombros de Colin— no fue un error, tú lo has dicho —Colin levantó un poco el rostro, para así poder ver a Mickey a los ojos— te amo, Colin, realmente te amo... déjame demostrártelo.

—Dame tiempo, es lo único que pido —sus ojos estaban rojos, su labio inferior temblaba y su mirada simplemente reflejaba tristeza— quiero creer que él en serio va a volver... pero por favor, dame tiempo.

—He esperado bastante por ti, te daré todo el tiempo que quieras, pero por favor promete que me darás una oportunidad —Colin simplemente trató de sonreír, mientras limpiaba sus ojos con el torso de su mano.

Al no obtener respuesta alguna del menor, Mickey se acercó, para darle un beso en los labios, el cual Colin no respondió pero para el cual tampoco se quitó. 

Justo antes de que Mickey se separará, el celular de Colin comenzó a sonar, haciéndolo separarse al instante por el susto que el sonido provocó. En cuanto vio "Mamá" como la persona que lo llamaba contestó.

—Bueno... —interrumpieron al otro lado de la línea.

—Colin, necesitas venir en este momento —al escuchar la pequeña y temblorosa voz de su hermanastra supo que algo andaba mal, cosa que lo hizo preocupar bastante...