Qué Tan Lejos Hemos Llegado

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El tiempo seguía pasando. Las cosas entre Mickey y Colin iban realmente bien.
Habían tenido bastantes citas y Colin ya ni siquiera pensaba en Wesley y aunque no fuera oficial Mickey y Colin parecían y actuaban completamente como una pareja.

Tan rápido pasaba el tiempo que estaban a semanas de terminar el segundo año en la Universidad. Colin seguía viviendo en casa de su madre, aunque justo ahora estaba guardando sus cosas para volver al departamento junto a Louie y Mickey, cuando su celular empieza a sonar, era una llamada de Piper.

—¿Si? —contestó Colin, poniendo su celular entre su oreja y hombro.

—¿Estas en casa de tu mamá? —preguntó Piper como siempre, yendo al punto.

—Si, ¿por... —Piper interrumpió.

—Esta bien, pasaré por ti en diez minutos, no acepto no por respuesta así que tienes que estar listo —sin más colgó.

Colin no dijo nada más, Piper era así... probablemente lo llevaría a alguna cafetería para contarle que había pasado ahora con Louie. Porque si, los dos llevaban unos cuantos meses saliendo.

Diez minutos después, el timbre de la casa ya estaba sonando.

—Regreso en unas horas —avisó Colin a su mamá, quien salía de su habitación.

—Esta bien, con cuidado cariño —sonrió para seguido volver a la habitación.

Colin bajó las escaleras y caminó hasta la puerta para abrirla y encontrarse a una Piper sonriente.

—¿Así te irás? —preguntó quitando la sonrisa de su rostro por un segundo.

Colin llevaba un short deportivo y una playera de algún equipo de football.

—¿Qué tiene? —salió de la casa y cerró la puerta detrás de él— solo vamos.

—Esta bien, nada más porque tenemos poco tiempo —sonrió una vez más y comenzó a caminar en dirección a su carro.

Colin negó con la cabeza para después seguir a Piper hasta su auto. Una vez ahí Piper comenzó a manejar por unos cuantos minutos antes de que Colin se quedará dormido.

—Ya llegamos —habló Piper tocando el hombro de Colin— siempre te duermes cuando vamos a un lugar a más de quince minutos.

—No puedo evitarlo, el movimiento del carro me da sueño —habló antes de ver a su alrededor y notar el lugar en el que se encontraba— ¿Qué hacemos en el aeropuerto? —preguntó imitando a Piper al bajarse del carro.

—Ya lo verás —contestó sonriente.

Tras haber entrado al aeropuerto, Piper y Colin estuvieron esperando alrededor de 10 minutos. Colin realmente no tenía idea de lo que estaba sucediendo pero tampoco preguntaba.

Las personas comenzaban a salir de una de las puertas, Colin, sin más que hacer simplemente veía pasar a las personas hasta que pudo divisar una figura familiar... era Wesley.

Colin se quedó parado, completamente congelado sin saber que hacer, sin poder creer lo que sus ojos veían. En cuanto Wesley lo vio empezó a correr en su dirección... llevaba un uniforme del ejército.

—¡No sabes cuanto te he extrañado! Creí que no vendrías —fue lo primero que dijo, al tiempo que lo abrazaba. Colin recibió el abrazo después de unos cuantos segundos.

—Eres tú —dijo separándose y observandolo fijamente, para volver a abrazarlo— eres tú —repitió, mientras sin que pudiera evitarlo, comenzaba a llorar.

—Soy yo lindo —beso la cabeza del menor— lamento haberme ido sin decir nada... no pude hacerlo, lamento no haberte mandado alguna carta en esta última semana.