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—Despierta —comenzó Mickey, después de la plática que habían tenido el día anterior, los dos se habían quedado dormidos— ya es tarde.

—No quiero —contestó sin siquiera abrir los ojos.

—Vamos, que tenemos que ir a comprar varias cosas —dijo con una sonrisa, tocando el hombro de Colin— mi abuela ya tiene el desayuno listo.

Aquello que había mencionado Mickey había hecho a Colin volver a la realidad. Por un pequeño momento pensó que la persona que le estaba hablando era Wesley. Abrió los ojos como pudo, para ver a Mickey recargado sobre su hombro. 

Una vez más el dolor invadía su pecho y las ganas de llorar comenzaban a hacerse presentes.

—¿Colin?, ¿todo esta bien? —preguntó, sentándose en la cama. 

—Lo siento —se disculpó— no me siento bien.

—Tienes que dejar de pensar en él, no quiero verte triste —pasó la mano por el cabello de Colin, intentando tranquilizarlo un poco. 

—Lo siento —dijo una vez más— no quiero arruinar esta semana que aún queda antes de que entremos a la Universidad.

—No digas ese tipo de cosas —sonrió, tratando una vez más de calmarlo, sin éxito alguno— levántate, ve a darte un baño y baja a desayunar —besó su hombro— te espero abajo.

—Esta bien —contestó después de respirar hondo— pero aún necesito ropa interior.

—Lo había olvidado —soltó una pequeña risa— entonces solo cambiate, iremos después de desayunar.

—Bien, también quiero comprar algunas otras cosas —se movió para poder quedar frente a frente. 

—Te esperaré abajo, puedes agarrar ropa del armario o los cajones abajo de la cama —antes de que Mickey pudiera siquiera levantarse, Colin lo tomó por la cintura y sin decir nada se quedó en esa posición— ¿todo bien? —preguntó, pasando la mano por la espalda de Colin.

—¿Te molesta? —preguntó a modo de respuesta, sin separarse.

—No... no, esta bien —se acostó nuevamente, con una pequeña sonrisa en sus labios y abrazándolo de vuelta.

Unos cuantos minutos después, Colin quitó sus brazos de alrededor de Mickey, para así sentarse en la cama y dar un suspiro.

—Gracias —volteó a verlo sonriendo un poco— lo necesitaba.

—No hay problema —se levantó de la cama— iré a desayunar.

—En un momento te alcanzo —sonrió aún más y se levantó también.

El día pasó lento, la abuela de Mickey vivía en un lugar demasiado tranquilo, un pueblo un tanto chico pero perfecto para relajarse. Después de una tarde en la que los dos chicos salieron a comprar varias cosas y a comer a un restaurante, ya estaban de regreso con la abuela de Mickey.

—Me imagino que se la pasaron bien —dijo sonriente al ver todas las bolsas que los dos chicos llevaban en manos— saldré un rato...

—Yo te llevo —interrumpió Mickey, sacando nuevamente las llaves de la bolsa de su pantalón.

—No, mi niño —sonrió, palmeando su mano— iré caminando, iré a tomar té con Ileana.

—Déjame acompañarte entonces —caminó hasta el sillón para dejar las bolsas que llevaba en los brazos.

—Es solo una cuadra Mickey, no voy a perderme —soltó una pequeña risa y caminó hasta la puerta— regreso en unas cuantas horas, pueden ver una película mientras.

—Esta bien, cualquier cosa por favor llama —la abuela de Mickey ya no contestó, simplemente se despidió con la mano y salió de la casa.

—Iré a darme un baño —habló Colin una vez que la abuela de Mickey había cerrado la puerta.

—¿Quieres qué te acompañe? —bromeó Mickey, con una sonrisa.

—Tonto —le regresó la sonrisa, mientras negaba con la cabeza.

—Lo tomaré como un si —bromeó una vez más, antes de voltear y caminar hasta la cocina.

Una vez que Colin había terminado de darse un baño se acercó a Mickey, quien estaba sentado en la sala viendo una película. 

—Deberías tomar un baño también —propuso Colin, una vez que se sentó junto a Mickey.

—¿Qué estás tratando de decir? —soltó una risa— me bañe en la mañana.

—Cierto, lo había olvidado —se recargó en su hombro, mientras pasaba la mano por su cintura y cerraba los ojos.

—Tu cabello aún está mojado —empezó, con una sonrisa— vas a mojar mi playera.

—Deberías quitártela entonces —respondió sin abrir los ojos, pero con una pequeña sonrisa formada en su rostro.

—No me provoques —sonrió, mientras tomada el rostro de Colin por la barbilla con una de sus manos, haciéndolo mirarlo a los ojos.

—No estoy haciendo nada —sonrió aún más, mirándolo directo a los ojos.

—Colin —susurró, mientras se acercaba más a él.

—Mickey —habló de la misma forma, volviendo a cerrar los ojos.

El mencionado no había perdido tiempo, acercándose a Colin y uniendo sus labios en un beso lento y largo, que mostraba las claras intenciones del mayor. Tras un par de besos más las respiraciones de los dos eran completamente irregulares. 

—Espera —interrumpió Colin— estamos en casa de tu abuela.

—Ella no está aquí —se acercó una vez más para besarlo— por favor Colin, he esperado bastante por esto.

—¿Qué hay de Wes? —tragó saliva.

—Él no está —se separó un poco para poder verlo a los ojos— por favor —pidió una vez más.

—¿Y si regresa? —cuestionó una vez más, haciéndose para atrás en el sillón— no podría verlo sabiendo que lo he engañado.

—Si regresa entonces nada de esto pasó —sonrió y se acercó a besarlo nuevamente.

Colin siguió el beso una vez más, si era completamente sincero, quería de cierto modo lo que era claro que estaba a punto de suceder y no precisamente porque deseara a Mickey como probablemente este lo hacía, quería relajarse un poco... liberar algo del estrés que muy apenas lo dejaba dormir por las noches y ¿qué mejor manera de hacerlo? A veces es bueno simplemente dejarse llevar...

—Vamos a mi cuarto —propuso Mickey, mientras besaba el cuello de Colin, quien simplemente asintió.

En un movimiento rápido, Mickey tomó a Colin por la cintura y a pasos torpes lo llevó hasta su habitación, una vez dentro, lo dejo en la cama y volvió a la puerta para cerrarla con seguro. Para cuando volvió a la cama Colin ya había empezado a quitarse la playera que llevaba, por lo que Mickey lo imitó.

—¿Lo has hecho antes? —cuestionó, no sabiendo si la mejor respuesta sería un si o un no.

—Si, tranquilo... —replicó, posicionándose arriba de él.

—Sabes a que me refiero —se recargó en sus dos codos.

—Tendremos que hablar después, pero por favor, confía en mí ¿si? —Colin simplemente asintió.

●○●

Bueno, no pongo la escena completa porque soy un asco escribiendo ese tipo de cosas, así que lo siento... pero si es que en serio lo quieren, pueden tratar de convencerme en los comentarios y si lo logran intentaré seguir la escena y no simplemente pasar a la mañana siguiente...

Gracias por leer.

Qué Tan Lejos Hemos LlegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora