Mickey llevaba un poco más de una hora manejando, Colin se había quedado dormido al igual que Ita, quien iba en el asiento trasero.
Tal vez era un poco tonto lo que estaba haciendo, pero quería que Colin se olvidará un poco de lo que estaba sucediendo.
Una hora y media más tarde, Mickey estaba estacionado frente a la casa de su abuela.
—¿Colin? —llamó Mickey, Colin seguía dormido— ya llegamos.
—¿Dónde estamos? —preguntó, después de abrir los ojos.
—En casa de mi abuela —sonrió— he llamado a Louie, pero dijo que tenía varias cosas que hacer, así que somos tú y yo por la próxima semana.
—No traje nada de ropa —volteó a verlo.
—Yo tengo bastante aquí —dijo con la sonrisa aún en su rostro.
—¿Qué hay de la ropa interior?
—Podemos comprar algo luego —abrió la puerta del auto.
Colin dio un suspiro, no era mala idea distraerse de todo lo que estaba sucediendo. Unos cuantos segundos después de que Mickey saliera del auto Colin abrió la puerta, imitándolo.
En cuanto los dos estuvieron frente a la puerta, la abuela de Mickey los recibió con una sonrisa grande y un abrazo. La abuela de Mickey conocía tanto a Colin como a Louie. Sabía que los tres eran muy buenos amigos y que regularmente hacían todo juntos.
—Que gusto me da verlos otra vez aquí —dijo con una sonrisa, abrazando a Mickey y dándole un beso en la mejilla.
—Colin había insistido en que viniéramos —una pequeña mentira no hacía daño.
—Me da mucho gusto verla señora —sonrió Colin, abrazándola también.
—Louie no pudo venir, tenía varias cosas que hacer —avisó Mickey en cuanto notó que su abuela parecía estar esperando a que alguien más entrará.
—Que tragedia —exclamó, a veces parecía que quería más a Louie que a su propio nieto— bueno, acabó de preparar algo de comer, vengan a sentarse que ya les sirvo.
El día pasó tranquilo. El lugar donde la abuela de Mickey vivía era muy tranquilo, un lugar perfecto para relajarse. Cuando la noche llegó, los dos chicos estaban en la habitación que le asignaban a Mickey siempre que iba de visita.
—Que día —empezó Colin, quien estaba acostado en la cama— gracias.
—¿Por qué? —preguntó, acercándose a la cama y acostándose sobre Colin.
—Todo —contestó simple, con una sonrisa— me siento bien... feliz, extrañamente. Creo que solo se debe a que estar aquí me trae tantos recuerdos.
—Me alegra que estés feliz —volteó a verlo, lo tenía abrazado de la cintura— verte sonreír me hace feliz a mí.
—Gracias —dijo una vez más, acariciando el cabello de Mickey.
—No agradezcas —sonrió ante el tacto de Colin, quedándose callado por unos cuantos segundos— tengo algo que decirte... —empezó claramente nervioso.
—Te escucho —contestó con la mano aún sobre el cabello de Mickey.
—Yo... —hizo una pausa— yo... bueno, lo que sucedió cuando estábamos de campamento... quiero que lo sepas, no sé si recuerdes... pero quiero decírtelo —no era lo que quería decir exactamente, pero estaba bien.
—Dime que no pasó nada entre nosotros —respiró hondo, tenía el pequeño presentimiento de que era exactamente eso.
—Te besé —admitió después de unos cuantos segundos de silencio— estaba consciente de mis acciones, tú fuiste el único que tomó demás... me aproveché de la situación y te besé, me siento culpable por no haberlo dicho.
—¿Por qué? —preguntó lo más calmado que pudo, no quería enojarse con nadie en ese momento.
—Creo que es obvio —se separó un poco de Colin, sentándose en la cama.
—¿Desde hace cuánto? —se sentó también, tocando el hombro de Mickey.
—Desde que nos conocimos —bajó la mirada.
—¿Por qué nunca me lo dijiste? —se levantó para sentarse en el suelo, frente a Mickey.
—Pensé que nunca ibas a corresponder mis sentimientos —volteó a verlo a los ojos— el año pasado cuando te besé en el campamento pensé que tal vez podría tener una oportunidad, pero fue cuando lo conociste —los dos sabían que se refería a Wesley, cosa que hizo a Colin querer llorar una vez más— lo siento —dijo despacio, se había olvidado por un momento.
—Si me hubieras dicho la verdad las cosas hubieran sido diferentes —se sentó junto a él.
—Tenía miedo —suspiró, tomando su mano— Colin... te amo.
—No es el mejor momento Mickey —apretó su mano— sabes lo que está sucediendo...
—Lo sé perfectamente —se acercó un poco— dame una oportunidad —tomó el rostro de Colin con la mano que tenía libre— por favor.
—Mickey... —soltó su mano, el mencionado tenía ahora las dos manos en el rostro de Colin.
—Sabes que no volverá —dijo despacio, en un susurro... sus labios estaban a centímetros de los del otro.
—Mickey —repitió, mirándolo a los ojos— esto no esta bien.
—Yo jamás me iría de tu lado —Colin se quedó callado, por lo que Mickey simplemente acortó la distancia entre sus labios.
—Volverá —dijo después de separarlo— yo sé que volverá —sus ojos comenzaban a ponerse llorosos.
—Estuve esperando por este momento desde el día en que te besé por primera vez —recargo su cabeza en el hombro de Colin— una oportunidad, es todo lo que pido.
—Wes y yo seguimos juntos —lo tomó de los hombros— estoy seguro de que tiene una buena razón...
—Se fue —levantó el rostro, sus ojos estaban llorosos al igual que los de Colin— no va a volver... ¿por qué no me dejas demostrarte que yo puedo hacer las cosas mucho mejor de lo que él las hizo?
—Eso no es cierto... él va a volver —su labio inferior estaba temblando, era claro que en su intento por no llorar iba a fracasar.
—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que no sabes nada de él? Casi un mes Colin, él no va a volver —su pecho dolía, ¿por qué tenía que ser tan difícil aceptar sus sentimientos?
—No puedo —negó con la cabeza— por favor Mickey no hagas esto —el mencionado tomó a Colin por el cuello, sin previo aviso o permiso se lo atrajo hacía sí para besarlo.
—No digas nada ahora —susurró entre el beso— pero piénsalo, por favor —dijo antes de volver a acercarse a Colin y darle otro beso, el cual Colin correspondió.
—¿Por qué nunca me lo dijiste? —repitió— si me lo hubieras dicho aquella noche, te juro que todo hubiera sido diferente.
—Lo iba a hacer... pero no pude —habló, juntando sus frentes— ¿me darás una oportunidad?
—¿Me dejarías pensarlo? —Mickey sonrió.
—No... —cerró los ojos— dime que lo considerarás.
—Al menos intentálo —sonrió, separándose un poco.
Tal vez no era lo que Mickey esperaba, pero estaba bien. Su confesión no había sido la mejor, había planeado ese momento desde el momento en el que se conocieron y las cosas no habían salido para nada como le hubiera gustado que salieran. Al final todo iba a resultar bien, lo sabía.
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No me sentía inspirada, no había podido terminar de escribir este capitulo desde la última vez que actualicé... pero pueden agradecerle a mi crush por destrozar mis sentimientos, sueños e ilusiones y hacer que este capítulo fuera posible 😂💔💔
Gracias por leer 😊❤
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Qué Tan Lejos Hemos Llegado
RomanceMickey nunca supo como decirle a Colin todo lo que sentía por él, su amistad era algo mucho más importante. Hasta que un par de cervezas una noche de verano lo hacen cometer un pequeño error. Pequeño error que deja a Colin lleno de preguntas y duda...