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Wesley había vuelto a la cocina, se sentía un poco frustrado acerca de Mickey. ¿Qué tal si tenía razón?

¿Qué tal que al final Colin decidía no casarse con él?, ¿qué tal que se da cuenta de que en realidad quería a Mickey y no a él?

Un millón de preguntas cruzaban por su mente, lo que más le enojaba de la situación era que aquellas preguntas no tenían una respuesta que él pudiera proveer. La mayoría de aquellas dudas solamente las podía resolver Colin. ¿Qué diablos le aseguraba que Colin seguiría a su lado sin importar qué?

Wesley dio un gran suspiro, mientras ponía su frente contra la mesa en frustración.
Pasaron varios minutos en los que Wesley se concentro en despejar su mente de aquellos horribles pensamientos.

Después de lo que pareció haber sido una eternidad, la puerta principal se abrió. Colin entró tras Louie y Piper, quienes llevaban varias bolsas en cada mano.

—¿Wes? —susurró Colin, con una pequeña sonrisa, para llamarle la atención— ¿estás bien?

—¿Me quieres? —preguntó, sin siquiera voltear a verlo.

—Sabes que te amo, Wes —tomó su mano— ¿no te lo he demostrado acaso?

—Lo siento lindo, es solo que por un momento pasó por mi mente... qué tal vez no, no era así —sonrió un poco, mientras negaba con la cabeza— es tonto, olvídalo, sé que me quieres.

—¿Pasó algo?, ¿qué hablaste con Mickey? —preguntó un tanto preocupado.

—No te preocupes, todo salió bien —sonrió para Colin esta vez.

—Te amo más que a nadie, ¿okay? —se acercó a darle un beso en la mejilla.

—Yo también te amo, Colin, te amo bastante —volteó a verlo, al tiempo que tomaba su mano.

—¿Vamos con los demás? —Wesley asintió, al mismo tiempo que se levantaba para seguir a Colin hasta dónde Louie, Mickey y Piper estaban.

Louie estaba junto a Piper, mientras Mickey estaba sentado solo apartado de ellos. A decir verdad, el ambiente se sentía un poco tenso.

—Colin —habló Louie, con una sonrisa— ven a sentarte junto a mí, muy apenas hemos hablado desde que llegamos.

Colin y Wesley fueron a sentarse frente a Piper y Louie, los cuatro empezaron a platicar animadamente acerca de todo lo que había pasado mientras no se habían visto, al mismo tiempo que tomaban las cervezas que Louie había ido a comprar junto con Colin y Piper unos minutos antes.

Mickey se encontraba sentado un tanto alejado de ellos, le era un tanto difícil entrar en la conversación y no estaba exactamente de un buen humor tras lo que Wesley le había dicho.

Después de que Wesley había entrado a la casa, cuando su conversación terminó, Mickey se quedó pensando en que tal vez Wesley tenía razón... ¿qué sentido tenía seguir esperando a Colin cuando él y Wesley estaban comprometidos?

Tras el milésimo suspiro de la noche, Mickey se levantó de donde estaba y se acercó a Louie, quien le hizo un espacio entre el y Colin. Despistadamente, Wesley pasó su mano sobre los hombros de Colin.

—Hasta que decides unírtenos —dijo Louie, con una sonrisa enorme al tiempo que palmeaba la espalda de su mejor amigo.

—Estaba... apreciando el paisaje —contestó, recargando su cabeza sobre el hombro de Louie.

—Alto ahí Mickey, Louie es mío —bromeó Piper, risueña.

Colin volteó a ver a Wesley, acordándose de repente de lo que estaba sucediendo con Piper.

—Wes, ¿podemos hablar? —preguntó Colin, casi en un susurro solo para Welsey.

—Ven —dijo, mientras quitaba su brazo de alrededor de Colin para ahora tomar su mano.

Wesley llevó a Colin a donde Mickey antes estaba sentado, sabía que no debía contarle a Colin lo que estaba sucediendo con Piper sin autorización de ella, pero se sentía en parte responsable de tenerlo al tanto tras aquella propuesta que le había hecho.

—Llevaste a Piper al doctor, ¿cierto? Por favor dime que todo salió bien —se apresuró Colin a decir, una vez que estuvo seguro de que no lo escucharían. La expresión de Wesley le dio la respuesta que Colin esperaba no fuera verdad.

—Es verdad —se limitó a decir.

—Pero ¿qué fue lo que sucedió?

—El doctor dice que lleva tres semanas, Piper aún no sabe que hacer... y dudo mucho que quiera quedarse con el.

—¿Esta pensando en...? —Colin ni siquiera podía pensar en terminar aquella pregunta.

—No tengo idea, no quiero preguntar... de todos modos es decisión suya —pasó su mano por la mejilla de Colin— estoy preocupado por ella.

—¿Qué va a pasar con Louie? No es suyo, ¿cierto? — Wesley negó, mientras Colin daba un suspiro.

—Supongo que por ahora los dejaremos a ellos resolverlo, siendo sincero, no quiero meterme mas de lo que debería —sonrió para calmar a Colin, fracasando en el intento.

—Nada tiene sentido —soltó una risa nerviosa, mientras quitaba la mano de Wesley de su mejilla.

—Lo sé, lo sé... —tomó la mano del menor.

Colin no respondió, simplemente volteó a ver a Wesley, quien se acercó a darle un beso en los labios.
Mientras tanto, a lo lejos, Mickey observaba.

—Mickey —llamó Louie.

—Lo sé, no lo haré de nuevo —contestó, apartando la vista.

—Pensé que ya lo habías superado —habló Piper esta vez.

—Si, yo también —suspiró una vez más, a este punto de la noche, se había vuelto algo muy fastidioso.

—¿Qué hay de Thomas? —Mickey levantó los hombros— él es... un buen chico.

—Ya sé, Piper —contestó un tanto fastidiado— y no estamos saliendo, somos amigos por ahora.

—Sé que debe ser difícil Mickey, pero ya es hora de que lo superes —Louie pasó su brazo por los hombros de Mickey, quien simplemente apoyó una vez más su cabeza en el hombro de Louie.

—Pensé que ya lo había hecho, pero cuando lo volví a ver después de todo éste tiempo... no lo sé, algo en mi estómago se siente raro y me cosquillean las manos —pasó una mano por su rostro, en frustración— no soporto ese sentimiento.

—Deberías hablar con él, ser completamente sincero —sugirió Piper— siendo amiga de Wesley la verdad es que no me gustaría que intervinieras más de lo que ya lo haz hecho, pero hay veces en las que para superar a alguien, tienes que hablar con ellos de como te sientes.

—No creo que sea una buena idea —contestó tras varios segundos de silencio.

—Tal vez lo es —habló Louie esta vez— y además, no pierdes nada con intentar.

—Lo pensaré —quitó el brazo de Louie de alrededor de sus hombros y se levantó.

—¿A dónde vas?

—Al baño, y además, no quiero seguir viendo como Wesley prácticamente le succiona la cara a Colin —respondió con una expresión de asco— regreso en cinco minutos.

Ni Louie ni Piper dijeron más, solamente dejaron a Mickey ir a hacer lo suyo. Mientras tanto, este último caminaba en dirección al baño.

No era que necesitara exactamente ir al baño, pero quería un pequeño momento a solas para meditar lo que Piper había sugerido hace unos cuantos minutos.

—¿Qué diablos se supone que diga? —se preguntó a si mismo, mirándose al espejo, tras haber dado el que esperaba fuera el último suspiro de la noche.

Qué Tan Lejos Hemos LlegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora