Eran casi las tres de la mañana. Colin se había quedado dormido sobre la mesa de la cocina.
—Colin —empezó Mickey, se había levantado por un vaso de agua.
—Quiero dormir —estaba más dormido que despierto.
—No puedes dormir aquí —hizo una pausa— ven conmigo, hay que dormir juntos.
—Llévame —pidió, sin moverse un poco.
—Tú lo has pedido —sin perder ni un solo segundo, se acercó a Colin y lo tomó de la cintura para cargarlo en su hombro, Colin ni siquiera se quejó.
Mickey caminó hasta la sala, no sin antes haber apagado la luz de la cocina. Dejó a Colin sentado en el sillón, quién se quitó la playera y pantalones.
—¿Qué haces? —preguntó Mickey.
—Es incómodo dor... —bostezó— dormir con ropa normal.
—Tienes razón —cerró los ojos y respiró profundo, se ponía nervioso.
Mickey se acostó en la cama improvisada en el sillón, Colin se levantó del sillón en el cual estaba sentado y se acostó sobre Mickey.
Casi por instinto, Mickey rodeo a Colin por la cintura, la piel de su torso se sentía tibia. El que estuvieran así de cerca ponía a Mickey aún más de nervios.
—¿Qué pasaría si terminas con Wesley? —preguntó en un susurro.
—¿Qué cosas dices? —soltó una pequeña risa— deberías dormir.
—Era solo una pregunta —sonrió— pero tienes razón, es muy tarde ya —besó su mejilla— buenas noches.
Colin se aferró más a Mickey, se sentía bien, tanto que aunque Mickey acabará de mencionar a Wesley, Colin ni siquiera lo recordaba.
En cuanto dieron las seis de la mañana, el despertador de Wesley sonó, cuando volteó para darle un beso de buenos días a Colin notó que ya no estaba ahí, lo primero que pasó por su mente fue que había despertado primero y ahora estaba tomando un baño o que simplemente estaba en el baño.
Después de vestirse con la ropa que seguía en una de las maletas salió de la habitación camino a la cocina. Ni siquiera había puesto atención a lo que había en la sala.
—Mueve la pierna —habló Mickey— Colin, mi pierna empieza a doler.
En cuanto Wesley escuchó que Mickey mencionaba a Colin, volvió a la sala, para encontrarse a Colin dormido sobre Mickey.
—¿Colin? —llamó, tratando de no sonar enojado.
En cuanto Colin abrió los ojos y vio a Wesley parado detrás del sillón, se separó de Mickey lo más rápido que pudo, cayendo al piso.
—Wesley, me diste un buen susto —llevó una mano a su pecho y se levantó.
—¿Puedes venir, por favor? —pidió, dando la vuelta y caminando de vuelta a la cocina.
Colin se levantó y volteó a ver a Mickey, quién solo rodó los ojos y se volvió a acomodar en el sillón, no creía poder llegar odiar a alguien tanto como odiaba a Wesley.
—¿Todo bien? —preguntó en cuanto entró a la cocina.
—Colin, no quiero verme como el novio posesivo y celoso, pero entiende la situación... él mismo ayer me dijo que iba detrás de ti y justo hace un rato te encuentro dormido sobre él, los dos sin playera, no entiendo que parte de todo esto no me haría enfadar.
—Él y yo somos solo amigos —se acercó— nosotros somos así, siempre hemos sido así.
—Que me lo dijo —dio unos cuantos pasos para atrás, empezaba a enojarse— le gustas, es obvio.
—Para de preocuparte —se acercó una vez más, Colin volvió a hacerse para atrás, chocando con algunos de los cajones de la cocina— ¿qué parte de "yo solo te quiero a ti" no entiendes?, ¿no te he demostrado lo suficiente? No pienso seguir teniendo este tipo de discusiones por algo que no tiene sentido.
—¿Cómo no quieres que me enoje y me ponga celoso? Tú también lo harías —tomó el rostro de Colin con las dos manos.
—No voy a cambiarte —sonrió, para después pasar sus brazos por alrededor de la cintura de Wesley— deja de enojarte por ese tipo de cosas, aun así prometo que no lo haré más.
—Dame un... —Colin levantó una ceja, Wesley sonrió y se acercó a besarlo— la costumbre —se separó.
—Buenos días —habló Louie entrando a la cocina— uh... lo siento, no quería interrumpir
—No interrumpes nada —sonrió Colin— ¿y bien? —lo miró esperando que Louie le contara acerca de lo sucedido con Piper.
—¿Y bien qué? —preguntó como si no supiera de lo que estaba hablando.
—Vamos Louie, todos sabemos que Piper estuvo aquí —Mickey iba entrando a la cocina, Louie torció los labios— esa cara no me gusta.
—Se fue —respiró hondo— desperté y ya no estaba.
—Al parecer no fui el único —habló Wesley, quitándose del agarre de Colin.
—Acabamos de hablarlo —caminó detrás de él y lo abrazo nuevamente.
—Ve a cambiarte, nos tenemos que ir en diez minutos —volteó y beso su mejilla— te prepararé un licuado.
—Paren, me harán vomitar —bromeó Louie, mientras abría el refrigerador.
—Bueno ya, ¿me esperas diez minutos más? quiero darme un baño.
—Está bien lindo, te espero —le dio un beso rápido en los labios.
El día siguió como cualquier otro lunes, Wesley salió a la Universidad junto con Colin y Mickey junto a Louie. Las clases pasaron rápido y para las siete de la tarde los cuatro ya estaban de vuelta en el departamento.
—Estoy cansado, ven a dormir un rato conmigo —Wesley tomó la mano de Colin.
—Quiero jugar un rato con los chicos, iré en un rato más —sonrió y quitó su mano.
—Esta bien, solo porque en serio estoy cansado y los golpes siguen doliendo un poco.
—Es mejor que descanses en ese caso —sonrió una última vez, antes de que Wesley caminara hasta su habitación.
—Hace mucho no jugamos, aun así, yo pido primero —se adelantó Colin en cuanto entro a la sala,
—Eso no es justo, es mi consola —se quejó Mickey.
—Yo solo sé que tengo sueño —dijo ahora Louie, dándole una mirada rápida a Mickey— me voy, arréglense como quieran.
—Debí haber traído mi control ayer que fui a casa —se sentó al otro lado del sillón de donde estaba Mickey.
—Lo ves, ni modo, yo juego primero.
—Sigue siendo injusto, yo debería jugar primero —se cruzó de brazos.
—Bueno, pero con una condición.
—No lavaré el día en que a ti te toca —rió.
—No, eso no —rió también— acepta salir conmigo una vez más.
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Qué Tan Lejos Hemos Llegado
RomanceMickey nunca supo como decirle a Colin todo lo que sentía por él, su amistad era algo mucho más importante. Hasta que un par de cervezas una noche de verano lo hacen cometer un pequeño error. Pequeño error que deja a Colin lleno de preguntas y duda...