10

2.9K 273 34
                                    

Wesley abrió los ojos grandes, no quería voltear, tenía una pequeña idea de quien era la persona detrás de él.

—¿Colin? —el mencionado hizo de lado a Wesley, quien seguía volteado— ¿me darás una explicación?

—Mamá... ¿qué haces aquí? —Wesley volteó al fin.

—Te dije que vendría hoy —levantó una ceja, típico de ella— te mandé un mensaje.

—Mamá, estaba en clase, no pude verlo —trataba de que se le olvidara lo de hace un rato— iba a ir a verte mañana.

—No trates de cambiar el tema, quiero una explicación —Colin respiró hondo.

—¿Podemos sentarnos? Por favor —pidió.

—Si me vas a explicar de qué se trata esto... —caminó hasta la sala y se sentó en uno de los sillones.

Wesley le dio una mirada rápida a Colin y lo tomó del brazo antes de que fuera a sentarse también.

—Creo que es mejor que me vaya —Colin negó.

—Quédate por favor, no puedo hacer esto solo.

—¿Estas seguro?

—Por favor —sus ojos pedían por él.

Wesley asintió con la cabeza y caminó detrás de él para después sentarse frente a la mamá de Colin.

—Juro que iba a decirte —ni siquiera la miraba— mañana iría a presentartelo.

—Colin, mirame —exigió, el ambiente era un poco incómodo, Colin levantó la vista— ¿es en serio?, ¿me lo ibas a presentar?

—Te lo juro, aunque era un sorpresa —volteó a ver a Wesley.

—Era lo que quería escuchar —sonrió un poco.

—¿No estás enojada?

—Diría sorprendida —respiró hondo.

—¿Cómo entraste? —preguntó Colin, todo esto lo tenía confundido.

—Mickey me dejó pasar —Wesley volteó los ojos— me dijo que iba a ir a tomar un baño.

—Bueno, no importa —tragó saliva— mamá, él es Wesley, mi novio... ¿estás bien con eso?

—Siempre quise verte con una chica —sonrió— pero ¿supongo qué es algo que toda madre quiere? Esta bien, estoy bien con ello, con saber que me lo ibas a decir estoy bien —hizo una pausa— he olvidado mis lentes en el carro, ¿puedes ir a traerlos, cariño?

—Claro —lo mejor era no pelear con ella ahora.

En cuanto tuvo las llaves del auto en sus manos, Colin salió del departamento, dejando solos a Wesley y a su madre.

—Wesley, ¿cierto? —asintió— ¿cómo se conocieron?

—En la Universidad —contestó nervioso.

—¿Tú fuiste quien le hablo? —Wesley asintió nuevamente— ¿tú fuiste quien le pidió que salieran? —asintió una vez más, no le gustaba por donde se estaba yendo la conversación— entonces es tu culpa.

—¿La... la culpa? —tragó saliva.

—De que mi niño terminara saliendo con un chico.

—No, Sra. Loughty, lo esta malinterpretando —tragó saliva.    

—No creo estar malinterpretando nada, te le has insinuado a mi hijo, ¿no es así?

—No... —lo interrumpió.  

Qué Tan Lejos Hemos LlegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora