Abrió los ojos al oír el despertador, que marcaba las 4:45 am.
Retiró la pierna de su hermano, la cual le rodeaba desde la espalda y trató de levantarse de la cama.
Trató, porque el brazo de Tae le estaba agarrando desde el tórax._No sé si serás un puma pero sí un koala... - murmuró, adormilado. Como pudo se quitó el brazo de encima, forcejeando y yendo a parar al suelo. Dio un quejido de dolor y se frotó el culo tras el golpe.
Estaba por maldecir pero un ronquido le interrumpió.
Jimin rió, negando con la cabeza. Realmente amaba a ese niño.
Apagó la alarma y se dirigió al cuarto de baño, lavándose los dientes y la cara. No se bañaba en las mañanas ya que lo hacía a la noche, al volver de entrenar ; y si lo hacía de todos modos, su hermano pequeño no podría bañarse para ir a la escuela. El calentador sólo podía usarse una vez el día, ya que era a gas y no podían permitírse otro aumento en la factura. Así que, sólo se secó la barbilla con la toalla y salió de allí.
No se esperaba encontrar la mesa con una taza de té y un medio pan tostado._¿Mamá? ¿Qué haces despierta?
_Hola hijo... buenos días. Solamente quería verte antes de que te vayas- dijo la anciana con una servilleta en la mano, tanteando la pared, hasta llegar a la mesa improvisada de la casa.
Jimin se preguntó cómo es que la había armado ella sin romper nada._Ven mamá, te ayudo - dijo el pelirosado, tomando el brazo de su madre y ayudándole a sentarse, a un lado suyo.
_Estás más fuerte mi niño...estás...
_Shh... está bien mamá. No hace falta. Ten - dijo dándole la mitad del medio pan tostado - No tengo mucha hambre.
_Jimin... debes ir a trabajar. Y si no comes...
_Está bien mamá, no tengo mucha hambre, ya lo dije. Además, me duele mucho el estómago y no debo llenarlo.
_¿El estómago? - preguntó la Omega - ¿Por qué? ¿Comiste algo malo?
_No, no... me duele el músculo del vientre. Ayer hice demasiado ejercicio. Es por eso que¡Auch! - dijo Jimin sobándose la cabeza, porque su madre le había dado un golpe.
_Que te he dicho sobre entrenar demasiado. Debes cuidarte Jimin. Hazme caso.
_Sí mamá, pero no me pegues... - dijo casi llorando. La señora solamente río ante el tono de su hijo y le dió un mordisco al pan.
Jimin nuevamente no iba a comer. Así que agarró su taza de té y le dio un sorbo al líquido con el cálido aroma.
Era un lobo particular : su nariz era bastante sensible, le gustaban mucho los aromas. Podría pasarse horas sentado en el suelo, oliendo el riquísimo olor a tierra mojada que este desprendía cada vez que llovía._Madre, quiero decirte algo.
_Ya lo dijiste - dijo graciosa.
_¡Mamá! Hablo en serio ¿Recuerdas la competencia? ¿De lucha clandestina?
La madre tragó duro el trozo de comida y asintió. Odiaba que su hijo tuviera que recurrir a esos métodos. Ella quería que el simplemente no se lastimara. Quería tener una vida normal : pero desde que el Alfa de la casa los abandonó, no podía dejar de culparse todos los días el no haber sido suficiente. El no poder ver y arruinar las cosas.
_Pues...- tranquilo- gané. Primer lugar.
_¿QUÉ? - dijo sorprendida. Dejó el pan a un lado y se lanzó a los brazos de su hijo, abrazándolo y asfixiandolo por tanto amor maternal - ¡Sabía! ¡Sabía que podrías! ¡MI HIJO ES UN CAMPEÓN! ¡GANASTE! ¡GANASTE! ¡GANASTE!
_Vale m-mamá ¡V-vale gracias! ¡Gracias pero...n-no puedo respirar!
_Oh. Lo siento, lo siento - dijo riendo por lo bajo y saliendo de sobre Jimin. Tanteó con su mano su rostro y comenzó a acariciarle la cabeza. Dejando su olor en él, como una verdadera madre protectora. Eran pocos los momentos que tenían y los aprovechaban al máximo. Su Madre no sabía cómo demostrar lo agradecida que estaba - Estoy muy orgullosa de ti, Jiminnie. Y, dime ¿Que harás con el dinero?
_Pues, le compraré los nuevos libros a TaeHyung para la escuela...y arreglaré las goteras del techo. Y pues...si me sobra, quizás le compre un nuevo uniforme a Tae. El suyo ya esta viejo y no puedo permitir que siga yendo a esa escuela privada con ese uniforme... menos mal que sigue cuidando la beca. No sé que haría si la perdemos.
_Lo sé hijo, lo sé...pero, escúchame Jimin, ya se que Tae es muy importante para nosotros. Que lo perdimos cuando... él se fue. Pero necesito que entiendas que tu también debes vivir. No puedes seguir así. Ni siquiera has pensando en comprarte unos anteojos nuevos.
_Mamá, no los necesito. Pegué el cristal con un pegamento que encontré y además, solo los utilizo para trabajar.
_Jiminnie... - murmuró la madre, apenada- Se qué eres alguien aplicado. Tenías los mejores promedios y notas. Ganabas becas y diplomas...¿Dónde está ese Jimin?
_Madre - dijo este, tomando la mochila que estaba a un lado del sofa roto - Sabes que abandoné esa vida a los quince años. No podía trabajar y seguir estudiando. Lo lamento si no es lo que esperabas, pero yo-
_¡No!Nunca vuelvas a decir eso - dijo al borde de las lágrimas, apenada y enojada - Yo te amo y entiendo todo el esfuerzo que haces por nosotros. Entiendo que es complicado. Y sé que si pudiera ver... sé que si...
_Shh...está bien mamá. No llores ¿Sí? Todo está bien- dijo acercándose a la Omega y abrazándola. Odiaba tener esas platicas con su madre. Lo odiaba demasiado. No quería que ella se sintiera culpable por el asco de padre que los hermanos tenían.
Definítivamente, NO era su culpa.
El pelirosado le depositó un beso en la frente y se levantó de allí lavando la taza y guardando el pan que no había comido en la alacena. Lo miró fijo por unos segundos.
No, no podía comer.
No debo
Cerró la puerta de madera, procurando que no se rompiera más de lo que estaba y se dirigió a la habitación, tratando de no hacer ruido. Buscó sobre una silla vieja de mimbre una sudadera y sus zapatillas junto a los pantalones de trabajo que usaba.
_Demonios... - murmuró al ver el agujero que estos tenían en un bolsillo. Negó con la cabeza y se los colocó igual. Se revolvió el pelo y se aproximó a la puerta ; no sin antes acercarse a su hermano pequeño y darle un beso en la frente. Un beso de protección - Juro que nos sacaré de esto... lo juro por todo lo que Tengo, mi lindo Omega - murmuró.
Tae aún no había cambiado, pero Jimin sabía lo que sería. Prácticamente, Tae era su cachorro. Lo había criado de pequeño cuando aún era un bebé. Cuando apenas sabía caminar : Cuando el estúpido Alfa de su padre los abandonó. Empeorando la enfermedad de su madre.
Su hermanito había sufrido junto con ellos . Su lobo se había asustado y por eso no había despertado.Tae se removió un poco y Jimin salió de allí sin hacer ruido. Se despidió de su madre y salió por la puerta, detrabándola (Quitando la madera que la sostenía)
El camino al trabajo siempre era duro. Su vecindario era muy peligroso al igual que la gente que vivía allí.
"Eres una falta de respeto" le habían gritado una vez. El vecino tonto de la casa de enfrente.
Jimin podía significar una amenaza para algunos Alfas o Betas estúpidos y cerrados de mente. Según ellos, el debería de quedarse en casa, buscando un Alfa que le pueda mantener.
Era toda una maldita sociedad machista y en contra de otra cosa que no sea el sistema de poder.Los Omegas debían quedarse en casa.
Y con un demonio - pensaba Jimin siempre que alguna situación asi aparecía. El era un lobo fuerte y podía manejarse sólo. No era menos que los demás por ser un Omega.
Aunque no todos pensarán así._Demonios...si que hace frío - murmuraba, tiritando de frío con las manos en los bolsillos de su desgastada sudadera. No disponía de gorros ni guantes : Los únicos pares que tenían se los daba a Tae para la escuela. Asi que al solo tener una remera y sudadera, Jimin estaba prácticamente congelándose mientras caminaba los tres Kilómetros hacia la estación de trabajo.
Pasó una hora y comenzó a trotar, ya que le faltaba poco e iba a llegar tarde. Se había demorado mucho esta mañana en su casa.
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A los golpes [Kookmin]
Fanfiction"Se conocieron cuando el castaño estaba en el suelo con la nariz rota y el pelirosado en la otra esquina con la mano ensangrentada. Se enamoraron de la misma manera A los golpes" Kookmin Homoerotico ...