A los golpes [Kookmin]

07. Aromas Y Acciones

_¡Jimin! - le gritó alguien a sus espaldas. El pelirosado paró en seco y olfateó el aire, reconociendo a su mejor amigo a lo lejos. Un Beta de piel como azúcar y pelo menta es fácil de percibir. Más si este viene corriendo y gritando.

_Hola YoonGi - dijo Jimin, sonriendo y chocando sus hombros - ¿Cómo estás?

_Tú, maldito... - murmuró el Beta, apoyándose en la pared para recuperar el aire - Te ví desde la otra calle ¿Por qué demonios corres y no me escuchas?

_¿La otra calle? Hyung, ¿Por qué parece que has corrido una maratón ?

_Maldito Omega, yo no soy un adicto al deporte como tú.

_Pero es...una calle...cien metros... solo son 50 pie-

_¡Cállate! - dijo ya poniéndose derecho y sacudiéndose la ropa - Mi deporte favorito no me ayuda en mi condición física.

_¿...deporte?

_Dormir, obviamente.

Jimin revoleó los ojos y comenzo a reír, volviendo a caminar.
Estaban charlando tranquilos, le había explicado la conversación con su madre y ganándose un par de reproches por parte de su Hyung. Ambos estaban riendo cuando un hombre pasa por el costado del pelirosado, leyendo el periódico. Jimin siente un empujón de su parte y destrastabilló. Fue como si un bloque de hielo le empujara. Así de frío se sintió.

_Maldito Omega malatendido - murmuró el, claramente, Alfa mientras se alejaba.
La gente podía ver claramente que Jimin se dirigía a trabajar. Sus pantalones tenían bordado el logo de la Unión Tranviaria Automotor así que, sabían que se dirigía a su trabajo. Era claramente fácil de leer. Un Omega sin marcar, sin olor protector de un Alfa y sin ataduras se reconocía fácilmente. Era como un cono amarillo(o rosado) plantado en el gentío, atrayendo a todos.

_Demonios Jimin ¿Por qué mierda no les das una lección? Sabes pelear, por dios. Ganaste un maldito torneo.

_No Hyung, está bien. Prácticamente se tropezó conmigo.

_Y una mierda. Y por supuesto que el insulto se le escapó sin querer también - dijo entrando por el enorme portón del estacionamiento, marcando en el registro su asistencia el día de la fecha junto con la de Jimin. Ese marcador llevaba allí años y aún no lo cambiaban.

_Déjalo Hyung, no puedo luchar contra el mundo entero.

_Pues el mundo es una mierda.

_Y que lo digas - dijo viendo el reloj de la pared - Faltan quince minutos para mi próximo turno y para el tuyo también, ¿Vamos al patio? - Jimin necesitaba respirar un poco de aire fresco.

_Vale.

Ambos chicos salieron de la sala y se dirigieron hacia el portón. Saludaron al guardia y se sentaron en el pasto de la vereda, en el exterior.
Jimin colocó sus manos detrás de su cabeza y su Hyung se acostó sobre los muslos de este. Realmente, se tenían demasiada confianza. Hacía un frío de morir pero el calor entre ellos era suficiente para no congelarse.
  Hablaron de temas banales y descansaron un poco. Jimin estaba por dormirse un rato pero no pudo.

Ese olor. Nuevamente.

Como estaban en el exterior, la gente circulaba por allí también. Así que Jimin levantó la cabeza y buscó con la vista al dueño de tan peculiar aroma.

_Hyung... ¿Por casualidad no hueles ese olor...dulce...y...mentolado?

_¿Qué? - dijo olfateando el aire sin abrir los ojos - No... ¿El olor a menta no es el que producen los inhibidores de hormonas?