A los golpes [Kookmin]

14. Celo

_Hyung.

_¡Joder Jimin! - dijo el pelimenta con el tono de voz elevado. Tomó el puente de su nariz entre sus dedos y se lo masajeó, mientras dejaba ir su respiración de a largos suspiros. Trataba de no perder el control pero tenía miedo. Miedo por lo que le pasara a su único mejor amigo. Alzó la vista y observó que ya debía salir para comenzar a trabajar -Mírame, Jimin.
El Omega unió su vista con el Beta y tragó el nudo en la garganta al ver a su mejor amigo tan preocupado por él. Era bastantes serio para Yoongi al parecer.

_Ten cuidado, Jimin. Ese tipo es peligroso. Toda su familia lo es. Tienen contactos en todo el mundo y si quieren...pueden hacer desaparecer a alguien en sólo un chasquido- murmuró el Beta, con la mirada baja ¿Quiénes eran los familiares de Jungkook?YoonGi estaba ido-Sólo...ten cuidado, por favor. No te relaciones con él, mantente alejado; es por tu bien, el mio y el de tu familia. Por todos, Jimin. Sal de allí.

Jimin asintió.

_Prométemelo.

Asintió nuevamente murmurando un "Lo prometo, Hyung" para darle un abrazo y dejarle ir tranquilamente a trabajar.

¿En que lío se había metido?

Al parecer el apellido Jeon era muy peligroso.

Se levantó del sillón y se dirigió rápidamente al ascensor. Marcó el tercer piso y esperó a ser llevado hasta allí.
El verse todo el trayecto en el reflejo de las paredes no le ayudaba en nada para mejorar su autoestima. Ropa desgastada , zapatillas rotas y cabello despeinado. Las ojeras nunca dejaban su cara al perecer.
Pero su rutinal odio fue interrumpido por un shock de adrenalina que le invadió el cuerpo, sin avisar y de la nada.
Sus pupilas se dilataron y sus piernas flaquearon haciéndole tropezar, como si se tratara de algún tipo de paso de swing de los setenta.
Ya le había pasado antes y no se sorprendió cuando al verse en el reflejo sus ojos habían cambiado a un azul cielo, pupilas dilatadas y labios humedos.

Alfa.

Su Alfa.

¿Cómo ese aroma estaba allí? El aire comenzó a faltarle y sus manos comenzaron a sudar. Su cuello ardía , picaba, dolía. Todo a la vez.
Estaba sensible y cualquier roce de su ropa le quemaba como si se tratase de una cerilla siendo apagada contra su suave y tiersa piel; deseaba arañar las cuatro paredes de metal para salir de allí cuanto antes y dejar su cuello en descubierto para aquel aroma.

¿Qué diablos estaba pensando?

Jimin ¡Controlate! joder ¡Es un puto Alfa!¡Se lo prometiste a mamá!¡A tu familia!

Pero al parecer su conciencia no respondía ante nada, nada de su cuerpo respondía ante nada que no fuere proveniente del Alfa.

¿Por qué sólo con Jeon Jungkook todo el control que había tardado años en obtener se le iba al carajo?

Dejó caer su peso entre las puertas cuando estas se abrieron y le dejaron pasar. Corrió como nunca, jadeando y chocando con todo lo que se interpusiera en su camino. El olor se hacía más y más fuerte, mediante iba avanzando más y más hacia la...

¿Oficina de Namjoon?

No puede ser.

Llegó al pasillo con puertas negras y comenzó a correr.

No

Observó los numeros y tragó duro cuando el olor llego rapidamente en otra ola.

Me

Lo encontró. Y sin más se lanzó hacia él.

Jodas.

Abrió la puerta y se encontró con la escena que menos quería ver.
Su mejor amigo se encontraba charlando cómodamente con el lobo sentado en su escritorio, con un pie apoyado en el suelo y con su trasero sobre unos papeles. Esa sonrisa socarrona se escapaba de sus labios, mientras que su camisa se desabrochaba solamente dos botones, con un chaleco negro por encima y unos pantalones de vestir que se le levantaban hasta los tobillos, dejando a la vista unos muy pulidos zapatos.