_Vale, Jimin. Son las tres de la tarde ¿Quieres hacer algo? ¿O quieres descansar?- le preguntó su hermano, quien había bajado casi protestando del auto de Jungkook. Cuando llegó le entregó un chocolate al pelirosado, diciéndole que se lo había guardado para él. Jimin sonrió y le agradeció, guardándolo en el bolsillo de su campera vieja(la única que tenía).
Tae tenía en claro que su hermano siempre estaba trabajando y moviéndose de aquí para allá, así que si el mayor le pedía quedarse en su casa a dormir, Tae no tendría ninguna protesta en ello.
Pero allí estaba Jimin, sonriendo y negando mientras tomaba el sobre con el dinero y la lista que habían creado con su hermano._Vamos de compras- dijo emocionado y ambos sonrieron.
_Veamos, podemos utilizar el %30 de este dinero en libros, estuches, cuadernos, lapiceros y todos los lápices de colores que quieras. Ten.
Jimin le entregó el sobre con dinero y Tae le miró sorprendido. Siempre era él quien se encargaba de las cuentas y las compras, buscando siempre las ofertas y haciendo las cuentas necesarias para poder llevar todo por el menor precio posible. Pero ahora, le había dado el dinero de lleno a Tae.
_¿Yo sólo?
_Claro, debes comenzar a tener responsabilidades- y Jimin le guiñó un ojo. Tae sonrió y se lanzó a abrazarlo antes de salir corriendo por los pasillos de la tienda. Si iba a ser un Omega con un Alfa destinado debería comenzar a ser más maduro, por más que ya lo fuera. Obviamente Jimin se quedó a unos metros de distancia, siguiéndole y cuidándole. Tae estaba como niño en dulcería viendo todos los lápices de colores que habían y los enormes libros que adornaban las estanterías.
Pero así como lo miraba, sonreía y volvía a colocarlo en su lugar. Todo estaba fuera del presupuesto, siempre, y a Jimin le jodió demasiado.
El pequeño corría de acá para allá por lo que al mayor le fue difícil seguirle el ritmo. Lo encontraba siempre pasando casualmente por el mismo sector, ya que se había quedado mirando por demasiado tiempo unas lapiceras, pero en especial una, la cual olió y sus mejillas se sonrojaron. Parecía demasiado feliz con esa pequeña artesanía al parecer pues era una demasiado adornada, como si fuera hecha a mano. Eran de esas que tenían olor al escribir y dejaban brillitos.Tómala, por favor Tae...sólo tómala.
Pero el Omega la dejó en el estante junto con las otras y agarró simplemente una de color azul, común.
Cuando Tae se alejó, Jimin se dirigió rápidamente al estante, tomando la misma lapicera que Tae había escogido. Tenía un pequeño peluche colgando y estaba llena de brillos. Cuando se acercó a olerla pudo saber rápidamente por que Tae la quería.
Olía a canela, con un toque mentolado de fondo.¡Hoseok, Alfa!
Olía igual que su Alfa.
Cuando Jimin se acercó, abrió los ojos como platos al ver el precio.
Pero su hermano lo merecía. Merecía toda la tienda y más. Podía hacer una excepción por esq única vez. Había comenzado un nuevo trabajo como chofer después de todo y ese era el dinero de la competencia._Al carajo con el %40 para la comida - murmuró tomando la lapicera y llevándosela. Tae la iba a tener, se la iba a regalar y eso iba a ser una sorpresa.
¿Tae?
Jimin buscó por todos lados y no le encontraba. Le había dejado de ver por un segundo y su hermano había desaparecido.
Un Omega sin marcar en medio de una tienda, sólo.¡Idiota!¡Está en peligro!
Una sensación de miedo comenzó a recorrer el cuerpo de Jimin, junto con la desesperación que transmitía a través del lazo, mientras llamaba al lobo de su hermano.
No estaba en el pasillo de librería, ni de lápices, ni de libretas.
¿Dónde estaba?_¡Tae!- comenzó a llamar, con las manos sobre su boca tratando de amplificar el llamado-¡Tae!¿Dónde estás?¡Tae!
Nada.
¡Hermano!¡Omega!¡Manada!¡Hermano!
Y entonces el lazo tiró demasiado fuerte, desesperado; tanto, que a Jimin se le paralizaron los pies.
Miedo.
Dejó salir su instinto y comenzó a empujar a la gente sin importarle nada, siguiendo el aroma y el lazo de su hermano. Sus manos picaban y sus ojos ardían. Sus fosas nasales estaban más activas que nunca y sus piernas parecían ser el doble de fuertes al correr tan rápido,nunca se había sentido así. Tan eufórico y tan desesperado.Cuando el olor se hacía más y más fuerte comenzó a ralentizar el paso, agazapándose entre las estanterías, buscando. Esperando y dando caza al peligro.
_¡Sueltame!- se escuchó un grito. Era TaeHyung y Jimin lo sabía. Era Jimin, no su lobo quien tenía el control ahora.
Cuando se acercó a la zona, pudo observar miles de cosas tiradas por el suelo, pinturas esparcidas y una enorme espalda frente de él. Obviamente esos hombros erguidos y esa postura arrogante, como si pudiera comerse el mundo de un bocado, era de un Alfa.
Estaba tomando a su hermano del cuello, estampándolo contra una columna de metal donde se encontraba el detector de etiquetas._Pídeme disculpas.
Pero Tae cerró los ojos al sentir su espalda rebotar contra el frío metal. Si hubiese tenido las intenciones de contestarle, no hubiese podido hacerlo, pues el enorme sujeto le apretaba el cuello con su mano izquierda.
Él puede.
Tae abrió un ojo como pudo y miró a su alrededor, mientras el Alfa se acercaba aún mas a su cuello.
_Hueles demasiado bien...- murmuró- no jodas...eres Omega- se dio cuenta, y sus ojos se volvieron azul marino. Tae tembló del miedo pero no reaccionó ni forcejeó. Seguía buscando la salida. Estaba en el pasillo de Material Escolar, así que debían de haber unas tijeras por allí.
Y las vio por el reflejo del detector de precios, justo de su lado izquierdo. Pero la enorme nariz del Alfa estaba pegado a su cuello de ese lado. Era una sensación desagradable, asquerosa y peligrosa para el Omega recién convertido.
Pero si no ganaba por la fuerza, ganaba por el ingenio._Omega - gruñó el sujeto. La voz no hizo mas efecto que enojar a los dos Omegas que se encontraban allí, pero Tae fingió temblar. Estiró su mano izquierda y colocó la derecha sobre los canosos y gruesos cabellos. Fingió ansiar el tacto, fingió disfrutar aquello y fingió gemir.- mira como te pones...eres un regalado...eres...
Bingo.
Justo cuando sintió la humeda y espesa lengua en su cuello, encontró las tijeras y con un movimiento rápido y seco, las clavó en el hombro del sujeto, quien gritó como alma que lleva el diablo y se apartó de allí, furioso. Probablemente ni siquiera sentía el metal clavado en su carne por la ira que emanaba su cuerpo. Estaba furioso. Su cuerpo estaba totalmente encorvado y sus manos planeaban sujetar nuevamente a Tae.
_Eres un bastardo hijo de- pero Jimin hizo su aparición, dando una patada alta con el talón a las tijeras en el hombro derecho, clavándolas aún mas hasta el mango. Cuando el Alfa se cayó al suelo, el castaño se corrió de allí y se colocó detrás de su hermano mayor.
Bien hecho, Tae.
El pelirosado saltó sobre el Alfa tendido en el suelo y le tomó el cuello con los brazos, haciendo una palanca.
_Omega estúp-
_No te gastes- le dijo Jimin, riendo- esas mierdas no tienen efecto en ninguno de los dos. Pídele disculpas a mi hermano.
_¿Q-qué?- murmuró el sujeto, como pudo, pues los brazos de Jimin le impedían respirar- Antes...m-muerto que-
_Hazlo.
Ajustó aún mas la llave y el Alfa tosió, gruñendo al sentir la rodilla del Omega en su hombro, hundiendo más el metal. La sangre brotaba por el piso, pero Jimin no estaba muy culpable, pues aquél tipo había intentado marcar a su hermano, quien tenía ya un Alfa. Pero lo más importante, quien era libre de decidir.
_¡L-lo...s...s-siento!
Pan comido.
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A los golpes [Kookmin]
Fanfiction"Se conocieron cuando el castaño estaba en el suelo con la nariz rota y el pelirosado en la otra esquina con la mano ensangrentada. Se enamoraron de la misma manera A los golpes" Kookmin Homoerotico ...