A los golpes [Kookmin]

27. Jung Hoseok

_¡T-tae!- gritó llorando de la emoción, lanzándose a abrazar a su hermano quien no paraba de temblar. Le tomó en sus brazos y le meció como si se tratara de un bebé. Era su cachorrito-de 15 años-.
Acarició sus cabellos y comenzó a olerle. Era un aroma dulce, como el suyo, pero tenía otro toque. El fondo iba a ser siempre Jazmín como Jimin, pero TaeHyung olía también a Rosas. Era demasiado fresco.

_S-soy...- tartamudeó- Soy Omega.

Y su lobo aulló por primera vez. El Omega de Jimin le respondió al canto y el Alfa simplemente ladró. Su madre también habría sentido el cambio en su casa.

_Eres Omega, Tae. Como yo.

Y eso hizo caer en cuentas a Jimin que si su hermano no forjaba su carácter la iba a pasar mal. Su lobo había tardado en dar señales de vida demasiados años, y Jimin creía saber el por qué. Por la misma razón que su Omega se había alejado tanto tiempo.

Miedo.

Tae era pequeño y no lo recordaba, pero su lobo siempre lloraba cuando su padre estaba cerca. Ninguno de los lobos le querían, y tampoco querían sufrir. El Omega de Jimin se alejó por miedo a morir al igual que el lobo de Tae.
Por eso su cambio había tardado en llegar, demasiado tiempo. Su lobo estaba asustado y tenía razones para estarlo. Sentía el rechazo del pequeño al ver a su hermano sufrir por ser Omega y al ver al Alfa de su padre maltratarle tanto. Pero TaeHyung era pequeño para entenderlo todo.
Y había cambiado cuando su hermano encontró a su pareja destinada. Esa pareja que la Luna puso en su camino; eran cosas de los lobos, no de los humanos.
No. Había cambiado cuando sintió ese aroma en particular, cuando las hormonas llegaron a consumirle y embriagarle con tanto gozo. Era como si su piel fuera gelatina y todo ardiera. El cambio no producía eso.
Un Alfa, sí.

_¿Tienen como volver a su casa?- preguntó Hoseok, tratando de lucir normal, pero las gotas de sudor no dejaban de caerle por la frente- Está liberando demasiadas hormonas y es un poco...-apretó los puños- peligroso.

¿Hablaba por él o por los demás Alfas?

_Hoseok, ¿Estás bien?

_Sí, Jungkook...sólo...- murmuró, tratando de no parecer extraño. Se sentó en el sillón y todos hicieron lo mismo.

_Debo esperar que termine su cambio y luego ¿Puedes llevarnos a casa, Jungkook?

El castaño asintió y Jimin le murmuró un "Gracias " para acercarse mas a su hermano, quien no dejaba de suspirar y cerrar los ojos. Su lobo no paraba de saltar y mover su cola dentro suyo, ladrando y aullando. Los demás lobos lo sentían y trataban de hacer que se calmara pero era imposible. TaeHyung comenzó a retorcerse en su lugar y Jungkook le dió el vaso de agua que había dejado allí esa mañana.

_¿Tu cambio fue así?- le preguntó directamente a Jimin, quien miró a su hermano y comenzó a recordar.
Quería ayudar pero no sabía nada en el tema.

_No, Jeon...no fue tan ...- las palabras le quedaron atoradas en la garganta como dagas. Jimin se odió por haber levantado la vista, y ver al primo de su Alfa rasgarse los ojos. Estaban azules. Un azul oscuro y profundo, casi marino. Eso significaba que su Alfa estaba alerta y Jimin tenía miedo ¿Justo cuando el lobo de su hermano despertó? Justo cuando...el Omega...

Omega

Alfa

Cayó en cuentas de la situación y se alertó . Su Omega paró la cola del miedo y comenzó a gruñir ¿Cómo no se había dado cuenta antes?

_¡Alejate!- le gritó el pelirosado al Alfa, quien le miró sorprendido y comenzó a gruñir cuando el Omega se pegó a su hermanito, quien se revolvía inquieto.

_Jimin, pequeño-

_¡No, Jungkook! Entiendo que sea tu primo, pero mantenlo alejado.

La situación lentamente se volvió un caos. Jungkook miraba a su pareja con preocupación y Jimin miraba a Hoseok con advertencia. No había odio, pero si una señal.

Mueve un pelo y te rompo no sólo la nariz.

Nadie quería hablar, nadie decía nada. Todos los lobos estaban alertas y no sabían como reaccionar, como seguir ¿Iban a pelear? Jungkook tenía en claro que por proteger a su hermano, Jimin haría hasta lo imposible.
Pero Tae, en los brazos del mayor, hizo lo que nunca creería que haría. Nadie se lo imaginaba.
  Abrió su boca y mordió el brazo de Jimin, quien le miró sorprendido y cuando llegó el dolor le soltó rápidamente y se comenzó a frotar. Jungkook fue a socorrerle.

_¡TaeHyung!

_¡Para ya!-gritó como pudo. Componiéndose-Tengo 15 años Jimin, no necesito que-

_¡Sí, sí lo haces! No tienes idea de lo que va a ser ahora. Debes protegerte de cada lobo que se te cruce, debes estar atento ¡Eres un Omega macho! Como yo, TaeHyung.

_¡Sí!- gritó, levantándose mientras se tambaleaba. Su Omega aullaba y le imploraba ir hacia el Alfa. Le necesitaba- Como tú, Jimin. Y tú trabajas, luchas y tienes un jodido Alfa ¡Soy como tú!¡Soy Omega!¡Soy manada!

Dejó al pelirosado ojiplático en su lugar, quien miraba a su hermano preocupado. Había crecido tanto.
   Le había criado y mantenido, educado. Dio lo mejor de sí para cuidarle y daría la vida en un segundo si eso le salvaba. Pero no podía hacer nada en contra de lo que la diosa Luna le había encomendado. TaeHyung era un Omega, macho, hombre, al igual que él.
  Posiblemente eran cosas de la sangre, del linaje; al igual que el primo de Jungkook era Alfa, como  él.

_Pero Tae-

_Jimin-interrumpió el castaño, para abrazarle por detras y colocar el mentón en su coronilla. Quería tranquilizarle, quería calmarle. Sabía que Jimin estaba incluso más asustado que su hermano, pero Tae tenía que aprender a vivir con lo que le tocó justo como él había hecho- Ya está, cachorro. Déjalo.

_Pero Jungkook, él-

_Jimin- murmuró. El Omega bajó las orejas y apretó la mandibula. Miró a su hermano y, al igual que él, Jungkook no tuvo efecto alguno . Se alegró por esto, ambos Omegas eran igual de tercos. E incluso al parecer el de TaeHyung aún mas, pues había tardado años en aparecer.

Nadie dijo nada, pero no hizo falta cuando Tae comenzó a llorar.

_D-duele...- murmuró entre sollozos. Y Jimin lo entendía, porque le pasó lo mismo la primera vez en ver a Jungkook-la segunda, de hecho- pero a su hermano ese efecto se lo producía otra persona.

_¿Qué duele, Tae?

_Q-quema...-murmuró- Jimin, arde.

Y el Omega lo comprendió. Pero no le gustó nada.
  Jungkook sintió esto y se acercó aún mas. Le depositó un beso en la cien y se acercó a susurrarle.

_Déjale.

  Jimin tenía que hacerlo, así que miró a su primo, quien era un poema. Cara roja y manos apretadas, sudadas. Ceño fruncido al igual que la nariz. Al parecer estaba teniendo la mayor prueba de autocontrol que nunca antes había tenido.

_¿Cuantos años tienes?- le preguntó, por lo que Hoseok se sorprendió y como pudo contesto, chocando los dientes.

_21.

Jimin ahogó un grito. Su hermano tenía 15. Iba a cumplir 16 pero eso no ayudaba. Tenía 15 años y su Omega había despertado por el Alfa de Hoseok.

Espero que tengas una razón para esto- pensó, amenazando a la Luna.

Jimin sintió el agarre de Jungkook y se dejó hacer, para asistirle con la cabeza al primo.
  Hoseok lo captó y lentamente se acercó al Omega, que se había sentado ya en el sillón. TaeHyung comenzó a hiperventilar y abrió los ojos cuando el olor le golpeó. Tan fuerte que quiso gritar. El metal se acercaba mas y mas y él era un enorme imán. Tenía miedo de todo lo que estaba sintiendo.

Pero todo el peso de sus hombros desapareció cuando Hoseok se sentó al lado suyo y abrió los brazos, invitandole.

_Ven, pequeño.

Y TaeHyung se lanzó a abrazarlo, mientras su lobo aullaba. Feliz.