A los golpes [Kookmin]

22. Papá

_¡Recto!¡Cintura!¡Más rápido o juro que te haré correr durante una hora!

Jimin hizo lo indicado y saltó el obstáculo. Terminó el circuito de crosffit casero y cayó rendido al suelo. Llegó dos minutos tarde y Kwan se los había cobrado.
El viejo se acercó y le entregó una botella de agua fría. Ambos se sentaron en el suelo y comenzaron a quitarse las protecciones, dejándose las vendas.

_Aprenderás a ser puntual.

Jimin bebió un sorbo luego de quitarse el bucal lleno de saliva. Asintió.

Como si hubiesemos fijado un horario, cumpleañero mandón.

_Y a no andar de regalón.

Bueno, lo que quedaba de saliva salió disparando para la sopresa de Jimin. El pelirosado entendía por "regalón" a que lo había visto con Jungkook, porque, ¿Sino con quien?

Los mayores y sus palabras antiguas.

Había sido solo un momento en el que bajó del auto pero ¿Cómo?
Jimin observó a su entrenador y este le alzó la cejas. Mala señal, mala señal, se venía el sermón.

_Jimin...

_¡Nada de charlas de sexo!- dijo tapándose los oídos- soy un Omega, Hombre. Toda mi vida se ha tratado del sexo y de quien iba a poseerme, casarse conmigo y darle cachorros. Y nadie lo ha hecho hasta ahora gracias a tí.

_Yo sólo te entreno, Jimin, tú pones el esfuerzo físico y mental.

_Obviamente también gracias a mi- dijo alagándose graciosamente- tú no vives si no es por mi protección, viejo. Ahora, mas viejo.

Kwan abrió los ojos y le dio un golpe en la cabeza, riendo también.

_Mocoso ingrato.

_¿No es esta la parte en la que dices "Porque Kwan te ama"?

_Eso es de Rocky, y tú no eres Rocky, ni mucho menos Silvester Stallone; que te crees, muchacho.

Ambos rieron. Se declaraban fans a ambos por igual, porque el viejo también veía la maratón de películas junto al Omega. Era un clásico cuando el pelirosado tenía un día libre.

_Jimin...

_Por el infierno que eres testarudo.

_Sólo quiero saber si estás de acuerdo, hijo.

Hijo.

Algo dentro de Jimin hizo eco, floreciendo. Como una pequeña raíz que creció por fin dentro de las paredes de su corazón, junto a su lobo. El Omega aulló de tranquilidad y paz. El lobo de Kwan también lo sintió así y levantó las orejas, contestando al llamado.

_Sí...claro que sí- desvió la vista hacia la ventana de enfrente-...papá.

Kwan sonrió y pasó su brazo por sus hombros, abrazándole, todos sudados y con olor a axilas. Pero eso era después de todo, después de esfuerzo físico y del mental, después de demasiados silencios y situaciones, allí había una relación fraternal tan hermosa como cualquier otra con un lazo de sangre; Jimin sabía que Kwan, era su verdadero padre después de todo.

_Y, quiero que me digas si...en algún momento es demasiado para tí- habló- y si necesitas ayuda.

_Viejo, le rompí la nariz. Le quité el título; YO soy el campeón.

Kwan rió .

_No me refiero a si es demasiado aquí- dijo golpeando el brazo de Jimin- o aquí- golpeó el muslo- o aquí- y le golpeó la cabeza- físicamente no me necesitas. Pero, aquí- dijo, señalando su corazón- estás tan asustado como un cachorro, y no me lo niegues, mi lobo lo siente.