Un sólo día más aguantó Jimin en aquél horrible hospital. Jungkook le había llevado hasta su casa al cuidado de su madre, quien hasta que el Alfa no salió por la puerta se había quedado encerrada en su habitación.
_Mamá, no hacía falta que-
_Silencio, Jimin. Todo a su tiempo.
Y esas fueron las últimas palabras de aquel asunto. Ni siquiera TaeHyung se había atrevido a abrir la boca para seguir preguntando. El pelirosado igualmente estaba agradecido por como su madre estaba llevando la situación, y se sentía a pleno. Tenía su pareja destinada y su hermano también. Tenía dos trabajos y había llenado la alacena y la mochila de Tae con el dinero del premio. Por ahora, las cosas iban demasiado bien.
_¿Quieres comer...algo?- preguntó su hermano, tomando el tema con pinzas. Su madre aún no estaba al tanto y Jimin había pedido por favor que no se le dijera nada. Ya demasiados problemas había en su vida como para sumarle uno más(según él).
_No tengo hambre, Tae, gracias.
_...Jimin...
_Tae- le miró- acabo de recibir una bomba calórica con el suero del hospital, realmente, me siento demasiado lleno y estoy intentando en no pensar en eso. Por favor, hoy no.
Y con aquello se refería a que prefería no probar bocado en lo que restaba del día. TaeHyung al parecer quedó intranquilo con eso, pero decidió entender a su hermano mayor, quien tenía un poco de razón en lo que decía.
Le dejó descansar en su lado de la cama y se puso a hacer tarea mientras el pelirosado dormía._¿Dónde está?
_Te está esperando en su despacho, dijo que lleves un Dalmore 1925.
_Odio ese estúpido whisky.
Saludó a Hoseok con la mano y le dejó en la sala de estar, con su móvil. No recordaba si TaeHyung o Jimin tenían uno, pero venía siendo tiempo de que sí. Necesitaba mandarse textos hasta las cuatro de la madrugada con su Omega si quería conocerlo bien.
Pasó por la despensa y agarró el dichoso whisky, odiándolo. Aquél aroma ácido y fuerte le recordaba siempre a su padre, por lo cuál le tenía rechazo. No estaba seguro si Crabbe y Goyle estarían allí pero era obvio. Eran los perros de su padre, oliéndole el culo a donde quiera que fuera. Los recordaba desde la infancia y aún no entendía si eran idiotas o le faltaba cerebro y tenían sólo una masa sin color.
_Ya se me hacía a mi que olía a marica por aquí.
Y allí estaban. Estandártes de la seguridad personal vigilando la puerta del despacho de su jefe, chequeando quien entra y quien sale.
_Crabbe, Goyle, tanto tiempo.
Se acercó a los gorilas y les tendió la mano, sin ser recibida. Quedó colgando allí mientras sonreían maliciosamente. Era el bendito cuadro a la falta de decoro.
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A los golpes [Kookmin]
Fanfiction"Se conocieron cuando el castaño estaba en el suelo con la nariz rota y el pelirosado en la otra esquina con la mano ensangrentada. Se enamoraron de la misma manera A los golpes" Kookmin Homoerotico ...