Hacía frío.
Era lo único en lo que Jimin podía pensar mientras los temblores no dejaban de azotar su cuerpo. Estaba en un lugar oscuro, sin luz. Sus ojos no podían dejar de forzarse para intentar ver algo allí en medio de la oscuridad, pero aún así, nada.
Podía escuchar el sonido de la aguja de algún reloj de pared en algun lugar, pero era inútil tratar de encontrarlo cuando se encontraba atado de pies y manos en alguna especie de sofá maloliente.
Trataba de llamar a su pareja, trataba de pedir ayuda pero se había cansado de gritar. Creía haberse desgarrado la garganta pero aún así no se iba a rendir.¡Jungkook!¡Jungkook!¡Jungkook!
Pero el vínculo estaba vacío. Parecía ser unilateral, como si fuera un eco rebotando una y otra vez contra una pared.
Intentó otra manera.
¡Tae!¡TaeHyung!
Y su lazo tiró, fuertemente dentro de su pecho. Lo había intentado hacía unas horas, creía. Había contado las manecillas del reloj pero dejó de hacerlo en el segundo tres mil dos.
Pero allí estaba, su hermano estaba bien. Le respondía al lazo y eso le dio un alivio enorme._¡Ayuda!- gritaba aún más fuerte, pero le era inútil.
¿En qué momento de su vida se había convertido en un prisionero? Ni siquiera entendía por qué se suponía que estaba allí dentro, pero tenía el dejo de esperanza que se deberia a Jungkook.
¿Esperanza?
Jimin aún quería encontrar a su pareja. Ya no estaba enojado ni sentía rabia. Estaba asustado. Estaba desesperado por encontrarlo en tanta oscuridad y neblina que se había creado en los últimos días. Había tomado un gran cariño por aquél Alfa engreído pero cálido, y ahora planeaba escapar.
Claro que no le iba a dejar.Aunque primero debía encontrar la forma de salir de allí.
Trató de levantarse, despacio y con cuidado. Los pies estaban demasiado juntos para mantener el equilibrio así que aquello no le funcionó, cayendo de bruces al suelo de madera. Estaba viejo y pútrido, pero la idea de arrastrarse le pareció la mejor en aquel momento. No podía caminar y tenía todas las extremidades atadas.
Se arrastró como gusano por toda la superficie en lo que creía él una línea recta. Trató de usar su olfato para intentar encontrar algún indicio de algo pero lo único que olía era humedad.
Cuando su cabeza chocó contra lo que creía él una pared, utilizó su hombro como soporte y empujó hacía arriba. Parándose mientras se apoyaba en esta. No tenía balance, por lo que su espalda cayó directamente en la superficie, tanteando lo que parecía ser un marco de alguna vieja ventana.
Iba a abrirlo, iba a escapar y a buscar a sus seres queridos.Pero la enorme claridad le inundó los ojos, que no podían enfocar nada debido a la falta de luz que sufrió por lo que Jimin podía catalogar días y días.
La puerta se abrió de par en par, asustándole pero sin flaquear su actitud, dejando ver a los mismos gorilas que le habían llevado hacía allí, sonriendo ¿Cómo iba a olvidar esos horribles rostros?
_Un par de días debieron de ablandarte, Omega.
Seguro.
_¿Qué carajos quieren?- espetó, casi rugiendo. Estaba furioso y asustado. Su lobo había sacado las garras y les gruñía a aquellos tipos. Jimin no se sentía débil, pues la falta de comida no le afectó en nada, pues era algo casi habitual.
Pero había empezado a mejorar, cosa que le entristeció. Ahora debía comenzar desde cero. Y le dolía por su hermano. Le dolía por su madre y por Jungkook.¡Jungkook! ¡Alfa!
Nada.
Aún así, nunca había pasado tanto tiempo sin beber un mísero sorbo de agua. Y sumado a los gritos, su garganta estaba en la miseria.
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A los golpes [Kookmin]
Fanfiction"Se conocieron cuando el castaño estaba en el suelo con la nariz rota y el pelirosado en la otra esquina con la mano ensangrentada. Se enamoraron de la misma manera A los golpes" Kookmin Homoerotico ...