30. Pleito

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_¡Dime la verdad Park Jimin! Tú y tu hermano, ambos con olor a...a...

_Mamá...cálmate¿Sí? Ya te lo dije; Tae fue a buscarme al trabajo y allí está lleno de Alfas, lo sabes.

Mentiras y más mentiras.

¿Realmente esperas que se crea esa basura?

_¡No!- Ahí tienes - Jimin, siempre que vuelves de trabajar vienes limpio- se escuchó un estruendo, el cual fue el puño de Hye chocando contra la pared. La Omega estaba asustada, se podía escuchar en su voz. Sus hijos pocas veces la vieron así, desorientada. Sin rumbo.- tú...y Tae ¡Ambos! ¡Con Alfas!

El pequeño se acercó y tomó del brazo a su mamá, tratando de calmarla. Él había reaccionado igual pero con una explicación todo quedaba claro, o al menos, para él. Suponía que había sido mucho más difícil para Jimin, o su madre. Ellos lo habían vivido peor; Tae solamente era un niño cuando se vino todo abajo. No podía entender el dolor de ambos pero si lo sufría; vivía constantemente con las secuelas. Su padre había sido un monstruo, y eso era lo que sabía.
Acarició el antebrazo de su madre, pero esta lo retiró rápidamente y retrocedió, chocando con la puerta. Tenían que hacer algo, tenían que calmarla o iba a lastimarse.

_¡Los usarán! Los van a marcar y los alejaran...¡Me los van a quitar!¡Me los van a quitar!

Jimin no sabía que hacer. Su mamá siempre estaba tranquila y de repente se ponía histérica. Aunque la entendía; su ex esposo la había marcado tanto como a él. Días atrás Jimin podía jurar odiar a los Alfas, desearle la muerte a cualquiera, incluso a Jeon. Eran seres viles que se aprovechaban de los Omegas mientras los Betas miraban hacia otro lado; era el mundo entero contra ellos.
Y ahora, que su hijo menor era igualmente un Omega, la mamá de los muchachos estaba mucho más preocupada.

_¡Mamá, nadie te alejará de nosotros! Sólo dejame explicarte...escúchanos.

_¡No!- la Omega se acercó a la pared apoyándose en ella. Quería abrir la puerta pero no encontraba el camino, no había forma de que lo lograra si no podía ver. TaeHyung se acercó por si esta caía- Les lavaron el cerebro...ustedes no saben como son ¡Tu padre, Jimin! Tú mas que nadie...tú...hijo, no me hagas esto. Tú mas que nadie sabes de lo que son capaces de hacer.

Los recuerdos de su padre le pusieron la piel de gallina, y su madre tenía un punto.

¿Qué hacía él confiando en un Alfa después de todo lo que había sufrido?

Aún no podía entenderlo. Pero tenía que decirlo. Ya era sabido que la mentira no iba a tener efecto en nada.

_Papá nos dañó mucho, a todos. Me quitó el estudio, te quitó la vista y le quitó un hermano y una madre a Tae. Pero así como todo en la vida te quita, mamá, esta también te da. Tú más que nadie tienes que saber que no todos son lo que aparentan.
TaeHyung se acercó de a poco al notar que Hye se estaba resbalando por la pared, más y más.

_Tu pequeño, Tae, está pasando su primer día del cambio y tú le estás quitando una experiencia hermosa. Tú nos quitas, mamá. Nos quitas la oportunidad de aprender por nosotros mismos, nos quitas la oportunidad de ver todo de otra manera.

_Lo haces para protegernos- agregó Tae, con un tono de tristeza- pero a veces tienes que dejar que nos lastimemos un poco, mamá.

Eran palabras dolorosas, pero las necesarias. Hye estaba quitándole a sus hijos la oportunidad de ser felices, de que todos lo sean. Pero esa no era su intención.

_D-dímelo, Jimin- murmuró, como si supiera la respuesta.
  El pelirosado miró a su madre, tragó el nudo en su garganta; y respondió.

_Es posible que Tae y yo...tengamos un Alfa.- dilo - Y ese Alfa...- ¡Jungkook!- es nuestra pareja destinada.

A los golpes [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora