17. Alfa y Omega

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_¿Huh?¿Disculpa?- preguntó en el marco de la puerta mientras colocaba su mano en la cintura, indignado.

¿Qué se cree?

Pero su lobo traicionero no dejaba de saltar y aullar dentro suyo. Jimin gruñó interiormente y se anotó hablar seriamente con su lobo en la lista de quehaceres. Lo había hecho muy pocas veces en su vida y siempre en situaciones horribles. No era una conversación común; era un viaje al interior, un momento de paz, de encontrarse y saber que es lo que el lobo interior quiere y está dispuesto a hacer para obtenerlo. Aunque algunas veces saltaba de la nada hacia la parte exterior y tomaba el control de Jimin.

_Ven. Debes trabajar.- dijo Jungkook mientras cruzaba los brazos. Tenía puesto una camisa gris con las mangas hasta los codos ,cuando afuera estaba helado. Quizás sea por todas esas cosas de Alfas que no sentía el frío, pues también tenía sólo un pantalón de vestir y unos zapatos; con el pelo hacia atrás dejando ver toda su frente. En un estilo salvaje.

_No. Debo asearme y tengo un compromiso.

_Debes trabajar, ¿Recuerdas? Eres mi chofer.

_Sí, lo soy, lo recuerdo, como también recuerdo haber acordado trabajar en los horarios que me habían quitado.

_Pues que pena - dijo Jungkook lanzándole las llaves del auto, mientras Jimin actuaba rápido y las atrapaba por puro instinto .

_No iré a trabajar a esta hora- reiteró enojado. Tenía todo un carácter que no hacía más que divertir al Alfa.

_Repito, pues que pena. Soy tu jefe, y si no vienes, te despido. Easy.

Jimin abrió la boca estupefacto y la rabia se le subió a la cabeza. Apretó las manos mientras estas se ponían blancas por la presión. Tampoco ayudaba que su lobo estuviera haciéndose un festín en su mente.

Alfa arrogante.

"¡Y que Alfa!"

Dio media vuelta y cerró de un portazo, interrumpiendo el camino de Jungkook a la otra puerta del coche. El Alfa le miró sorprendido y frunció el ceño. No se había ido ...¿O si?

Un sentimiento de miedo le inundó el cuerpo. Pero su sonrisa arrogante volvió cuando vio al Omega salir y cerrar todo con un cambio de ropa mucho más abrigado, pero se notaba el pijama aún debajo.

Sabía que Jimin no tenía más ropa que usar.

Subió al lado del conductor y Jungkook detrás, apoyando su espalda en la puerta y levantando los pies, descansando sus brazos detrás de su cabeza.

¿Para qué necesita un chofer? Parece arreglárselas bien sólo.

El pelirosado se colocó el cinturón e hizo rugir el motor de 800 caballos de fuerza de aquel Mustang negro del '69 . Casi babea. Manejar eso siempre no sería para nada un fastidio. Pero cruzarse al dueño en cambio, sí.

_¿A dónde vamos?

_¿Y el respeto muchacho?

Jimin rodó los ojos.

_¿Hacia dónde, Señor?

Jungkook sonrió y le miró por el espejo retrovisor.

_Vamos a West side 7390.

Jimin abrió los ojos como platos pero no dijo nada, solamente colocó el primer cambio y arrancó el viaje . Ese destino se encontraba a más de una hora de viaje. Más de una hora en un mismo auto, ambiente, encerrado con un Alfa y su Jefe.

A los golpes [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora