A los golpes [Kookmin]

34. Nuevo compañero

_¿Que quieres qué?

_Entrenar, Jimin. Contigo.

Cruzaron la calle con bolsas en mano y se metieron en la avenida principal. Era hora pico por lo cual era un mar de gente que salía de sus trabajos y chicos que salían de sus escuelas. Tae iba en turno de mañana así que no se topó con nadie conocido. Aunque ahora, siendo un Omega, Jimin temía decirle que es lo que se le aproximaba. Tae se iba a chocar contra una pared.

_No sé, TaeHyung...

_Vamos, Jimin. Quiero poder defenderme. No siempre vas a estar ahí para protegerme.

"No siempre vas a estar ahí para protegerme."

_Sí que lo estaré, soy tu hermano mayor. Siempre voy a estar para tí.

Caminaron un par de minutos más entre los que reinó el silencio entre ellos dos. Si bien TaeHyung tenía su punto, para Jimin era dar un gran paso. Era preparar a su hermano para el mundo real, que entendiera de lleno la realidad. Iba a saber defenderse, lo cual le dejaría tranquilo, pero eso significaba que le estaba permitiendo mas libertad de la que ya tenía.

¿Iba a poder TaeHyung seguir viviendo su vida como siempre?

Ahora ambos tenían pareja, pero aún ninguno había sido marcado.
O no del todo.

Apretó aún más las bolsas y miró a su hermanito de reojo. Estaba con la espalda erguida, cargando las bolsas de lo poco que habían comprado de comida. El sol estaba escondiéndose por lo que sus sombras se esplayaban a lo lejos.
Ya era un chico grande. Su hermanito que pedía siempre a gritos ser alzado en brazos, ese que lloraba por los truenos, ese que pedía todo lo que veía en la calle, ese que odiaba las verduras, ese que se comía los mocos y ese que gritaba "¡Listo!" desde el baño.

_Tae...- murmuró.

_¿Mhm?

Confía en él.

Pero...

Manada, Jimin.

_...prométeme que podrás aguantar el entrenamiento.

La cara del menor se iluminó y soltó las bolsas, lanzándose a abrazar a su hermano mayor quien le recibió con los brazos abiertos.

_¡Sí!¡Sí!¡Daré lo mejor de mi!

Jimin sonrió y le abrazó.
Su hermanito ya había crecido y le costaba aceptarlo. Ya podía cuidarse sólo y ya tenía...novio.
Ambos parte de la mafia mas importante de Asia, cabe destacar. A Jimin no le gustaba para nada la idea de Jungkook como conejillo de indias, ni mucho menos sabía que es lo que hacía Hoseok. Su hermano tampoco estaría enterado, pero tarde o temprano el pelirrojo tendría que contarle. O sino, Jimin lo haría hablar a patadas en en culo.
Luego de unos segundos, el mayor sintió una queja de parte del menor, el cual se bajó rápidamente limpiandose la nariz. Como si esta le picara.

_¿Qué pasó?¿Estás bien?

_Joder, Jimin. Arde...pica...es muy fuerte.

_¿Eh?¿El qué?

_Ya sabes, tu olor- dijo mientras estornudaba. Se limpió la cara con la manga de su campera y miró a su hermano- su olor. Es como si me gritara en toda la cara "Aléjate"¿Sabes?

El pelirosado no se había dado cuenta de que la marca dejaba mucho que pensar. Si bien era temporal, cumplía demasiado bien su función. Claro, todo lo que hiciera Jeon el Magnífico iba a estar más que bien. Y por supuesto su marca temporal iba a estar mucho más que sólo bien.
Aunque al mayor le parecía lindo tener una marca, se sentía asustado. Tenía miedo de todo los nuevos sentimientos. Todo lo que había desaprendido en poco tiempo aún tenían ese peso fantasma en su consciencia.