A los golpes [Kookmin]

24. Bloqueadores

Luego de trabajar, vio la hora en el reloj del autobús y eran las tres de la tarde. Se supone que debería de estar trabajando pero con los nuevos horarios y las horas que le quitaron tenía un poco de tiempo libre. No le había dicho a nadie y los únicos que sabían eran, por supuesto, sus jefes. Bajó de allí y se dirigió a la oficina de Namjoon en la parte central de la empresa, muy lejos del estacionamiento . Allí estaban las zonas de descanso y las grandes oficinas. El pelirosado rápidamente sintió el aroma especial de su Beta favorito provenir junto a un café.

_¿Hyung?

_¿Jimin?- le dijo YoonGi mientras tomaba un café. Sus ojos estaban rodeados de ojeras que se tornaban mas oscuras mediante mas se acercaban a sus ojos. Se dirigió al Omega- me enteré- le susurró-...y...joder Jimin, no tienen el derecho.

_Claro que sí, YoonGi. Y lo sabes.

_¡Pero Jimin!- gritó enfadado- No faltaste ni un solo día, no te quejas, no protestas, ¡Nada!- la taza de café estaba casi llena así que salpicó un poco cuando el pelimenta se espamentó.

_Pero tengo 17 años, Hyung.

Ambos se quedaron viendo por unos segundos, como si estuvieran re afirmando esto. Y era cierto, por lo que Jimin no podía quejarse; Nam arriesagaba mucho por él,¿Y si descubrían todo? Aún faltaban cuatro meses para su cumpleaños.
YoonGi negó con la cabeza y le dio la taza de café a Jimin, quien había negado pero con las insistencias del mayor la tomó. Hacía demasiado tiempo que no tomaba un rico café, con su aroma suave y delicioso. Estaba tan dulce como a él le gustaba y tan cremoso como él lo prefería. Su estómago rugió por inercia, ya que estaba hambriento.

_Y actúas como viejo-le dijo YoonGi riendo, a lo que le siguió la risa. Obviamente lo hizo para que dejaran de lado el tema del trabajo. No iba a cambiar nada el
discutir, si las horas ya las había perdido. Se quedaron hablando un rato, hasta que el menor tuvo que irse. Cuando estaba por cruzar la puerta, YoonGi le habló.

_Jimin...-le dijo, como si de la nada hubiese recibido una cachetada o un balde de agua fría. - Hueles diferente.

¡Alfa!

Cierra el hocico.

Jimin se sorprendió y quedó ojiplatico. Olía a Jungkook, pero podía contar nada ¿Verdad? No estaba seguro de cómo iba a responder su Hyung, pero por primera vez tenía miedo.
¿De YoonGi? No. Sino de tener que admitir, frente a un tercero, lo que tenían entre él y Jungkook.
¿Y qué era?¿Qué tenían? Jimin no podía considerarlo como una relación, porque ninguno dijo nada de noviazgo. Se habían besado, sí. Habían "salido juntos"...sí.
Habían peleado, pero no cómo todas las parejas solían hacerlo, fuera del ring.
¿Iba a decirle que Jungkook era su destinado?¿Iba a siquiera nombrarlo? Jimin sabía lo que Suga pensaba de la familia Jeon, pero para ser sinceros, él tampoco sabía cómo pensar de alguien a quien no conocía. Así que hasta que no dieran ese paso, Jimin había decidido que no eran nada.

_Sí, Hyung. Estoy usando bloqueadores.

Mentira. Ni siquiera puedo pagarlos.

_Pero...este olor...- los ojos le cambiaron a un tono más oscuro y su nariz se movía como ardilla. Los instintos protectores de YoonGi estaban a flote y Jimin no sabía que hacer. Desde que le conoció, el Beta había protegido a Jimin (por más que no lo necesitara) y era posesivo con él, pues era como su cachorrito. Era lo mismo que pasaba con Nam, pero la presencia del Alfa de Jungkook le había callado, allí en la oficina.
Pero YoonGi, oliendo al Omega, se preocupó.

_Jimin, joder, no mientas.

¡Alfa!¡Alfa, Jungkook!

La mente de Jimin vagaba por las decisiones que debía tomar. Estaba perdido, ya que nunca pudo mentirle a su Hyung, y su lobo tampoco. Ambos eran buenos amigos, ambos eran manada y los lazos que les unían estaban mas tirantes que nunca. Sabía que si mentía, hería a YoonGi.