Capítulo 18: ¿Enamorada?

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Antes de nada, aviso de que en vez de beso, es un casi beso, porque el capítulo estaba quedando muuuy largo y la acción no llegaba al momento del beso. Pero en ello lo he dejado para enlazar con el beso al inicio del capi siguiente. 

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Ginny, Luna y Hermione se despojaron de sus uniformes y entraron desnudas en las aguas calientes del balneario de Hogsmeade. Nada más entrar, el sensor de la pequeña piscina se activó y un cúmulo de burbujas empezó a hormiguearles la piel desde las puntas de los dedos hasta la nariz.

- ¡Ah! ¡Esto es vida! ¡Bendito cupón de Snape! – exclamó la pelirroja, hundiéndose hasta que sólo le sobresalieran los ojos. Hermione la imitó, dejando que su larga cabellera flotara desparramada sobre las aguas – Lo único que podría mejorarlo es compañía masculina, ¿no creéis? – ronroneó, pero Hermione y Luna no la escuchaban.

- ¡Mirad, chicas! – llamó Luna de repente – A ver si adivináis qué soy – tomó aire y se perdió bajo el agua. De pronto, dos masas blanquinosas y lisas asomaron a la superficie, brillantes y perfectas. Hermione y Ginny abrieron mucho los ojos.

«Eso es... es...», tartamudeó Hermione, mentalmente. «¡Es su culo!».

El rostro de Luna apareció de nuevo en la superficie y sonrió.

- ¡Soy un huevo de dragón!

Ginny se dio un manotazo en la frente y respiró hondo.

- Querrás decir dos huevos, en todo caso.

Luna sopesó la respuesta.

- ¡Pues dos huevos! ¡Soy los huevos de un dragón!

Hermione se llevó las manos a la cabeza y se apresuró a taparle la boca a su amiga. Las mujeres de las piscinas contiguas se habían girado a mirarlas y murmuraban con horror.

- Luna, cada vez suena peor. La gente nos está mirando.

Luna hizo un gesto con la mano para restarle importancia.

- Les habrá gustado mi imitación – dijo con su habitual sonrisa de inocencia – ¡Firmo autógrafos a la salida! – gritó y Ginny y Hermione le taparon de nuevo la boca.

«¡No tiene remedio!», pensó Hermione para sí. «No se la puede sacar de casa».

- Bueno, chicas – dijo de repente la pelirroja, viendo la oportunidad de cambiar de tema hacia el que de verdad le interesaba – Hace mucho que no hablamos de chicos. ¿Por qué no ponemos cotilleos en común?

Hermione quería disentir. Desde que había empezado el curso, su mundo parecía girar en torno a chicos, más incluso que a sus amigas o a sus estudios. Tenía poco que contar y mucho que ocultar. No se veía capaz de confesarles que Harry se le había declarado y que ella aún no había podido darle una respuesta, y mucho menos podía confesar que se sentía profundamente atraída por Malfoy, su peor enemigo. Pero antes de que Hermione pudiera decir nada, Luna empezó a asentir con vehemencia y abrazó a Ginny.

- ¡Buena idea! Yo tengo muchas cosas que contaros.

- ¿Sí, de verdad? ¡Genial! – asintió Ginny.

«¡Genial!», pensó Hermione irónicamente y se encogió de hombros. «Me va a tocar confesar», y cruzó los dedos para que nadie, ¡nadie! mencionara ni a Harry ni a Malfoy.

- Empiezo yo – pidió Luna con una sonrisa dulce de oreja a oreja – Estoy... bueno... estoy... – carraspeó y se puso de repente tan colorada como el pelo de Ginny.

Corazón de bruja (Draco, Hermione y Harry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora