- Aún no me lo puedo creer – exclamó Luna, tapándose la boca con las manos, mientras observaba de lejos a Malfoy – ¡Es increíble!
- ¡Flipante! – corroboró Ginny, con los ojos abiertos como platos – Herms, ¿seguro que no tomaste setas alucinógenas?
- ¡Que no! – replicó la leona, indignada – ¡No tomé setas! De verdad pasó así. Después de una semana, ya va siendo hora de que me creáis.
Las tres amigas estaban sentadas en la mesa Gryffindor, esperando a que fuera hora de almorzar, momento en el que Luna tendría que irse a su mesa de Ravenclaw. Los chicos aún no habían llegado y era el momento perfecto para volver a sacar el tema.
- Cuando nos contaste en el balneario que te gustaba Malfoy, pensé que lo decías en broma – confesó Ginny, alarmada – Todavía no puedo creerme que te salvara la vida frente a un elfo monstruo y luego te abrazara llorando. Y mucho más me cuesta creer que no nos contaras lo del elfo inmediatamente cuando lo supiste. ¡Somos tus amigas, Herms! ¿Por qué nos lo ocultaste?
- Tranquila, Ginny – trató de calmarla Luna, colocándole una mano sobre el hombro – Hermy siempre tiene sus razones. Seguro que no fue por algo importante.
Hermione agachó la cabeza, avergonzada.
- Chicas, no os conté nada del elfo porque, al principio, ni siquiera sabía si la sombra era real, y cuando supe que sí lo era, ya había prometido a Malfoy y a Harry guardar el secreto. Me cuesta romper mi palabra si la he dado por una razón importante.
- ¿Ves? – asintió Luna, con una sonrisa – Hermy nunca nos ocultaría nada porque sí. Sabemos que confías en nosotras – afirmó y Ginny hizo un esfuerzo por sonreír.
- Está bien – aceptó la pelirroja, cruzada de brazos – Vale.
Luna cruzó los brazos bajo la barbilla y lanzó un suspiro.
- Ahora que lo comentas, Malfoy no está nada mal. No conocía esa faceta suya de héroe – suspiró – Es tan...
- ¿Sexy? – continuó Ginny, también observando al rubio con interés – Tiene un culito...
- ¡¿Pero qué?! – exclamó Hermione, escandalizada – ¡No, no, ni hablar! Luna, tú estás saliendo con Neville. Y tú, Ginny...
- ¿Siiii? – la pelirroja abrió los ojos con interés y alzó las cejas en actitud picantona - ¿No se te ocurre ninguna excusa?
«Sí, se me ocurre, que te gusta Harry», pensó Hermione, molesta. «Pero si te lo digo, me matarás con una enciclopedia».
Así que la leona se cruzó de brazos, enfurruñada.
Ginny lanzó una carcajada, victoriosa, mientras Luna le daba palmaditas en la espalda a Hermione.
- Mmm... culito de Slytherin – murmuró Ginny para hacerla un poco más de rabiar. Era su forma de compensar un poco los secretos que Hermione les había ocultado. Al fin y al cabo, un poco de pique no hace daño a nadie.
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Corazón de bruja (Draco, Hermione y Harry)
FanfictionHarry, Ron y Hermione cursan su sexto año en Hogwarts. Hermione confía en que el curso será tranquilo, pero se equivoca: una sombra se ha colado en el castillo y se dedica a causar problemas tanto a alumnos como a profesores. Hermione ha cambiado:...