Capítulo 30: Doble destrucción

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Estos días he notado auras malignas tras mis espaldas y creo que he subido puestos en más de una lista negra. ¡Qué mal! Jajaja ok, no, ¡qué miedo! Yo soy un angelito :D

No he subido nada estas semanas porque estoy haciendo el TFM, que lo entrego este final de mes (y voy de culete), además me estoy sacando un idioma y han venido dos amigas una semana a visitarme, con lo que no he tenido tiempo de más. Como siempre, responderé a todos vuestros comentarios en cuanto pueda. Os dejo aquí el capi nuevo y ahora que tengo un ratito, empezaré a escribir el siguiente. Besos y abrazos XXX 

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Draco Malfoy miraba a Granger con expectación. Contra todo pronóstico, acababa de abrirle su corazón de parte a parte, de confesarle todo lo que sentía por ella desde principio de curso: el deseo, los celos y... el amor.

Sí, amor.

Lo que había empezado siendo un fastidio, una especie de equipo caza-elfos creado casi por imposición, había acabado dando pie a toda una serie de encuentros que habían hecho darse cuenta a Malfoy de cuán increíble era Granger, de todo lo que escondía aquella cabecita de pelo rebelde. A veces lo hacía enfadar, y mucho. Otras, lo hacía perder la cabeza de una forma enloquecedoramente irresistible. Lo hacía querer desear besar cada centímetro de su piel, besar sus labios carnosos, acariciar su pelo, sus manos, su rostro. Deseaba oírla reír hasta que sus carcajadas quebraran el silencio del horizonte, y luego mirarla, mirarla tan intensamente que Hermione se sonrojara y le pidiera que parase, avergonzada y halagada a partes iguales. ¡Deseaba tantas cosas con ella! Y, sin embargo, nada dependía del Slytherin. El veritaserum le había empujado a dar el paso que necesitaba, pero ahora todo dependía de su leona, de...

 El veritaserum le había empujado a dar el paso que necesitaba, pero ahora todo dependía de su leona, de

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- ¿Granger?

Hermione no podía creer lo que acababa de oír. ¿Draco Malfoy... confesándosele?

No, no podía ser cierto.

Sacudió la cabeza varias veces y lo miró con los ojos abiertos como platos, totalmente asombrada. No conseguía procesar las palabras del Slytherin.

«¿Ha... ha dicho lo que he oído? ¡No es posible! ¿Le gusto a Malfoy? ¡¿LE GUSTO?!».

Abrió la boca para contestar, pero no pudo. Una parte de ella se repetía una y otra vez que aquella confesión era un truco, otra de las muchas formas que usaban constantemente los Slytherin para herirla; pero otra parte de su mente, la parte más racional, sabía que si Malfoy había tomado veritaserum, nada de lo que decía podía ser mentira, por lo tanto...

- ¿Estás...? ¿Tú estás...?

Hermione carraspeó y se aclaró la garganta. No podía creerse lo que estaba a punto de preguntar.

- ¿De verdad te... te gusto?

Malfoy esbozó una sonrisa pícara y dio un paso hacia Hermione. La leona quiso retroceder ante la proximidad del apuesto Slytherin, pero un árbol se lo impidió, por lo que quedaron frente a frente, a tan sólo un par de centímetros de distancia.

Corazón de bruja (Draco, Hermione y Harry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora