Capítulo 22: Slytherin vs Gryffindor

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Harry miraba a Hermione con la jarra en la mano, expectante.

- Te noto nerviosa – comentó, dándole un sorbo al vaso para intentar tranquilizarse a sí mismo – ¿Pasa algo?

Hermione seguía mirando de reojo la mesa de los Slytherin, nerviosa. Notaba perfectamente cómo Malfoy estaba más pendiente de su conversación que de la que tenían sus amigos serpientes, pero no se dejó intimidar. Sacudió la cabeza y se volvió hacia Harry.

- Perdona, Harry, estaba distraída – se disculpó y tomó aire. Había llegado el momento de la verdad, no importaba si Malfoy los estaba espiando o no. Era ahora o nunca – Quería hablarte de lo que pasó el día que fuimos al despacho de Dumbledore. Me refiero a lo que me dijiste después, a lo de que... – hizo una pausa, no sabía ni qué decir.

Harry tragó saliva y asintió. En realidad, sabía desde el principio de qué quería hablarle su amiga. Había estado huyendo de esa conversación durante semanas, pero ya no podía seguir escapándose.

- Lo sé, Herms. Quieres que hablemos de lo que... de lo que siento por ti – sentenció y Malfoy se irguió de golpe en su asiento.

«¡Perfecto! El idiota del hurón nos está oyendo», aplaudió mentalmente Hermione con ironía. «¿Qué más puede pasarme?».

- Sí, exacto.

Harry le dio un nuevo sorbo a su jarra y Hermione lo imitó. La conversación estaba siendo mucho más incómoda de lo que se hubiera imaginado. En la mesa de al lado, Malfoy dio tres sorbos seguidos a algo que parecía ser cerveza. La cosa se estaba poniendo fea, y él se estaba emborrachando.

- Ya sabes lo que siento, Hermione – se adelantó Harry, ajeno a los movimientos del Slytherin – No ha cambiado nada desde que te lo dije.

- Ya sabes lo que siento, Hermione – se adelantó Harry, ajeno a los movimientos del Slytherin – No ha cambiado nada desde que te lo dije

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- Eso me temía – la chica suspiró y Harry abrió los ojos con sorpresa.

- ¿Estás... estás molesta porque me confesara? – preguntó, evidentemente confuso – No era lo que pretendía.

- No, no – se apresuró a aclarar Hermione – No estoy molesta, al contrario. Me halaga que pienses en mí de esa manera. Y reconozco que yo también te quiero. Siempre te he querido, desde que éramos niños y derrotamos al trol en primer curso.

Al oír esas palabras, Malfoy apretó con tanta fuerza el vaso que tenía entre las manos que el cristal se rompió y los pedazos volaron por todas partes. Las mesas contiguas se giraron de golpe al oír el estruendo.

- Draquito, ¿qué ha pasado? – preguntó Pansy, agarrándole la mano para ver si estaba herido – ¿Estás bien, cielo?

- Estoy bien – dijo de mala gana sin volverse – Crabbe, Goyle...

- Sí, sí, lo recogemos – confirmaron los dos chicos, agitando las varitas y haciendo desaparecer los cristales en un segundo.

- ¡Qué porquería de vasos! – continuó Pansy, con su habitual mueca de superioridad – Deberíamos largarnos de esta fiesta – hizo ademán de levantarse, pero Draco la tomó del brazo y se lo impidió.

Corazón de bruja (Draco, Hermione y Harry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora