Me desperté gracias al bendito despertador, intenté moverme de los brazos de Nathan pero era más fuerte que yo.
- Nathan, despierta por favor.
En respuesta el solo solto un gruñido y su agarre se volvió más fuerte.
- Despiértate por favor antes de que pierda la paciencia.
Sin respuestas simplemente siguió durmiendo plácidamente en mi cama, lástima de que yo no tengo para nada paciencia.
Lo empuje de la cama y se cayó del otro extremo dándose un fuerte golpe en la cabeza.
-¿¡ Qué te pasa estás loca!?
- Te dije que te despertarás - dije sumamente calma.
Se levantó del suelo y pude notar de que ya no llevaba su saco ni la corbata y su camisa blanca estaba desabotonada. Intenté no desviar mi vista de su mirada pero era imposible.
- Mi cara está acá arriba.
Sentir el calor subir a mis mejillas y supe que me había sonrojado pero el orgullo siempre me puede así que no me iba a dejar ganar.
- Bueno he cumplido mi parte del trato, así que ya te puedes ir y seguimos con la indiferencia entre las dos partes.
- ¿Que? - dijo con el ceño fruncido.
- Sip - dije remarcando la "p" - Ayer me pediste que te dejará dormir aquí y que si hacía eso yo no debía ser tu novia.
- No pensé que te lo tomarías tan literal.
- Ya ves que sí.
Le dio una sonrisa triunfante y salí del cuarto dejándolo a él muy aturdido, pensaba preparar un desayuno para después salir a trotar un rato. Cómo era de costumbre.
Estaba llegando a la sala cuando notó de que en el mueble más largo está algo tendido. Me entró el pánico ¿ y Sí entró un ladrón?, ¿ se habrá quedado dormido mientras nos robaba?, ¿ qué hago?.
Me acordé de que en la habitación que dejé atrás estaba Nathan que era lo suficientemente alto y musculoso como para defendernos y si no pues Sería mucho bullying.
- !Nathan¡ - viste con todas mis fuerzas.
- ¿ Qué pasa?, estás loca. No espera no me respondas eso, ya sé la respuesta. Sí.
- Alguien está en el sofá tendido.
El asomo más su cabeza y empezó a caminar mientras abrochaba su camiseta.
- Deja de ser melodramática debe ser Ana.
Eso sí me enojo bastante, pero al fin y al cabo no le podría reprochar nada. Él es mi jefe. Yo escucho sus órdenes y las cumplo.
No, esperen con ese pensamiento me criaron toda mi vida y mi propósito de estar en esta ciudad es romper esos estereotipos que me enseñaron toda la vida.
- ¿Sabes qué? tú por tu lado y yo por el mío sí, es un ladrón te pediré ayuda o me defenderé sola y si esa es Ana pues ya te puedes ir ya conoces la puerta.
- Lo siento no....
- No, necesito tus explicaciones y mucho menos tus lamentos me puede valer por mí misma, por favor vete.
Me dirigí hacia la sala a paso decidido esperaba y rogaba a todos los dioses de que no fueron ladrón porque mi orgullo se vería lastimado al tener que pedirle ayuda a Nathan.
La silueta se fue formando mejor y no te que era Ana. Me me volteé a ver a Nathan quién estaba asentado en el marco del pasillo.
- Ya te puedes ir, ha sido Ana nada más. Ahora vete.
Así pasaron como media hora mientras yo le decía que se fuera y él decía que no se quería ir y ya me había hecho tarde para salir a trotar.
Ana ya se había levantado y dijo que no había dormido bien y se fue a su cuarto a recuperar sus horas de sueño.
Estaba demasiado frustrada y decidí que tenía que salir a trotar me ayudaba a despejar mi mente y hacerla no divagar. Últimamente mi vida había cambiado drásticamente yo no era la chica que esperaba que le dijeran que hacer, ahora tomaba decisiones por mí misma y tenía mis propios pensamientos no necesitaba que alguien me dijera que pensar o cómo debía pensar sobre una situación específica.
Algunas veces las personas creen que no dejándoles pensar sobre algo a una persona por sí misma le van a evitar problemas, pero simplemente les están enseñando a ser dependiente de alguien. Y eso es malo en muchos casos. Puede simplemente esa persona llegar a estar con alguien que no la merece que le hace daño pero le enseñaron a depender de alguien y lo va a soportar sólo porque no puede
- Tengo que ir a trotar.
Me dirigí a mi cuarto y saqué el primer terno deportivo que encontré, me cambie lo más rápido posible hice una coleta alta en mi pelo.
Estaba lista para salir a trotar cuando escuchó la odiosa voz de Nathan llamarme.
- No no creo que sea correcto que salgas a correr en crop top.
Y si, mi terno deportivo tenía un crop top deportivo. Pero eso no era excusa suficiente para no salir a trotar.
- Saldre a tratar de todas formas así que no me molestes.
Salí de la casa con la esperanza de que cuando volviera ya no le encontrará a el. Después de correr unas 2 horas y media.
Corro bastante para ahogar los pensamientos que me impulsan a la depresión o me hace sentir que no valgo nada.Puedo pasar horas y horas trotando. Sólo para calmar la ansiedad de cometer alguna locura o Llamar a las personas y humillarme, rebajarme a lo que ellos quieren hacer.
Algunas veces está bien ceder es una oportunidad para conocer experiencias nuevas, pero cuando empiezan a tratarte como una marioneta a la que si no haces lo que ellos quieren se enojan y empiezan a herirte eso ya no es ceder eso simplemente es rebajarse.
Volví al departamento para encontrarme con Ana que estaba desayunando.
- Hola.
- hola, oye quiero salir te parece si vamos al parque.
- Claro, dejame me alisto.
- Oki doki.
Me fui a mi cuarto y me bañé y cuando salí empieza escoger una ropa cómoda para salir a caminar un rato con Ana.
Al final me decidí por esto.
Cuando ya me terminé de alistar me encontré con Ana fuera de el departamento y empezamos a caminar hacia el parque. Cuando llegamos, vi una silueta muy parecida a la de Nathan me fui acercando cuidadosamente y vi que sí era él y no estaba solo, estaba con una chica era diferente a la de la noche anterior pero seguía siendo una chica.El la miraba con indiferencia pero sin embargo no dejaba de lado sus coqueteos. Me dolía verla escena pero comprendí que Nathan simplemente quería ver si me podía manipular y ya vio que no asique lo haria sufrir un rato...
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Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.
RandomTeresa magomery esta cansada de lidiar con un pasado tortuoso y un presente lleno de hipocresía, ella decide mudarse a Canadá para alejarse de la vida que lleva en Rusia, su país natal. Sin embargo no sabrá lo que se encuentra ahí. Nathan Reyes un...