POV TERESA.
Me levanto como puedo, aun siento en dolor en mi costado y cabeza. Trato de sonreir al ver que todos me ven preocupados. Nathan aun tiene mi mano entre la suya, ese calor que me parece tranquilizador.
Mi madre se acerca a mí, me mira y se sienta del otro lado de la camilla donde estoy.
- Ay, hija siento lo que paso. Luego hablaremos a solas.
Asiento con la cabeza, siento la garganta seca, demasiado seca.
- ¿Quieres que te de agua, princesa? - Dice Nathan y yo asiento.
El se levanta y va a un pequeño botellón de agua que esta en una esquina. Con bastante paciencia, llena el vaso y me lo devuelve. Lo tomo con suavidad, mi cuerpo me duele como nunca antes.
- Hija, lo siento, esto es nuestra culpa. Jamas debí haberte impulsado a estar con él. - Mi padre llora en mi hombro y yo niego.
- No, no es tu culpa. Los dos tenemos responsabilidad, yo no debía permitir que el me tratara de esa manera, que me insultara, humillara y traicionara. Pero a pesar de todo, la decision siempre estuvo en mí, yo podía terminar en cualquier momento, pero no lo hice.
Seguimos hablando durante unas horas mas.
- Hija, hay alguien que quiere verte.
Asiento, estoy muy feliz, Nathan se levanta y se va, con mi familia. Cierro los ojos y respiro profundamente.
- ¿Ha esto llegaste? - Abro los ojos de inmediato, veo a la figura frente a mí, las lagrimas vienen, pero ya no de tristesa sino de resignacion y coraje.
- Y si llegue que, no eres quien para juzgarme.
- Eres muy orgullosa.
- Somos muy parecidos y lo sabes, tú eres igual de orgulloso que yo. Creo que se te olvido que eras tu, el que siempre me lastimo. El que llegaba y destruía todo, se iva y después volvías a hacer los mismo.
- Yo tengo razones para mi actuar.
- No, lo que tu tienes son escusas, o me vas a decir que jamas pensaste en mi dolor, o ¡Ya se ! ... tu favorita es, "yo no tuve lo que ustedes sí"
El me mira, en su mirada se ve la misma que en otras ocasiones creí, pero ahora si jamás lo voy a permitir.
- Jamas entenderás mi dolor.
- Ni tu el mío, o mas bien no quieres entenderlo. Vete, no quiero estar cerca tuyo, vete.
- Pero soy tu hermano - Usaba aquél pretexto para que lo dejara manipularne.
- No, mi hermano murio, hace 16 años, en una discusión. Recuerda.
El hizo una mueca de dolor y salio, me quede viendo la puerta atonita por lo que paso. Algunas lagrimas habian escapado de mis ojos, las deje salir, haciendo así un pequeño duelo.
Después de unos minutos se acerco Nathan, me miraba enojado, no sabia el por que, pero una parte de mi sabía que esto no iba terminar bien.
- ¿Que pasa?
- Por que eres así con tu hermano, el no se lo merece - Frunci en ceño, el no sabia lo que yo habia pasado - Debes personarlo, no quiero que estes enojada con él. Eso es ser orgullosa.
La ira invadio mi sistema, el no tenía el derecho de decirme a quien perdonar, el no vio las peleas, las cosas que el rompía. El no estuvo ahí, cuando yo me sentia sola, que queria matarme, que mi unico refugio era un noviazgo que termino con mis ultimas fuerzas en la gente.
- No, quiero - No queria pelear con él, pero no me recriminaria nada.
- Parece una niña caprichosa, vamos que te cuesta darle una oportunidad.
Respire profundamente, el estaba siendo injusto conmigo.
- No cuestiones mis desiciones, no sabes lo que yo sé. No estabas ahí cuando le di mas de una oportunidad, cuando lloraba sola.
- Cuando dejes de portarte tan inútilmente me llamas.
Salió dejandome así, respire, ya no lo llamaría jamas, habia hecho demasiadas veces. Pasar por mi orgullo no estaba en mis planes, el no tenia ese derecho, tal vez era lo mejor para mí.
Dos días despues.
Ya han pasado los dos dias que tenía que estar en reposo, estoy lista para ir a mi casa, Nathan no habia vuelto a aparecer. Por mi padre supe que antes habia hablado con mi hermano, algo me decía que el tenia que ver con mis problemas con Nathan.
Estaba en la sala de mi casa, mañana regresaba a Canada, en estos días he reforzado la relacion con mis hermanas, las dos estan enamoradas de esos dos chicos que prometieron que me los ivan a presentar.
Han cambiado mucho, bajo la mirada de mi mama, se seguian portando igual que antes, pero cuando ella no estaba, las dos se portaban de una manera sutil, amable y humilde.
Habian echó nuevas amigas, las anteriores solo eran arpias, las chicas eran humildes pero bastante inteligentes, se llamaban:
Evangeline, Venus, Marcus, Ariel, Rosa y Alex.
Eran chicos humildes y graciosos, los habia conocido cuando ella me pidieron que las acompañará a un parque que estaba cerca de la casa. Todos eran buenas personas, querian y insipiraban amistad. Mis hermanas se veian felices por ellos.
Y aunque no sea la mayor, el haber sido la mas manipulada me enseño a madurar, ellas sonreian sinceramente como nunca las habia visto. Me dijeron que estaban esperando poder hablar con Mamá y contarle todos, obviamente les ofrecí mi apoyo.
- Teresa querida, ¿Podemos hablar?
- Claro Madre.
La segui por el pasillo, hacia el despacho de mi padre, el habia salido hace poco a jugar con unos compañeros de trabajo. A diferencia de mi madre el aun se juntaba con sus amigos de la infancia, cuando fundo su empresa, les dio trabajó a todos y tienen una amistad muy hermosa.
- Mira hija - Dijo ella cuando nos acomodamos en los sillones - quiero que te cases con Daniel, entiendo que el se equivoco, no creas que no me agrada Nathan, pero el es alguien que ya ha estado contigo. Quiero que la prensa crea que estaban en ese viaje para despues casarse. Tenemos que cuidar apariencias.
- !¿Estas loca ?¡ - Me levante de un momento a otro - el me apuñalo, no fue un error, sabes muy bien que no es el primero y si lo perdóno no sera el ultimo. Apriencias, eso jamas me importo, me da asco la manera en la que te comportas.
- Hija, lo hago por tu bien.
- No, durante estos años, me has dañado emocionalmente, no quiero estar contigo ni un momento mas. Me largo a mi hogar, por que esto ya no lo es.
Sali echa una furia, ella no era la madre que esperaba, preferia que alguien crea algo que no es real, a la felicidad de su propia hija.
Estaba lista para irme a mí casa, les deje a mis hermanas una pequeña nota en las que les explicaba por que me iba. Pase saludando a mi padre y le dije mis planes, le pedi el jet y ahora aqui estoy, preparandome para aterrizar.
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Holi, como estan, espero que les guste el capitulo, me resulto un poco difícil escribirlo por la manera en que lo narro
Muchas gracias por leer y no se olviden votar y comentar.
Los quiero y nos leemos pronto 😘😘😘besos.
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Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.
De TodoTeresa magomery esta cansada de lidiar con un pasado tortuoso y un presente lleno de hipocresía, ella decide mudarse a Canadá para alejarse de la vida que lleva en Rusia, su país natal. Sin embargo no sabrá lo que se encuentra ahí. Nathan Reyes un...