Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.

7.-tenemos que hablar

Me levante gracias a la molesta alarma, que jodida noche que tuve, soñe todo el tiempo con Nathan y su jodida cara de enojado. Me vesti con mi uniforme, me lo habían dado ayer, consistia en una falda dos deseos mas arriba de la rodilla una blusa Blanca y unos zapatos de tancon. Demasiado para mi estilo, estaba acostumbrada a los tacones pero jamás me gustaron.

Cuando llegue a la empresa, me tope con Nathan el mas mistorioso, lamentablemente no dije mas que un saludo educado.

- A mi oficina.

Abri los ojos asustada, pero obedeci. Subi detras de el, cuando llegamos a su oficina se repitio lo de la otra vez. Sentarme y llamarme por mi nombre, esta vez no me iba a quedar callada.

- Con todo el respeto que se merece, me gustaría que me tratará de usted, yo le trato igual.

- Soy tu jefe.

- Exacto, significa que tenemos respeto mutuo. Yo le puedo tratar de la misma forma, no creo que le guste.

Parecía cabreado genial un problema más.

- Esta bien OLSON.

Dijo haciendo énfasis en mi apellido, sonreí con superioridad. Pero se me borro cuando el me miro de la misma forma que ayer, solo me pidio que me fuera y eso hice.

Iva a ser mas astuta que el, no me iva a echar para atrás, Martín me dijo que le llevará unos papeles a Nathan, me dirigi a su oficina.

Para cuando llegue, escuche el sonido mas incomodo del mundo. No queria seguir ahi, la ira me invadio por completo sin explicacion alguna.

Cogi unas notas adesivas que tenia en el bolsillo, anote algo y me largue de ahi. Me valía tomates que no los viera quien le manda a estar con otra en el trabajo.

Cuando era hora del almuerzo Nathan apareció, tenía una cara preocupada, me vale una ensalada Rusa lo que le pase.

- Teresa podemos hablar.

- NATHAN estoy en mi hora de almuerzo.

No me gustaba si trató con eso de mi nombre. Le advertí una vez y ahora le voy a tratar como el me trata. Al carajo si se enoja.

Primera regla.
No dejarse pisotear.

- Bueno no es una opción es una orden.

- Lo lamento pero es mi descanso, después podemos hablar del tema.

Y sin más lo dejé ahi para que se enojara mas, intento agarrarme del brazo pero fui mas.rapida y me aparte. Me estaba empezando a gustar tener el control.

Sin embargo no me debia cegar, si lo hacia terminaria igual o peor que "el inombrable", debia tener cuidado con esa fina pero muy peligrosa raya que separaba la venganza con la renovación de una misma persona.