POV NATHAN.
Me levante unos minutos antes de que sonara la alarma, vaya un milagro, me movi un poco y senti el cuerpo de Teresa alado mio. Aun la estaba abrazando.
Sonreí al verla tan tranquila, parecía un angel. Me removi un poco, la reaccion de ella fue acercarse un poco mas a mi. Parece que se me quito las ganas de levantarme.
La acerque mas a mi y quise volver a dormir, pero recorde el numero que habia encontrado. La empecé a mover un poco para que se despertará.
Ella empezó a abrir sus hermosos ojos, le sonreí pero ella solo se acercó mas y se tapo hasta arriba con las sabanas, es tan tierna, es como un conejito que dan ganas de abrazarlo.
- Despierta princesita.
- Quiero dormir - se destapo un poco y hizo un puchero. Tierna.
- Vamos levantate, quiero hablar contigo.
Deje un pequeño beso en la punta de su nariz. Vaya ni en mis sueños me veia haciendo esto.
- De que quieres hablar. ¿Tiene que ser ahora?
- Si, vamos levantate perezosa.
- Ok.
Se levantó y estiró lo que causo que la blusa que tenía puesta se alzará un poco, dejando ver un poco de su abdomen.
Solto un bostezo que me regresó a la tierra. No era un secreto que ella era muy hermosa, cualquier persona en mi lugar estaria encantado de tenerla alado.
!Ah¡ Ya no se ni que pienso.
- ¿Recuerdas algo de lo que paso ayer?
Se quedo pensativa, lo que me hizo dudar.
- No todo, pero estoy segura de que no hice nada para arrepentirme.
- ok, ¿Dime de quien es el numero que tenias en el bolso?
- ¿Tenias?
- Si, lo he roto por error.
Esa mentira ni yo me la creí, peor ella.
- Era el numero de un chico - me tense - que queria ser socio de tu empresa. Al parecer me reconoció de las fotos de la empresa.
Queria creerle y lo estaba haciendo, si no hubiera visto hacia otro lado. Si algo aprendi de ella es que le gusta ver a los ojos cuando habla.
- Ok, puedes volver a dormir si quieres.
No me dijo nada, se tapó de vuelta con las colchas. Para volver a dormir.
Me había dolido que me mentira, pero tampoco tenía derecho a exigir explicaciones.
Tal vez seguia molesta por el hecho de que la había ignorado, pero no había sido mi culpa me había sumergido en mis pensamientos, a ella también le pasa muy seguido y yo no me enojé, cuando ella no escuchó mi pregunta.
Aunque pensándolo bien, no me molesta que no haya escuchado, porque de ser así nunca hubiera accedido. Sonreí ante mi propio pensamiento.
En ese momento sonó mi celular, informandome que llegó un nuevo mensaje. Me estire para alcanzar el celular que reposaba en la mesa de noche.
Pero no lo encontré ahí, me fijé para el otro lado y vi que estaba en la mesa de noche de lado de Teresa.
Volví a estirarme casi aplastando a Teresa pero no dejé caer todo mi peso.
- Nathan, me aplastas.
- Lo siento, mi celular esta de tu lado.
- Yo te lo paso.
Ella también se estiro y fácilmente logró alcanzar mi celular el mencionado volvió a sonar y Teresa parece ver lo que estaba adentro.
Primero se mostró molesta. pero luego su semblante cambio a uno de total neutralidad. Eso es de preocuparse.
Me lo paso y no pronunció palabra alguna. Parecía realmente molesta, antes de leer lo que me había llegado prefería arreglar las cosas con ella.
- Teresa, ¿Estas bien?
- Contestale a Beatriz.
Me tense al escuchar su nombre. Sí Teresa mal interpretaba las cosas, acababa con un problema más grande el que ya por sí solo tenía.
-Leiste lo que decia.
- No, quiero dormir.
- Sabes yo igual. Despues le contesto ella no es demasiado importante, pero tu sí.
- Le dices lo mismo a todas.
- No, tu si lo ameritas.
Me volví a acostar en la cama y abraze a Teresa por atrás, primero se negó pero después simplemente sedio y se dejó vencer por el sueño y yo estaba cómodamente así que también caí en brazos de Morfeo.
………………
Holi, esperó que les guste. Estoy en exámenes y no voy a actualizar seguido.
Besos. Nos leemos pronto😘😘😘
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Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.
De TodoTeresa magomery esta cansada de lidiar con un pasado tortuoso y un presente lleno de hipocresía, ella decide mudarse a Canadá para alejarse de la vida que lleva en Rusia, su país natal. Sin embargo no sabrá lo que se encuentra ahí. Nathan Reyes un...