Dolia, dolia saber que era solo una entretencion de Nathan, solo era eso. Y como la mensa que soy le creí. Tengo razones por las cual creer que esa tipeja que entro es la que estaba esa noche del grito.
Pero ahora que recuerdo esa noche, yo le habia dicho a Nathan que tenia novio, osea que el tiene bastantes razones por las cual creer que soy una mas de sus juegos.
Muy bien tendre que pensar en como tratar con ese tema. Tal ves tenga que inventar una ruptura. No le deberia importar mis relaciones pero por si acaso tendre que estar preparada.
Me sente en mi escritorio y me puse a trabajar, pasaba papeles, redactaba otros. Unas horas mas tarde, mi celular sono en alarma avisandome que era hora de almorzar.
Tomé mis cosas y sali por uno de los ascensores. Iva metida en mis pensamientos, mi cabeza era un remolino de ideas.
Queria que todos los problemas se resolvieran pero era casi imposible, mi madre es demasiado cerrada a una idea. Ella creía que todo era culpa de no haberle dado todo.
Basicamente mis padres no nacieron ricos, poco a poco lograron todo. Sin embargo no todo era color de rosa. Ellos sufrieron demasiado, mi hermano al ser el mayor tambien sufrio eso.
Pero mas que eso, el cree que todo es culpa de ellos y viceversa. La verdad de solo pensar eso mis ojos empiezan a picar, me duele pestañar y mi respiracion es irregular.
Seguia caminando sin rumbo alguno, solo caminaba, no importa a donde ni por que. Solo caminar.
¿Fui una farsa? Me lo repetia cada segundo, ¿Alguien alguna vez me amo? Tal ves si, tam vez no.
Las voces suenan distorsionadas, todo es implicito en este momento. Crecer y ser amado. Morir y ser olvidado. Frases navegan por mi mente, algunas tienen cuerencia y otras no.
- !Teresa¡ - Escucho a alguien llamarme, doy caso omiso al remitente. Sigo caminando - Teresa, por favor.
Wow mi mente se esta imaginando estupideces, nadie me a rogado, nadie me a valorado. Nadie me amado.
Siento un pequeño tiron en mi brazo, no levanto los ojos, unas manos alzan mi cara, cierro los ojos.
- Abre los ojos - es demandante, sutil al mismo tiempo. Abro lentamente los ojos, encuentro los suyos.
Quiero abrazarlo y que el me abracé a mi, pero tengo que superarlo. No puedo, eso es mentira si puedo, solamente no quiero.
Recupero mi compostura. Tengo que verme fuerte para ser fuerte, quiero pensar que me va a pedir disculpas pero eso es algo demasiado fuera de la realidad.¡Vamos!, es Nathan Reyes el jamás te diría "Disculpa" todos tienen que arrodillarse ante él, todas las mujeres tienen que morir por él y las que no. Simplemente son ignoradas.
Es el mundo en el que vivimos, es el mundo en el que me crié, los ricos tenemos el poder y los pobres pues ellos son nuestros peones, es el pensamiento mediocre en el que me criaron.
Pero no es más que una simple mentira, los ricos no siempre tenemos el poder, vivimos en una farsa. Entre nosotros mismos no hay amistad no hay confianza.
Todos quieren sacar a relucir sus grandes logros, tienen que pisar a los demás sentirse superiores "yo tengo más tú tienes menos"
Pero no todo es color de rosa. Hay personas, que sí tienen dinero o no, son felices. Otras quiero salir del mundo en el que se crió, quieren cambiar los ideales que le han impuesto, quieren sentirse que pueden manejar su vida.
Es lo que quiero yo, sentir que puedo manejar mi vida, que mis ideales los he impuesto yo. Que yo he creado mi personalidad, desde pequeña me enseñaron a ser perfecta a que tenía que impresionar a todos.
En las grandes Galas y fiestas de mis padres yo era un trofeo para ellos, "es esto mi hija" " ganó la mejor nota" eso eso era lo que era para ellos lo que yo sentía que era.
- Digame, Joven Reyes.
- ¿Por que te fuiste? - porque me dolió lo que vi.
- No queria interrumpir.
Me mira con confusión, arrepentimiento pero sobre todo y el sentimiento dominante en sus ojos, es algo que no puedo descifrar. Quisiera estar segura de mis palabras pero ahora, hasta lo que tocó me parece irreal.
- Estabamos organizando el viaje, lo siento no se quien le dio permiso a esa chica. Mucho menos por que me beso.
Quisiera con toda mi alma poder creer, poder confiar en sus palabras, pero en mi mente, como si fuera una película se repiten las miles de veces que palabras parecidas a esas fueron salida de los labios de Daniel.
Siempre me decía que no significaba nada, que había sido sólo un desliz y le creí, entregue toda mi confianza en el. Sin embargo la verdad siempre llega y a mí me golpeó con fuerza, al encontrarme de que nunca me había amado.
- Esta bien, joven Reyes. Tengo que ir a trabajar. Adios.
Y así era, en el tiempo en el que estuve sumergida en mis pensamientos y la conversación con Nethan se me había ido mi hora de comer, sin embargo, mi estómago estaba cerrado, no entraba ningún alimento.
Fuimos a la oficina, encontré miles de veces a Nathan, intentando tomar mi mano pero me alejaba. Iba a un distancia prudencial entre los dos.
Íbamos en silencio, sin embargo, mis pensamientos inundaban mi cabeza. Y como si fueran voces reales, repetían frases, pensamientos e ideas que siempre fueron sepultadas.
Casi no me di cuenta cuando llegamos a la empresa, estaba tan ida en mis pensamientos, subi al ascensor con Nathan.
Llegamos a la planta de Nathan y nos dirigimos a su oficina, no me apetece estar ahí después de lo ocurrido. Pero tenía que ser responsable y fuerte, me había comprometido a ir a ese viaje y tenía que dar todo de mí.
Cuando entramos Nathan se sentó en su silla giratoria, volvío hacer un gesto para que me sentara en sus piernas. No quería otra vez en esa trampa.
- Estoy bien aquí joven Reyes.
- Pero, tienes que ver estos graficos y preparativos. Ven, te prometo que no nos interrumpiran.
- No, tengo la solucion a eso.
Con mucho cuidado, cogí una de las sillas que estaba enfrente del escritorio y la puse al lado de Nathan. Movi un poco la computadora para que quedara justo en medio de los dos, tenía una vista completa de la pantalla y al mismo tiempo Nathan igual.
- Empecemos a trabajar.
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Holi perdon la demora, nos leemos pronto. La proxima es de Nathan.
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Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.
RandomTeresa magomery esta cansada de lidiar con un pasado tortuoso y un presente lleno de hipocresía, ella decide mudarse a Canadá para alejarse de la vida que lleva en Rusia, su país natal. Sin embargo no sabrá lo que se encuentra ahí. Nathan Reyes un...