27.- En Rusia.

6.3K 336 3
                                    

Aunque no lo quiera reconocer extrañaba mi tierra. Desde que me monté en el avion miles de recuerdos inundaron mi mente, incluse se me paso la idea de fingir estar enferma contal de que los recuerdos dejaran de molestar.

Pero como todo tiene lo blanco tambien lo negro, asi que me arme de valor y subí uno a uno los peldaños del Jet, suspire como por millonésima vez en el dia.

Estabamos a unos veinte minutos de aterrizar, estaba pensando en las miles de probabilidades de que me reconozcan, de que me encuentre a Daniel o aun peor al innombrable. Por Dios salvame de esta.

Quiera o no tengo que reconocer que me muero de nervios pero mas que eso de miedo. Miedo a aquello que no tengo dentro de mi coltrol, a lo que quiera o no es parte de mi. Si mi madre se llegara a enterar no me dejaria volver a Canadá.

Ella es mi madre pero a lo que a mi respecta ella no es mas que alguien que creo una fachada despues de que su primogénito le fallará. Creo que me he arrepentido quiero volver.

La alarma de aterrizaje se enciende y la obedezco, por inercia tomo la mano de Nathan el me mira y despues sonríe.

-¿Miedo muñeca?

No por las razones que crees, como quisiera que sí.

- Si.

- Tranquila, yo estoy aqui.

Pero estoy mas que segura que el no tiene ni la menor idea de por que cada célula de mi cuerpo esta temblando. Lo mas irónico de todo el asunto es que le temo a algo que se supone es familiar.

Aterrizamos para después dirigirnos a el hotel, estaba tan distraída que no me fije que el hotel en donde nos hospedaremos es de mi padre.

¡Demonios!

Quiero morirme, pero mas que eso es que quiero aplazar lo que tarde o temprano llegara para ser un maldito final.

Y es que las personas nos acostumbramos a creer que el miedo es algo que necesitamos, no se equivocan pero que pasa cuando aplazas algo solo po miedo. Tarde o temprano tendremos que afrontralo.

Respiro hondo y nos registramos, como si fuera una costumbre Nathan pide una habitacion para los dos. Le reclamará pero no estoy de ánimos.

Subimos y nos acomodamos en la habitacion, me acercó al ventanal y contempló la hermosa vista que me ofrece mi hogar.

Río ante mi pensamiento ¿Hogar? Se supone que me deberia sentir bien ahí y heme aqui templando por estar aquí. Nathan se acerca y me intenta abrazar pero me esquivo.

- ¿Pasa algo?- pregunta.

- Solo por que no me deje abrazar no significa que pase algo - digo a la defensiva.

El parece asombrado pero ahora estoy de pesimo humor como para considerar los sentimientos de lo demas.

- Ok.

Me siento extremadamnete mal, Nathan no tiene por que sufrir mis malos humores por muy idiota que parezca.

- Joven Reyes - el se voltea - ¿Me perdona? Estoy de pesimo humor desde que llegue, lo siento.

- Te perdono princesa. Pero no me llames de "usted"

Sonrió y asiento.

Pasamos gran parte de la mañana organizando las cosa de las reuniones. Casi me pongo a bailar cuando supe que  la empresa de mi padre no tenia que ver en esto.

Tengo un hambre infernal pero el miedo me consume al maldito de mi hermano le encantan los hoteles y restaurantes. Con la suerte que me cargo no me sorprenderia que el estuviera aquí.

- ¿Quieres comer? Yo invito.

- Mejor pidamos a cuarto. Estoy agotada.

- Como quieras.

El sonríe y pide a cuerto. A los pocos minutos llegan  y voy a resivir la comida. Despues de comer, Nathan me arrastra literalmente a salir. Quiere que le muestre la ciudad.

Estamos a medio llegar a la Catedral de San bacilio veo algo pasar demasiado rapido y creo saber que es. Sin pensarlo de mis labios salen las palabras más dolorosas.

- Daniel.

Nathan me mira pero todo en ese momento se vuelve borroso, las lagrimas me inundan y el miedo igual.

- Volvamos mañana algo me dice que va a llover.

- ¿Te sientes bien?

- No estoy un poco mareada.

El me mira para despues volver al hotel, donde me sirve un te,  y se acuesta conmigo mientra me susurra cosas lindas para que me duerma.

Un sentimiento hacia el esta naciendo en mi. Y tengo miedo.

----…………………………………

Espero que les guste. Besos😘





Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora