Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.

46.- Nuevo comienzo.

Seguiamos abrazados, no queria soltarla, me daba miedo de que si lo hago ella ya no volvera. Otra razón por la que estaba abrazado a ella es su escote en la espalda.

Todos los hombres de el salon, jovenes o viejos, la miran o mas bien la comen con la mirada. No voy a negar que tengo unos celos enormes, pero aun asi no se lo digo ni reclamo nada. Quiero que ella este contenta conmigo, quiero que recuerde como se sentia estar conmigo.

- ¿Estas bien princesa?

- Lo estoy.

POV TERESA.

Nathan aun no se sépara de mi, se que esta celoso, no tengo que ser una adivina para saberlo. El ha estado muy cariñoso conmigo. Tengo miles de dudas en mi cabeza, pero sólo por hoy y por primera vez quiero arriesgar las cosas sin importarme nada.

En unos momentos mas, un joven muy apuesto se acerco al escenario, empezo a hablar de el evento y alagar a todos que estaban ahi por sus logros. Estoy acostumbrada a que alaguen a mi familia, siempre es el mismo monólogo, pero en esta ocasion no lo siento así.

Veo mas detenidamente al joven que esta hablando, se me hace familiar. Entrecierro aun mas mis ojos y lo reconozco, es aquel chico con el que baile en la primera gala. Recordar aquella noche me roba una sonrisa.

- ¿Lo conoces? - Nathan habla a mi lado.

- Si es el chico con el que baile en la primera gala.

El me mira y despues el, repite eso varias veces. Se acerca a mi y me da  un besos que me roba el aliento. Cada movimiento de el me mantiene en vilo, creo que de alguna manera es la forma en que el me demuestra que me quiere, la que me mantiene a su lado.

Se separa de mí y deja unos besos cortos. Vuelve a mirar al frente sin soltar mi cintura. No puedo hablar para reclamarle y tampoco quiero hacerlo.

- Buenas noches - El joven se acerca a nosotros - ¿Nosotros nos conocemos verdad?

- Así es, bailamos juntos hace bastante tiempo, en una gala como esta.

- Entiendo, no se como puedo olvidar a una persona tan bella como lo es usted.

Sonrió, pero Nathan no lo hace. Se que esta celoso, las dudad aun estan ahí, pero quiero creer en su perdon y esque aveces no debemos dejarnos cegar con el enojo, la desconfianza y el miedo son cosas que se relacionan. Pero el amor tambien esta cerca de esos sentimientos, el miedo de perder a alguien que amar te lleva a la desconfianza.

Esta en ti si sabes perdonar, si estas dispuesto a dejarte amar, por que las cosas no son solo de una persona, son de las dos. Perdonar a la persona que amas es algo que estas dispuesto a hacer solo por esa persona, por que sabes y confías en que esa persona te va amar y valorar.

- Buenos pero aqui no hay presentación, yo soy Teresa y el es mi novio Nathan.

- Oh - la sorpresa en ese rostro era notable - un gusto soy Richar.

Empezamos a conversas, Nathan no dijo nada respecto a que dije que éramos novios. El aun me abrazaba, Richar era muy amable y aparte que estaba en algunas ocasiones coqueteando.

Despues de muchas horas, se acabo la gala, estabamos saliendo tomados de brazos, ibamos en silencio. No era que estabamos incomodos, solo que las palabras sobraban.

Jamas habia sentido algo como esto, un silencio que no era incomodo sino hermoso y casi perfecto. Para cuando llegamos a su auto, me tomo de la mano y entramos.

Durante unos cinco minutos contemple nuestras manos unidas, que se separaban cuando el metia cambios, despues la unia de nuevo. Me fije en las calles que estaban desiertas, esa no era mi vecindario ni estabamos cerca.

- ¿A donde vamos?

- A mi casa. Se que debi preguntartelo pero no queria que me rechazaras. Ya no tienes opción.

Una pequeña sonrísa apareció en su rostro, rodé los ojos y me deje llevar, quería darle una oportunidad para hacerme feliz y de paso serlo yo tambien.

- Llegamos.

Era una casa muy hermosa, tenia grandes ventanales y una hermosa vista de un jardín, chille emocionada al ver a un pequeño cachorro corriendo hacia mi. Amo a los perros.

- No sabia que tenias un perro.

- Por que no lo tengo - se acerco a mi con el ceño fruncido.

- ¡Oh! Pero no los podemos quedar.

- No lo se - Le puse mis mejores ojitos de perrito y el mismo me ayudo poniedo cara tierna (mas de lo que ya es) - Bien pero me debes un beso y muchas caricias.

Chille, deje en el suelo al perrito y salte a sus brazos, empecé a dejar besos por todo su rostro, pronto el beso subio de tono.

- ¿Estas segura?

Asenti y las cosas fluyeron.

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Estaba Nathan acostado en mi estomago, yo acariciaba su cabello, se veía muy tranquilo.

- Nathan, ¿Quieres ser mi novio?

- Claro que sí, siempre voy a estar contigo, no me importa con quien me tenga que enfrentar.

Lo amaba y lo amare siempre.

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Holi, espero que les guste. Ya falta poco mas bien solo el prologo.

Esta es mi primera historia y la verdad me ha gustado mucho escribirla. Voy a subir muchas mas y después veremos, los amo.

Nos leemos pronto. Gracias por leer, y por favor voten y comenten.