MIAMI
Apenas me bajo del avion y ya siento el clima tan hermoso que nos ofrece esta mas hermosa ciudad. Lo unico lamentable es que no la puedo disfrutar, tengo que estar en reuniones y entrevistas que van de mano de la empresa.
Suelto un suspiro al pensar que ahora que tengo un trabajo ya no quiero hacerlo.
-¿Todo bien?- pregunta Nathan, no le puedo decir que no quiero trabajar sino disfrutar de la hermosa ciudad.
- Todo perfecto.
Parece que no me creyó, no lo culpo yo tampoco me la creí. Lo que si me llena de nostálgica esque en esta ciudad fue donde "el innombrable" hizo uno de sus shows.
Lanzo un pequeño suspiro, debo concentrarme en lo que vine a hacer. Me dirijo al auto, donde ya esta el chofer esperandome.
Claro que Nathan ya estaba en el, estaba demasiado ajetreado con todo el tema de esta reunión. Por lo que entendí van a ir socios demasiados importantes.
Saludo al chofer, es bastante joven, el me da una sonrisa y me guiña un ojo. Estoy mas que segura que me he sonrojado, paso de el y me adentró al auto.
Cuando entro Nathan ni me presta atención, no se porque esa actitud de el me molesta. Saco mi computadora y me pongo a trabajar. Si el no me quiere tomar atencion bien.
La verdad esque las estas actitudes de Nathan me confunden, ayer me dijo era demasiado cariñoso conmigo y hoy esta extremadamente distante.
Cuando por fin llegamos a el hotel , que es estilo Nathan, el se baja primero creo que nisiquiera se dio cuenta se que aun estoy viva.
Me preparo para bajar de el auto, pero alguien me abre la puerta, me giro hacia la puerta y me encuentro con el chofer.
El me ayuda a salir, le sonrió y el me la devuelve y otra vez me guiña un ojo. Como si fuera un deja vu me vuelvo a sonrojar.
Me bajo del auto y voy hacia la puerta principal del hotel. Últimamente me siento mas confiada conmigo misma, ya no siento aquella inseguridad que sentia cuando estaba en Rusia.
Llegamos a la recepción donde esta Nathan, habla un momento con la de recepción y esta le sonríe de manera coqueta. Despues de unos minutos de pura meloseria, la recepcionista le entrega la llave junto con un papel, que aseguro que tiene el numero de ella.
Giro los ojos, camino detras de el, durante todo el camino el me ignora como si estuviera en otro país.
Aun sigo pensando en sus actitudes, pero despues me viene a la mente el recuerdo de el lindo y joven chofer.
Al ingresar a la invitación sigo sonrojada pero paso de eso.
-¿Y el sonrojo se debe?
Vaya a alguien parece que le volvio a la memoria de que existo. Demonios me ha visto sonrojada.
- A nada, igual a la larga que importa.
- ¿Te pasa algo?
Ruedo los ojos, quiero que desaparezca pero ya que enfrentalo.
- Nada en específico.
No parece comvencido, no lo culpo yo estoy peor que el pero lo ignorare.
Paso unas horas, Nathan y yo solo hemos trabajado en silencio. Como si el ya lo hubiera planeado pidio una sola habitacion y una sola cama.
¡DESGRACIADO!
- Beatriz me traes un cafe por favor.
Auch.
- No soy Beatriz, joven reyes.
Se que le duele que le hable de usted.
- Lo siento, Lo siento. No quise decirte eso.
- No se preocupe.
Preocupate.
- No me trates de usted por favor - susurra dolido.
- Me tengo que ir.
- ¿A donde vas?
Ni yo lo se.
- A visitar a un amigo de la ciudad
-¿Amigo?
- Si.
- Recuerda que tienes novio. Y en especial que soy yo.
- Recuerde mi nombre primero y después que yo y usted no somos nada.
Sin esperar su respuesta me dirijo al ascensor. Creo que tomare un cafe nada mas.
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Mi Vida, Mis Reglas Y Mi Jefe.
SonstigesTeresa magomery esta cansada de lidiar con un pasado tortuoso y un presente lleno de hipocresía, ella decide mudarse a Canadá para alejarse de la vida que lleva en Rusia, su país natal. Sin embargo no sabrá lo que se encuentra ahí. Nathan Reyes un...