Me atrapaste [[Noodoc]] ©

Capítulo 3

-¿Señorita Kyuzo?

-¿Oh? ¿Eh? -pregunto alzando mi cabeza rápidamente- no estaba durmiendo... estaba... estaba viendo una hormiga. -digo y todos ríen. Demonios.

-Ajá, ¿Quiere salir a explicar qué es un reporte a la pizarra, por favor?

-...

-Ahora.

-Bien...

Me levanto pesadamente y camino hacia la pizarra, al pasar por la carpeta de Stuart él me susurra

-Los reportes son---

-Calma Stuart, estudié esto ayer. -digo sonriéndole

Me paro al frente y hablo

-... Un reporte es un informe o una noticia. Ahm...Este pretende transmitir una información aunque puede tener diversos objetivos, como---

-Suficiente, señorita Kyuzo. Muy bien.

-Le cerraste la boca, Noodle -dijo Stuart soltando una risita

-Siempre lo hago, Stuart

Vuelvo a en mi asiento y duermo de nuevo.

.   .   .

-Noodle... Noodz. Hey, despierta por favor.

Abro mis ojos lentamente y veo a Stuart

-Maldición, peliazul. Déjame dormir.

-La clase ya terminó, todos se han ido hace 10 minutos...

-¡Demonios, mi trabajo! -digo levantándome de golpe. Meto todo apurada a mi mochila.- ¡Gracias por levantarme, Stu! ¡Nos vemos mañana!

-¡Hey, Noodz! ¡Yo puedo llevarte, traje mi auto!

-¡Te lo agradezco! -digo volviendo al aula.

Salimos de la universidad y subimos a su auto, maneja hasta mi trabajo y me deja en la entrada.

-Gracias, no sé que haría sin ti -digo abrazándolo y besando su mejilla

-¿Quieres ir a algún lugar hoy? Es viernes...

-Mmm... claro, llévame a donde quieras. -sonrío

-Ya pensaré en algo, pasaré a recogerte a casa a las 8

-¡De acuerdo, adiós! -bajo del auto y entro a la cafetería. Me pongo el delantal y tomo mi libreta de apuntes y mi lapicero

-Al fin llegas, Noodle. Ya era hora. Mesa 7 pide la orden, estos huevos son para la mesa 2 y esta leche para la 5

-De acuerdo...

Todo iba bien, solo que me moría de sueño. Al parecer Ronny y Ray lo notaban.

Entró otra persona y fui a tomar la orden

-Buenos días... ¡Buenas tardes! -me corrijo- ¿Puedo tomar su orden?

-Un café. -esta voz...

Alzo la mirada y lo veo, tengo tiempo para observarlo mejor. Su piel es media verdosa, su cabello azabache, tiene un ojo negro y el otro rojo. ¡Tal vez usa lentes de contacto! Es alto y delgado.

-En un momento estará listo, señor.

-Joven.

-¿Perdón?

-No me digas señor, no soy tan viejo, ¿Sabes?

-... Claro, joven.

Le entrego la orden a Ray y sigo atendiendo a la gente, hay un niño que no deja de ponerme el pie para que me tropiece. Malditos niños.

Entrego ordenes por aquí y por allá, el café del azabache ya está listo así que me dispongo a llevarlo.

Camino hacia él y cuando ya estoy muy cerca tropiezo con el pie del niño y caigo al suelo. Adolorida levantó la mirada y veo que el café le cayó encima al chico. Todas las personas se callaron y sus miradas se posaron en nosotros 2.

-¡Oh, dios mío! ¡Lo siento mucho! ¡Discúlpeme, por favor! -Le doy un pañuelo para que se limpie pero aparta mi mano. Me sentí un poco mal por eso.

Él se levanta, me mira molestó y sale de la cafetería furioso. Demonios, me siento como la peor cosa existente. Estoy más roja que una manzana, caminó rápidamente a la cocina, cojo trapo y limpio el desastre que hice. Miró mal al niño que está al lado mío y este solo se ríe.

-Lo siento, Ray... Yo... Lo siento.

-Ya no importa. Es uno más.

Me siento avergonzada, ¿Qué habrá pensado ese chico de mí? Que soy una torpe e inútil... Rayos, me siento mal. Me cae mal, pero jamás le habría arrojado el café por la cara...

¡Qué torpe eres, Kyuzo! ¡Torpe!